Enrique Solinas

Enrique Solinas
Poemas


1. EL PUEBLO

En un pueblo muy chico
donde todos nos conocemos los delitos
y la nieve se cae como pintura fresca,
y la nieve se cae como pintura fresca,

vivo.

Tengo una casa
con patio, perra y padre,
y un jardín,
y una hermana
que todo el día
se disfraza de noche.

Cuando llega la hora de descansar
nos disparamos con gritos
pero todos somos malos apuntadores
(NADIE QUIERE MATAR A NADIE AQUÍ)

Triste es la canción que pasan por la radio
(golpean a la puerta).
Triste es la canción que viene del jardín.

Nadie atiende,
Golpean a la puerta.

Nos abrazamos
porque tenemos miedo.




2. LA NOCHE EN EL JARDÍN

Una pequeña música nocturna
en forma de viento.
Los chicos cazan luciérnagas
y ponen las manos
como para rezar.

Como si Dios fuera una luciérnaga
y se dejara atrapar
para romper el silencio.

Como si el milagro fuera que Dios
sea una luciérnaga

para no sentirnos

tan solos.


3. SAN SEBASTIÁN

Él abre su cuerpo al mundo
como quien ata la voz a un árbol
y la multiplica.

Sabemos que es así,
que nada evitará su despedida,
la victoria feroz del que ha perdido.

Si le dan a elegir
entre el silencio y el silencio,
prefiere el estallido
o la mueca
de su representación.

Ah, mi querido,
la revolución ya pasó
y no nos dimos cuenta.
Se fue como esta noche,
tratando de entender
por qué él
-tan bello y extraño-
se deja atravesar por nuestras flechas,
por qué abandona su cuerpo a nuestro mundo
y nosotros tan lejanos como Dios.


4. EJERCITACIÓN

Todas las noches
un hombre nada en la oscuridad.
Su cuerpo desnudo
recorre el cuerpo del cielo.
Ninguna cosa se espera de él
y al mismo tiempo él espera
terminar su rutina
para volver a comenzar
la noche siguiente.

Como un cirujano
el hombre nada en la noche de la memoria.
Es un bisturí.
Sabe
que la prolija autopsia que realiza
es para que se abran
todas las puertas de la luz.

Entiende el mundo
y por eso exige:

De ahora en más y para siempre
el perdón
No se convertirá en olvido.



5. RUTINA

El muchacho cabalga hacia la aurora
para abrir y cerrar el mundo.
Es el aliento de la infancia el que lo obliga
a cortar su corazón.
Es el aliento de la infancia el que lo obliga
a coser su corazón con aire.

Tantas palabras, tantas,
que ya no hay
qué decir.

Es el aliento de la infancia la aurora.
El sol es rojo.


6. MAGNIFICAT


Hoy desperté y mi cuerpo
tenía olor a flores,
a perfume de orgasmo y alegría.

Los animales obedientes acompañaban
el transcurrir violento y ciudadano.
El tráfico en las calles se partía en dos
cada vez que deseaba cruzar
hacia la otra orilla.

Voces diversas escuché
y entendí todas las palabras del mundo.
Dos marcas rojas en mis manos
anunciaron la transformación.

"Soy santo", me dije, "soy santo".

"En el exceso de la muerte
y la vida
está la redención."


7. EL DOBLE

Ese hombre que está sentado frente a mí
es apenas un reflejo
de lo que soy.
Tiene mi voz atrapada en su garganta
-y sé que es personal -
como si alguien lo hubiera autorizado
a dejarme mudo.
Transcurren sus días en mi contemplación.
Sabe más
de lo que yo comprendo.
Ese hombre que está sentado frente a mí
sonríe, acomoda su pelo
y espera a que me duerma de una buena vez
para ocupar mi historia.

Ahora
observo que se aleja, sin mortificaciones.
Ahora:
parte como quien regresa
de un largo sueño.
Y es tan simple,
tan vacío de significación,
tan elegante, tranquilo y eficaz,
que da gusto verlo cada vez,
regresando hacia mí,
abriendo
las puertas de la muerte.



8. ESCRIBIR

Torpe la voz, el viento
enuncia la palabra plural,
la conversación del solo.

A fracaso y verdad
se intenta
escribir sobre aquello
que no
cambiará el mundo.

A duda y obstinación.

Aquí,
los sustantivos duelen
como duelen los muertos
perdidos.

Si aquí,

al fin y al cabo,

el poema soy yo.


9. EL DESEO

Porque lejos aquí el amor,
un sueño de palabras cuando la intimidad permite
el acercamiento
de un cuerpo hacia el otro y el deseo,
y el momento en que los labios se abren y exclaman
algo parecido a la felicidad y su silencio
por esta sed,
capaz de destruir lo que a su paso encuentre
cuando aparece esa imagen que provoca
una breve desesperación, esa imagen
que se repite en la cabeza una y otra vez y los abrazos
que intentan formar un solo cuerpo en esa imagen
que se repite en la cabeza una y otra vez
cuando lejos
aquí el amor
que se repite,
y las palabras y los ojos y el encuentro
en esa imagen,
tan simple,
tan buscada y real,

esa imagen,

mi sexo en tu boca.


