Ulises Varsovia


ULISES VARSOVIA

4 POEMAS INÉDITOS





1. RADA DE VALPARAÍSO

Ni en el mítico Estrecho de Helesponto
por donde Jasón con sus Argonautas,
ni en el grandioso delta del Nilo
con milenios de historia fluyendo,
ni en la Península del Labrador
rememorada por los vikingos,

ni en el archipiélago canario
soplado por los vientos del Sahara,
ni en la calma del Golfo de México
donde Cortés con sus precarias huestes,
ni en las tórridas costas de África
desde donde la sangre de esclavos,

ni en los fiordos de la Escandinavia,
ni en la monzónica ribera india,
ni en los canales del Sur proceloso,
ni en las Islas Paradisíacas
de la Oceanía misteriosa,

ni en las contorsiones del Adriático
en cuyo final la bella Venecia,
ni en el sudoroso Mar Caribe
poblado de verdes jardines flotantes,
ni en las márgenes del Ponto Euxino
encerrado entre masas gigantescas,

ni en la inalcanzable costa china,
ni en los gélidos bordes de Siberia,
ni en la tropicalía brasileña,
ni en el tenebroso Golfo Pérsico,
ni en las solitarias Alentianas
perdidas en el Pacífico Norte,

ni en las ensenadas ibéricas,
ni en las islas solares del Egeo,
ni en ninguna orilla azul de los mares,
sino en la rada de Valparaíso,
sino en la rada de Valparaíso.




2. CURIOSA CRIATURA

Curiosa criatura el bípedo,
afanado desde la infancia
en forzar claves y cerrojos,
siempre a la búsqueda del rastro
de sus raíces por las edades,
de cabeza en el laboratorio.

Único entre los seres terrestres
cuya sabiduría el fruto
de largas hileras de cruces
sobre los campos de batalla.

Miradle revisar el átomo,
miradle inclinarse, ceñudo,
sobre el embrión de la mies desnuda,
o irrumpir, altivo, en la antesala
del quid de las claves genéticas,
maravillado de su valía.

Ya en las cavernas indagó tinieblas,
y revestido de su traje argénteo
con lúdicas places tintineantes,
danzó emitiendo salmos agrestes,
atrapando con mágicos ritos
el ser animal en las paredes.

Pequeño dios del follaje cósmico,
cuando el arúspice inspeccionando
el hígado de las víctimas,
o abismado en las constelaciones,
allí ya el fatídico inicio
de las expediciones planetarias.

¿Hasta cuándo descenderá el ojo
para mirarse íntegro por dentro?
¿Qué hallaremos cuando el microscopio
salve los últimos obstáculos?
¿Y qué sentido tiene el dolor humano?

Curiosa criatura el bípedo.


3. ESTUPOR

Horas de estupor, merodeando
en torno a la página en blanco,
con un puñal de brillo homicida
y una rosa de intacta pureza,
¿a qué deidad dirigir mis preces,
a qué santo varón encomendarme,
qué homicidio perpetrar, qué niños
amenazar con mi flor impoluta,

para que caiga el fruto por fin,
para que cuaje el trigo en la era,
y mi hambre de siglos se sacie
con un banquete frugal de vocablos
enlazando su perfecta euritmia?

La mano en alto, cernida,
el cálamo un ave de presa
esperando impaciente el momento,
el ojo escrutando en la penumbra,

¿cuándo saltará, por fin, la chispa,
cuándo brotará el ansiado fuego
a extender su incendio de pastizales
y alumbrar de letras llamareantes
el espacio poblado de ciegos?

Horas de estupor, horas terribles,
horas de agonía, emboscado
en el cruce de la luz furtiva,
armado con un puñal de cuarzo,
y una rosa de extrema pureza,

¿a qué deidad quemar incienso
para que salte la luz al papel
e incendie de idiomas el cuaderno?


4. DE CACERÍA

De cacería por los alfabetos
con mi carcaj populoso de saetas,
y mi arco de madera olímpica
tensado hacia las constelaciones
llenas de peces ígneos huyendo,
llenas de vocablos escurridizos.

¿En pos de qué pieza capital
mis saetas, mi arco apolíneo,
mis manos, mis dedos en la ansiedad
de un rapsoda a ciegas en la corriente,
a ciegas en la obscuridad del logos?

¿Por dónde comenzar, hermanos poetas,
cómplices míos en la cacería,
qué planeta, qué cometa errante,
qué asteroide o mínimo aerolito
poner a la cabeza y emprender
otra nueva aventura en lo ignoto?

Peces ígnitos escurriéndose
en el océano del firmamento,
amados vocablos por los aires
como hojas secas revoloteantes,
o como pájaros enceguecidos
más allá de mis tendidas redes,

¿cuándo hágase la luz, y se haga?,
¿cuándo el cazador de palabras
de regreso de la cacería,
y un hermoso poema emergiendo
del amanecer hacia el mediodía?



ULISES VARSOVIA, Poeta y escritor chileno residente en Suiza. Nació el 2 de julio de 1949 en Valparaíso, cuyo mar y sus tempestades marcaron definitivamente su persona y su poesía. Estudió en la Universidad Católica de Chile donde se licenció en Historia e Historia del arte. Se doctoró en la célebre Universidad de Freibourg, Alemania en 1985. Radicado en Suiza, realizó estudios de revalorización en lengua y literatura españolas en la Universidad de Zürich [1992-1994]. Es docente universitario en la Universidad de San Gall, Suiza. Ha publicado 28 libros de poesía, cinco de ellos en Chile, y tres dedicados a Valparaíso, el último: Hermanía: La Hermandad de la Orilla, en la Editorial Apostrophes de Santiago. En agosto del 2007 la Asociación Cultural Myrtos publicó en Sevilla, España, su libro de poemas Anunciación. Ángeles y Espadas. Esta misma entidad acaba de publicar su Antología Esencial y Otros Poemas (1974-2005), que incluye dos poemas de cada poemario publicado. Myrtos ha publicado también la antología Vientos de Letras, en colaboración con el poeta andaluz Alexis R.