Leyla Patricia Quintana Marxelly | Poemas de la Resistencia* Selección de Textos y Nota Biobibliográfica de Luis Alberto Vittor



© 2015 Analecta Literaria




EN LOS CAÑALES


Desdoblo la mirada de los cañaverales
Oliendo a dolor y sufrimiento.

Un niño por hambre agrieta sus venas
y arrolla tempestades.
una mujer violenta la calma
y aúlla el silencio de pan y leche
un hombre cañal a cuestas
el viacrucis termina
crucificándolo sin piedad
al final del camino de la muerte.


COMPAÑERA LABRADORA


Quedaste  pintada en la página de la guerra
tatuada como una huella imborrable
pedazo por pedazo te plasmaste
como arco iris en mis sienes.

La blanca tempestad que arrollaste
padece hoy de tu ausencia
labra una inmensa soledad en su retoño
y brota un huracán de amor apuñalado.
clavaste una estaca más en la conciencia
para minar la tristeza
y esclarecer tu franqueza.

Compañera aquí en este pedazo de camino
tu pueblo te vive y te resiste sin parar
tiene mucho por andar
es por eso que te recuerdo
que aun lejos vos y tu tempestad
agitas el velero de mi caminar.






CAMPESINO

El cansancio de tu trillo,
quiebra la paciencia en mil gritos.

La huella que te cobija es una chiltota
que vuela rumbo a la geografía
de nuestras raíces combativas.

Las cicatrices de tus arados
son el recuerdo viviente del germen
que el rio de sangre del 32 dejó.



EN LA FABRICA


Colocá mi rostro en el fondo de tu bolsillo
cómplice de la sordez del tiempo,
activá la bomba y despertá la quietud los demás obreros
que se unen a nuestro puño contra el cerco de la injusticia.

Disputamos impacientes el amanecer de la primavera,
De la luna, de la Libertad ¡De la Paz!




FUERA DE SERIE  

                 A Mae

Sabe...
Arrímese al radio y oiga la noticia
salga a la puerta y vea la calle
ahí donde sufre más mi pueblo.

Vaya al “Centro”
salpique la ventana del maniquí
y vea el sufrimiento, el sacrificio,
el desgarro de la humanidad.

Hoy sí, puede llorar
sin pena, pues no es por mí.
Es por la indignación que late dentro de su conciencia.

Ahora sí.
soy su hija, su prima, su hermana,
su amiga y compañera.





MIS DÍAS


Habito en el corazón de la chiltota,
las mañanas rocían las sonrisas del viento,
un desdentado viejo balbucea maldiciones
a la  aurora porque le ha comido el sol.

Camino por los rincones más dolorosos de la humanidad.
Las serpiente mutila sol a sol el canto del gorrión,
Almuerzo soledades.

Ahogo mi sed en el silencio del llanto maternal
Miseria en el vientre del pueblo encuentro.
Y finalmente me desnudo el alma
Para dormir en estrepitosos sustos
De bombas y metrallas,
Donde la noche se llena de lobos
Y mitos de hombre, matan esperanzas.



LO QUE DEJO


A vos:
Los nietos de los hijos que nunca
pude engendrar,
mis zapatos agujereados porque
nunca amanecieron.
El coraje que mi fe en vos mantiene
el brillo en la almohada de la esperanza,
la marcha que no pude entretener
porque un cincel de oscuridad me acorralaba.
La casa de mi locura donde dejo
Las furiosas letanías de tu vientre.
Y finalmente mis caminos
en ellos encontraras regada la madrugada,
un sinfín de cabellos bañados en la mirada
por un rayito de sol que en mi balcón asoma.



MADRE
       
       «Madre que tu nostalgia
          se vuelva el odio más feroz»
             Silvio Rodríguez

Este es el llanto en que, Madre
desde lo más hondo
de tu humanidad
sufrirás  por tus hijas
que no sabrás a ciencia cierta
donde estarán.
Esta es la alegría en que, Compañera
desde lo más hondo
de tu combatividad
lucharás por tus hijas
que desde una trinchera
disparando amor están.



MADRE


Sé que vos estás en los guampos
trayéndote los más hermosos ramajes,
vistiéndote en amores encendidos por la guerra,
guardándote todo el odio en un solo puño.