10. BUCÓLICA

El olor de tu cuerpo, amigo mío,
me recuerda al color de la infancia.
Una pradera con demasiado sol
cuando no estoy triste,
cerca del río
en donde alguien dibuja mi ciudad.

Nada es tan importante ni inocente
como pensar en un día perfecto:
vaca y pasto,
los pájaros que nos sobrevuelan
como a San Francisco;
algunas flores,
sendero de amapolas;
el cielo quieto y azul,
como de utilería.

Sé que pronto ya no estarás aquí.
Todo es inmediato.
Sé que pronto
te ocultarás detrás del sol.

Disfrutemos ahora de este día,
que el mañana no es cierto.

Brillemos como el agua en la noche,
tan sólo para la memoria.


11. LA PATRIA

Triste canción, pequeña,
tan fugaz,
herida abierta a las ciudades,
pueblo,
corazón sin rumbo.

Reina plateada de corona ausente,
sumergida en las aguas
que ocultan la razón.
La pastilla de la felicidad
es un barco que navega
el territorio mudo.

Todos los padres te golpean
y no piden perdón.
Todo tu cuerpo es un gran río
que cambia de discurso.

Y entre el asfalto y las estrellas y el desorden,
nos queda la canción:

callado sueño vacío
bajo el barro de la desesperanza.

Y nuestro rezo,
única y amordazada voz,

temblorosa,
desnuda.

12. LAS TUMBAS

Titila la oscuridad como una lámpara
en mi cara dormida.
Pronto, pronto se abrirán las puertas para que huyan
las palomas del centro de mi cuerpo.
Tiembla todo
y en su temblor el viento negro avanza
para ocupar el bosque de la historia,
el territorio devastado de la soledad.
Tiembla todo
y en su temblor el viento negro nos muestra
el corazón vacío de la esperanza.

Pronto, pronto cerraré los frascos donde guardo
con pasión la memoria de los muertos.

Pronto, pronto:
cada cosa perderá su significado
y las palabras serán
barcos de luz
que se dirigen hacia la luz.

13. CUMPLEAÑOS

Niño en oscuridad,
el sueño ha regresado:
una madre ausente
se presenta
y sopla las velas
del barco
que te conducirá
hasta su entierro.

Es tan extraño el mundo
como la ceniza que vibra
en tu corazón.

(Pide tres deseos.)

Es tan extraño el mundo
que la mujer
bebe de tu cuerpo

hasta olvidarte.


14. EL ROSTRO DE DIOS

Esa mujer,
extendida hasta nunca debajo de la sábana
no muestra signos de respiración.
Apenas es el resto de una imagen,
el personaje principal en bastidores
no disponible para despedidas.
Hacia los costados,
sus brazos se alargan y tocan el infinito.
Las manos se apoyan en oriente y occidente
sin ganas ya,
sin intención.

Descorro la sábana y al mismo tiempo
vuela una mosca como ninfa sorprendida.
He aquí la cuestión:
sus labios entreabiertos y la piel extraña
contrastan con el gesto de una sonrisa,
y el único signo de vitalidad
es la mosca
que ha bebido toda su respiración.

Si la mujer sonríe es porque sabe algo
que nunca terminó de decir.
Si la mujer sonríe
es porque nos ha engañado
y nunca sabremos el motivo.
Pasa el tiempo como la vida pasa,
como pasa lo bello y lo triste.
Luego la abrirán en dos
para saber la causa de su fallecimiento.
Luego,
su rostro cambiará y será otra,
alguien desconocido.

Ahora sé que éste es el rostro de Dios:
una mujer que se va y la mosca que sonríe,
compartiendo la misma despedida.
Tan sólo nos queda
cubrir el cuerpo de la desesperanza
y contemplar el aire de la noche,
fatal y divino.


a mi madre, in memoriam





ENRIQUE SOLINAS, poeta, narrador y escritor argentino. Nació en Buenos Aires el 11 de Julio de 1969. Profesor en Letras y Ciencias de la Comunicación y Licenciado en Letras. Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior, y ejerce la docencia. Publicó en poesía: Signos Oscuros (1995), El Gruñido (1997), El Lugar del Principio (1998), Jardín en Movimiento (2003) y Noche de San Juan (2008). En narrativa publicó: el libro de cuentos La muerte y su conversación (2007). Por su labor literaria obtuvo varios premios, entre ellos, el 1er. Premio Rotary Club Bienio 1990/1991, 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993, Mención en los Premios Municipales de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción 1994/1995, Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes, el 1er. Premio Estímulo a la Creación año 2000 de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio de Cuento Fantástico 2004 de la Fundación Ciudad de Arena y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Mención Especial, Concurso Dorian 2007, por la Promoción de la Diversidad y la Cultura, Lima, Perú, etc. Su obra y forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo parcialmente traducido al inglés y al portugués. Actualmente, además de la poesía, su actividad incluye la narrativa, la crítica literaria, el periodismo cultural y la investigación.