LOS QUE SUBIAN Y LOS QUE BAJABAN Todos se equivocaban Cuando intentaban abrirla Como se abrían todas, - ella se abría sola- Y los que ya habían subido Decían que no la cerraran - que ella se cerraba sola- De nada servían los gritos o las señas, seguían gastando su vida intentando abrirla o cerrarla. Ninguno se equivocó cuando bajaba, No había nada más que gastar Habían aprendido que “esa puerta” se abría y cerraba sola Y así, bajaban sin hacer ningún esfuerzo, Liviano…
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