Jorge Luis Borges con Carlos Mastronardi, Eduardo González Lanuza y Alberto Mosquera Montaña, Café Tortoni, circa 1973 Era, como yo, un autodidacto ajeno al rigor azaroso de los exámenes y a esa contradictio in adjecto , la lectura obligatoria. Leía por placer, y sólo interrogaba los textos que realmente le interesaban, los que nos acompañarán hasta el fin. Durante más de medio siglo fuimos amigos. Con frecuencia suelo olvidar las circunstancias en las que conozco a las personas; recuerdo, sin embargo, mi primer encuentro con…
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