Si, el mismo que levantás cuando te derramás
en agonía por las rojas calles
de nuestra tierra,
para luego sucumbir en el inmenso llanto
de amor prendido a esta lucha
que nos tiene ya consumidos
en los muertos de nuestros recuerdos
y en la alegría
de la ofensiva final.


¡AH MADRE!


¡Ah madre! ¡ay madre!
cuánto sufrís, ¿no?
Tenemos la manía de hacerte sufrir
Y, créeme,
no es cuestión de querer,
sino de temer

Sé que vos podés aguantar
eso y mucho más.
siempre me he remirado en tu valor.

Compañera Combatiente
amiga insaciable de odio inquebrantable
no volvás tu mirada,
seguí viendo adelante
por mí, por José y por muchos más
confiamos en que vos
vas a ser nuestro bastión de guerra
nuestra trinchera
y nuestra victoria.
¡Adelante!



MIXTLI

Ahora no hace mucho
me abrieron una herida amorosa
diciéndote que mi vientre
había parido un amor
que embute mi vida.

Hoy no río de alegría,
hoy lloro de tristeza
porque todo fue una horrible mentira.



CUANDO TE VI EN MANAGUA


Cuando te vi en Managua
caricia mi mirada, la destinaste
a morir crucificada en un amargo llanto
con tus ojitos,
me desnudaste la alegría
y me dejaste la agonía del odio.

Hoy que Nicaragua te extiende
tu imagen en la vida
te destino a mi muerte
para que sepás que en San Salvador
era lo mismo para mi
aunque tu papá
sea la cruz de mi vida


MANTA


Por la tarde agitadora aparece tu silueta
con colores vivos y mensajes claros
con exigencias o repudios
desatando valores que el puño grita.

Cuando el viento agita tu candente llama
que junto al obrero, campesino,
estudiante, jornalero arde y arde.

Salís a forjar la barricada,
sos parte de esa implacable lucha
que nos puso ojos y puños en la moral,
furia a los pasos, dignidad al canto
y volcánico clamor de libertad.



A BUEN 5 A.M.

Una espiral de calor se desparrama
sobre la almaciguera del amanecer,
se han fugado los mechones de frío.

Las manos que trabajan a estas horas,
las que se retuercen de heridas
son las tuyas,
obrero, campesino, jornalero, panadero,
robándole sueños a la esperanza.

Te decidís a predicar un día más
de fugadez pavesas molotóvnicas
llenas de sudor en la paciencia
y de valor en la conciencia.



NOVIEMBRE


El calendario de mi valor embute en el recuerdo
días pintados de sangre, angustia y dolor.
Las acuarelas que encendieron los gritos
Estallan en la frente de mi pueblo.

Todos los sabemos, nadie lo divulga:
la mordaza pasa su cuenta,
torturando a la verdad se encuentra.
furia incontenible empapa la conciencia de la humanidad
 y millones de esquirlas sedientas de libertad
penetran en las entrañas que parirán
la tan anhelada Paz.


OBRERO


La franca locura que anuncias en las calles
La inmensa sonrisa que vierte tu moral,
fiel antorcha de ejemplos indomables.

Son las armas que consolidan la muralla
que forja un mañana sin maquillajes
ni andrajosas migajas de libertad.



PAÍS


Hice café en tu ausencia,
para darle  paciencia a la esperanza;
Un cigarro acompaña la espera
que en humo se vuelve
Al compás de las cenizas.
sé que volverás a ser vos,
a verter calles de quietud,
siembras de alegría,
paisajes de amor,
y por eso,
espero. No me pregunto por qué.



SABOREANDO NOCHES DE PUEBLO

I

Anido en la furia un coraje
que en tu lata de dulce de ayote
me confiaste.

Sos un pueblo atado en miel de sacrificio
aún así te levantas para cobijarme los pasos
y musicalizar con tus chuchos
ladridos que me enmudecen las huellas
y el eco de tu almohada
se armoniza con la lúgubre trinchera
que en vuelos de guardabarranco alza.



II

Por no tener almacigueras de libertades
se ha secado tu bolsillo
desde que te pagan una miseria
por tus sudores benditos.

Permíteme, pueblo,
que lloren mis cielos y furiosos volcanes
te disparen enormes calores de furia
para que encienda tu sepultura
y aprenda a valorar cueste lo que cueste.



