Toruño-Haensly, Morrow y Vittor

Nuevo Consejo de Dirección De Analecta Literaria


Rhina Toruño-Haensly,
John Andrew Morrow
y Luis Alberto Vittor


Rhina Toruño-Haensly - John Andrew Morrow- Luis Alberto Vittor


Ningún escritor o periodista que haya tenido la experiencia de editar un periódico o una revista cultural ignora las dificultades que implica su armado, su mantenimiento y, sobre todo, su continuidad. Todo ello requiere fuertes dosis de paciencia, flexibilidad y dedicación. Una dedicación que requiere tener plena conciencia que dirigir una revista no es otra cosa que saber coordinar con otros colegas distintos modos de pensar y de actuar, además de los tiempos, y delegar funciones a quienes colaboran con nosotros y quienes nos secundan.

En una época donde lo ocupación pasatista sirve para distraer a los aburridos observadores de la realidad cotidiana parece que el engaño o la ilusión es justo lo que el público necesita o desea. Ante la cultura concebida como mero entretenimiento o pasatiempo, nosotros oponemos una política cultural que en el fondo es contracultural, porque Analecta Literaria es una manifestación cultural que se propone como alternativa a la cultura pasatista predominante, esa pseudocultura, chata y vacua, que una vez conocida nos deja la sensación de no aportarnos nada. También expresa una actitud periodística contrainformativa, porque practicamos un tipo de periodismo que intenta formar al mismo tiempo que informar sin distorsionar ni falsificar la realidad de los hechos.

Publicar una revista digital de las características de Analecta Literaria estuvo siempre considerado en mi itinerario personal de cosas por hacer, en ese hacer que va mas allá del quehacer de todos los días con que todos nos ganamos la vida. Al hablar de itinerario no pretendo dar la idea de un andar ceñido a un plan predeterminado, sino que quiero hacer referencia a la creación de redes organizativas con otras personas con quienes compartimos preocupaciones y ocupaciones cotidianas acerca de la literatura y la cultura. Sin duda, la creación de nuestra revista on line, Analecta Literaria, significó la puesta en marcha de un itinerario personal, pero me di cuenta, a poco de andar, que ese itinerario se despliegan generosamente otros itinerarios personales que, por su coincidencia o convergencia hacia una misma meta, me permiten realizar el mío.



El término itinerario proviene del latín, iter ,que significa "camino". Pero no sólo describe un punto de partida, una trayectoria, sino que también señala el rumbo que queremos seguir, la dirección cultural que nos lleva y de aquellos lugares, accidentes, paradas, encrucijadas y convergencias que se encuentran en ese camino. En nuestro caso, se trata de un camino intelectual que recorremos en compañía de escritores, artistas y especialistas que colaboran en Analecta Literaria. Lo que caracteriza a cada itinerario es también la variedad de opciones literarias, filosóficas, antropológicas, culturales y políticas que nos acompañarán a lo largo de todo nuestro recorrido.

Motivo por el que al hablar de itinerario, en singular, debo matizar el término en plural por las diversas personas cuyos itinerarios personales interactúan con el mío para apoyarme y aydarme a concretar y dar forma a esta propuesta. Personas de gran honestidad intelectual que han estado aconsejándome, asesorándome, colaborando de mil formas posibles, ya sea haciendo contactos con escritores, estudiosos, investigadores y especialistas académicos o haciendo enlaces con instituciones y organizaciones culturales, actuando como agentes multiplicadores de un acto al que, generosamente, han permitido que el director se lleve el crédito, cuando en realidad han sido ellos, y no yo, los gestores de muchas importantes participaciones y contribuciones, los que han coordinado envíos de artículos, pedido datos, etc. Son muchos los periodistas, escritores y especialistas académicos de bien ganado renombre nacional e internacional que nos apoyan y hacen más fácil la labor de dirigir una revista.

Pero entre ellos, hay tres personas, también escritores, docentes e investigadores universitarios, con quien me siento particularmente en deuda. No sólo porque, desde el primer momento, apoyaron el proyecto de edición de Analecta Literaria en soporte digital, la que también proyectamos editarla en soporte de papel, aportando ideas, esfuerzos, colaboraciones, estableciendo contactos con otros colegas, invitándolos a colaborar con nuestra publicación, sino porque además se revelaron como personas de gran calidad humana que me ofrecieron su ayuda desinteresada y espontánea.

Estas tres bellas personas que no cesan de alumbrar mis oscuridades con sus luces, son Rhina Toruño-Haensly, John Andrew Morrow y Luis Alberto Vittor. Los tres me abrieron generosamente las puertas de sus relaciones personales y, sobre todo, las de su confianza y amistad personal. Es por esta razón que nuestro equipo de Redacción consideró que son las personas más indicadas para continuar realizando la labor de consejeros y asesores que ya vienen desarrollando en silencio desde los inicios mismos de Analecta Literaria. No hago otra cosa que reconocer, con agradecimiento, el aporte que vienen haciendo sin pedir nada a cambio. Y si algunos ven que nuestro Equipo de Redacción los menciona con frecuencia ahora saben por qué.

A partir de ahora, Rhina Toruño-Haensly, John Andrew Morrow y Luis Alberto Vittor, conformarán el Consejo de Dirección de Analecta Literaria cuya función principal será, entre muchas otras, la de aconsejar y asesorar al Director tanto como llevar a efecto las decisiones del Comité de Asesores Académicos (todavía en formación), relativas a la publicación de trabajos originales seleccionados por medio de un riguroso proceso de evaluación y análisis autorizados. El Comité de Asesores Académicos está asimismo constituido por distinguidas personalidades del hacer y quehacer cultural nacional e internacional. Los nombres de los miembros de nuestro Comité de Asesores Académicos serán publicados oportunamente en un post especial como el que hemos hecho con motivo de la asunción de nuestros Jefes de Redacción y con la puesta en funciones de nuestro Consejo de Dirección. Con estas sencillas y sinceras palabras quiero dar la bienvenida a tres muy queridos y respetados amigos: Rhina Toruño-Haensly, John Andrew Morrow y Luis Alberto Vittor.



Christian G. Binderfeld
Director