EL SILENCIO DEL DIABLO Estas montañas son de silencio cuando atraen la mirada y chupan con fuerza vertiginosa pedazos de piel y generan un viento atroz sin ruido. Entonces son un recuerdo de piedra penetrado de hilos de agua. Casi no hay verde. Sólo hay una bruma reflejada por una sensación de polvo de granito que a veces es gris o rojizo. Estas montañas dan amor y pánico porque guardan secretamente el silencio. El sol las recrea mansas cuando ellas danzan ellas, aquellas las queridas etéreas y desnudas. Con olor …
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