ECLIPSE I


Se unió
el huracán,
remolino de mi cuerpo
fragua mensajera,
barca de mi amor.
con el hielo,
nevera de mi calor,
cesárea en mi vanguardia,
Taparrabos de mi voz.
Nació
una oscuridad
en mi amanecer
¿y ahora
dónde deposito estos huesos?



CUANDO SEA VIENTO


Cuando sea viento
posaré en tu aurora
y dispararé calores
para que respires tranquilidades
porque tu silueta enmarca mi vientre
en la infalible guerra.

Si se ajan tus pasos
al caminar
no dudes en volar hasta mi sable
porque ahí dividiré mi escarcha
y zurciré tu canto al mío
para bregar en un pincel-guerra
todo el amor que en la lucha no se engendra.



Y REGRESASTE DE LA TRINCHERA.


Y regresaste de la trinchera
para llenarte de amor
partiste tu vida y la  repartiste
al pueblo,
te quitaste el odio
y lo hiciste libertad
volviste a mis brazos
larga trenza de amor,
sufriendo tormentas diferentes
laceándote la muerte.


CURRICULUM VITAE


Mi tarjeta de presentación es la lucha
Mi título: El sacrificio que goteamos
en cada canto.

No procuro un cartón que dibuje fielmente
y en letras de sacrificio
un puñado de avaricias desgreñando mi nombre,
ni tampoco espero un retablo
en la pared de la hipocresía
donde una simple y forzada sonrisa
pinte mi humillante rostro.

Lo que quiero es anunciar mi fatiga
que por la vida espera sacar a flote
la aguerrida bandera que encierra a la esperanza
y si no puedo librar mi indignación de la serpiente
trenzaré valores y anidaré tempestades
para que en ellas muera.


DESTINO


Sigo con el deseo de amarte
de tenerte entre mis páginas
de arrullarme entre tus calles.

Me siento sobre las hojas
y taciturna murmuro al viento.

No sé cuando sonreirás
ni cuando lloverá de nuevo…
pero de algo sí estoy segura
que aun sin dientes ni cronólogos
vos reirás a plenitud
y lloverá en tu tierra
toda la felicidad
que hoy nos niegan.



DESPUES DEL ECLIPSE


Después del eclipse
desmitificamos la agresiva atracción
esa que de porcelana se viste
y una pizca de brillo
escurriendo deseo ardiente de ilusiones.

Es para entonces que te amo,
no niegues tu sonrisa
ni apagues tu canto,
agrégale luz a tu motor
y aunemos nuestros corazones
en un solo estallido,
detonémoslo así
pausado pero seguro
subamos al viacrucis del amor
y besémonos eternamente
¿Sí?



POR QUÉ

Por qué te fuiste sin despedirte
de mí ni de tu mochila.
Por qué dejaste  olvidada tu sombra
en la esquina del abismo.

Es que acaso ya no despeinaras al viento
para abrigarme un te quiero
bajo mi almohada de hojas secas.

Por qué te fuiste sin mirarme
sin contestar mis besos
sin abrazar mi vientre
sin dejarle ni un suspiro al día
a la hora que los segundos
te rafaguearon la vida.
¿Por qué?



ESTE INVIERNO
            (Por el invierno en que nos hechizamos)

Este invierno te dejó perdido
los caminos no te traen ni un aliento
en las tormentas tu rostro
ya no se moja, se desprende.

Los rayos no erizan tu piel
se desvisten de esqueléticos recuerdos
y perfilan un esquirlante olvido.

Este invierno se olvidó de vos,
te dejó perdido entre los muertos,
la briza de huracanada lluvia
no trepará tu faz tan bella
y en tu mente hambrientos
deseos de ver el cielo
tendrán que respirar tierra sin tempestad.

Este invierno no te quiso traer
te dejó perdido entre mis recuerdos
sobre el escritorio donde mi angustia
se arrima para leer un poco de tu cadáver
y escribir en él el llanto que mi ser cobija.

Este invierno te dejó perdido
entre mi amar la vida
en donde embutí los deseos de escribir
por donde pasa la correntada de días
que inventarán una cucharadita
llena de poesías y pólvora.

¡Este invierno… cosechará mi muerte!



