Carta a un amor secreto « Escribo más para mà que para ti. Sólo busco aliviarme» Cartas de amor de la religiosa portuguesa. Al extranjero: Hubo una vez en mi vida un extranjero. Llegó como llegan los que están de paso: cuando menos lo esperaba. Nunca supe con certeza nada de él. Después de cada encuentro, yo suponÃa o imaginaba su vida. Y él, por su lado, hacÃa lo mismo conmigo. Hablábamos muy poco, pero a veces, cuando nos g…
* SabÃa que serÃamos cuatro en el grupo: Renata San Pedro, la empresaria textil, dos profesores universitarios especializados en Comercio Exterior y un abogado especialista en Derecho Internacional. A Renata ya la conocÃa, porque nos habÃamos encontrado en una premiación hacÃa algunos años. No me reconoció hasta que le dije que era la esposa del ingeniero Ernesto Pérez Matto, uno de los galardonados en aquella ocasión. Ella habÃa sido jurado y le entregó su premio al empresario joven más exitoso del año, o sea, a mi apuesto es…
Esas fiestas de diciembre, cualquier cosa es un pretexto para celebrar. A cierta altura se concentra tanto el insumo eléctrico de miradas y movimientos estratégicos que una querrÃa desaparecer de ahà mágicamente y en un parpadeo privado aparecer metida en su propia cama. Ahorrarse asà la parte crucial de la cuestión, es decir, irse. Cómo irse, con quién irse y, lo que es más importante de todo, cuándo irse. Algunos consejos para irse de una fiesta: a. No seas la primera. (La segunda sÃ, cómo no, con todo gusto.) b. B…
El Cristo Negro (Leyenda de San Uraco) 1 1927 San Uraco de la Selva, no se encuentra en el Martirologio pero podemos atrevemos a creer que debÃa hallarse allÃ, aunque en el mismo Cielo de Nuestro Señor y aun en el Infierno de los cornudos, se vieron en grueso aprieto para saber donde debÃa quedar. Nació en Santiago de los Caballeros allá por el año de 1567, hijo de Argo de la Selva y de la india Txinque, nieta de reyes, algo bruja, algo loca. En la época a que vamos a referirnos (1583), gobernaba Guatemala el Licencia…
La Puta Revolucionaria -I- Conocà a Juliette un viernes al atardecer en las Escuelas Profesionales que los Jesuitas tenÃan en las afueras de la ciudad. En aquellos años, en numerosos paÃses una nueva generación, plantaba cara e iniciaba la contracultura que recorrÃa tierras y océanos, desde la Beat Generation hasta los The Beatles. Pero hablo de España, el último reducto del fascismo en el mundo. Unos dÃas antes de encontrarme con Juliette, la brigada polÃtico social habÃa hecho unas redadas de antifa…
El Fiord «El Fiord» es una obra del escritor argentino Osvaldo Lamborghini [n. 1940 – m. 1985] donde el realismo escatológico y obsceno se transparenta en un lenguaje explÃcito que se propone como única forma viable para llevar adelante un relato que narra las luchas internas del Peronismo de la resistencia. En «El Fiord» se narra el nacimiento traumático y difÃcil del niño Atilio Tancredo Vacán (cuyas iniciales ATV aluden al nombre del dirigente obrero peronista Augusto Timoteo Vandor), parido por Carla Greta Terón (la CGT —sig…
CapÃtulo Primero a Jorge Cedrón No habÃa esperanzas: lo dijo mi abuela, mientras comÃamos. Mi tÃo se limitó a mover la cabeza, en un gesto ambiguo, casi torpe. El efecto de esas palabras iba a resucitar recién al rato, en un sollozo de mi tÃa. intentó disimularlo con otro ruido semejante, que salió de su nariz; hasta usó el pañuelo. Pero fue inútil: yo advertà que luchaba por no llevárselo a los ojos. En ese momento hubiera necesitado saber qué pensaban. En el patio, de pronto, las escenas volvieron, una a una, mientr…
Aquel Peronismo de Juguete Cuando yo era chico Perón era nuestro Rey Mago: el 6 de enero bastaba con ir al correo para que nos dieran un oso de felpa, una pelota o una muñeca para las chicas. Para mi padre eso era una vergüenza: hacer la cola delante de una ventanilla que decÃa "Perón cumple, Evita dignifica", era confesarse pobre y peronista. Y mi padre, que era empleado público y no tenÃa la tozudez de Bartleby el escribiente, odiaba a Perón y a su régimen como se aborrecen las peras en compota o ciertos pecados tardÃ…
Retrato de Familia A partir de hoy viviré definitivamente en paz. Hace más de veinte años que mi padre ha muerto y hasta ayer su memoria habÃa sido ominosamente imborrable para mÃ. Pero ahora sé la verdad, aunque no explÃcita, acaso como todas las verdades. De mis cinco hermanos, ya también todos muertos, soy el menor, el hijo no esperado, como siempre oà decir entre murmullos a mis parientes y aun a los criados, algo que nunca comprendà de niño. Pero también dicen que, de todos mis hermanos, soy el que más se parece a mi…
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