EPITAFIO


Cuando me muera
no me iré del todo
quedaré en tus anhelos e ideales
quedaré  en las letras que un día
escribí en el odio
estallaré en mil y mas auroras
y seguiré amaneciendo
en la conciencia afilada de todos.





* N. de la R.: El título general «Poemas de la Resistencia» ha sido elegido por el seleccionador de los textos. ANALECTA LITERARIA agradece muy especialmente a la Profesora de Educación Básica y madre de Amada Libertad, Sra. Argelia Marxelly de Quintana, el debido permiso para publicar los poemas de Leyla Patricia Quintana Marxelly.




LEYLA PATRICIA QUINTANA MARXELLY [Amada Libertad], nació en Santa Tecla, El Salvador, el 2 de abril de 1970. Como Roque Dalton, Otto René Castillo, Javier Heraud, Jesús Santrich, Leonel Rugama, Ernesto Cardenal, Francisco «Paco» Urondo, Juan Gelman, Luis Álvaro Yuste, Otoniel Guevara, entre otros, Leyla Patricia Quintana Marxelly, fue poeta y guerrillera. Realiza sus estudios en el colegio María Inmaculada de San  Salvador. Inicio estudios de periodismo en la Universidad de El Salvador en 1987. Murió a los 21 años de edad, entre las seis y siete de la  mañana del día 11 de julio de 1991, durante un enfrentamiento con las fuerzas militares en El Salitre, Nejapa, sobre las faldas del Volcán de San Salvador. El día de su muerte hubo un eclipse de sol. Cuentan, que al sentirse acorralada corrió y se tiró a una zanja, donde la atacaron con un cañón calibre 90 hasta que murió. Sus restos quedaron en el mismo lugar donde cayó, pero un año después su madre Argelia Marxelly de Quintana los exhumó y ahora reposan en el cementerio de Quezaltepeque, una localidad fundada por los pipiles en la época precolombina. El topónimo náhuatl Quezaltepeque significa «Cerro del Quetzal». La palabra «quetzal» proviene del náhuatl quetzalli, que puede traducirse como «cola larga de plumas brillantes». El quetzal también es llamado la serpiente emplumada pues al volar su cola se mueve en el aire como lo hace una serpiente al arrastrarse, de ahí el origen del nombre al dios azteca Quetzalcóatl. Leyla Patricia Quintana Marxelly era «la radista del pelotón loco», perteneciente al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Radista es un operador de equipos de comunicación; un radiodifusor anónimo y clandestino que constantemente está corriendo el riesgo de ser detectado por el enemigo. Ello les obliga a tomar medidas de seguridad en forma permanente y a cambiar las formas de operar, el lugar y el horario de sus transmisiones clandestina. Siempre el radio de acción es limitado ya que se transmite con equipos de escasa potencia. En tiempos de guerra la  radista era uno de los objetivos principales, ya que son quienes poseen las claves para descifrar los códigos de información o comunicación de los grupos guerrilleros. Su obra poética se ha publicado póstumamente. Los títulos publicados son: POESÍA: Larga trenza de amor (1994); Pueblo (1996);  Las burlas de la vida (1996); Liberta va cercando (Italia, 1997); Lectura de cicatrices (2000); Destino (2011) y Volveré (2012). ANTOLOGÍAS: Mujeres en la literatura salvadoreña, Red de Mujeres Escritoras de El Salvador, (1997); Poetas de la resistencia, de  Otoniel Guevara, (2011); Antología poética, de Maria Poumier, (Francia: 2002); Pícaras, místicas y rebeldes, Tomo «Rebeldes», de Leticia Luna, (México: 2004); Literatura Salvadoreña 1960-2000, de Jorge Vargas Méndez-J. A. Morazán. PREMIOS: Mención Honorífica en el Certamen Wang Interdatada 1990 con el poemario «Virtiendo en Papel Guerra un Poco de Mala Ortografía». En 1991 se le otorga el Primer Lugar compartido por «Locuras y Garabatos» en el Certamen Femenino «Dra. Matilde Elena López» promovido por ORMUSA. El 28 de Septiembre de 2000 EL COM y LAS DIGNAS le otorgan diploma de Reconocimiento (post-mortem), como mujer sobresaliente del siglo XX.