Jerónimo Alayón Gómez


Jerónimo Alayón Gómez
10 Poemas Inéditos
Especial para Analecta Literaria



1. LA ROSA AL REVÉS
Poema finalista del Premio Literario Giulia Gonzaga, Edición Especial 2009 (Italia). Próximo a publicarse en una antología de los poemas finalistas del Concurso.


Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó...
Antonio Machado

Mi amada
anoche,
soñó extraña visión:
que sobre las aguas del océano
se erguía un trono de oro,
y en él yacía la rosa al revés
sobre el asta de un unicornio blanco.

Mi amada,
anoche,
se vistió de cielo,
de azul y de Luna,
con toda la luz del Universo
metida en los ojos,
dormida para siempre
en el regazo
de su pequeño unicornio blanco.

¡Tocad mi tristeza...
si alcanzáis!

¡Si veis a mi dama y su unicornio blanco,
decidles que este anciano marinero
también anhela escuchar
el último acorde azul y plata
de la rosa al revés!




2. LA NOCHE
¡Eterna noche de delicia!
¡Canto sin fin! ¡Eterno poema!
NOVALIS

Siempre llega.
A veces nos sobreviene simple,
sin luces tenues ni cantos de grillos.
Otras, con su preñez de luna y aves nocturnas
que se adivinan entre las sombras.
Pero siempre llega.

Ante ella somos pequeños.
En medio de ella, profundos.
Después de ella, substancialmente distintos.
Cuando nos anochece,
nos muta con su descomunal simpleza.
Toda mano asida se diluye
entre relámpagos de una memoria atardecida,
y toda voz adquiere la perfección del silencio:
eternidad reflejada en una astilla de espejo.

Siempre llega.
Y una vez acaecida su epifanía,
nunca más se irá.


3. NIEBLA

Humo preterido
que deroga el derecho a mirar.
Telaraña vaporosa
que secuestra la memoria.

Cruzo el bosque
preñado de verdes temerosos,
y
pienso en la inminencia del fuego.

¡Ay de la niebla que habita en mí!
¡Ay de la voz indómita que el miedo evapora!
¡Ay del cáliz roto entre conticinios prefabricados!

Gaseosa omnipresencia
es el silencio de los cobardes.

A ciegas
recorro los senderos... ¿o los andurriales?
¡Qué mas da!
Solo importa no ceder al infarto de las horas.

Camino,
y en esta hora de soledad estanca,
solo me queda la niebla inmisericorde
para asirme y no caer.

Camino,
y en esta hora de soledad estanca,
me he quedado azul y azul,
como la última gota de tinta
en la pluma fuente que olvidó su destino.


4. SOLEDADES

camino por una larga vereda de eucaliptos
en la ancianidad temprana de la tarde
a veces quisiera acertar a mirar el final del camino
a veces quisiera acertar a mirar simplemente
pero un pertinaz telón de niebla me hurta los allendes

camino y sé que otros transitan esta difícil vereda
llamada soledad
otros en otros tiempos alternos al mío otros

la tarde está de árbol herido por díscolo rayo
y de limón huyendo por la ladera hacia sordos confines

ya dije que otros van conmigo pero van tanto con sus oquedades
que yo me parezco cada vez más a los eucaliptos de este atajo llamado vida

y entonces el alma se arruga se arruga tanto
como un papel que pronto irá al cesto de los despojos oculares
se arruga tanto se constriñe tanto se implosiona tanto
que solo atino a producir mi más acendrado verbo el silencio

Y al final apenas me dibujo a mí mismo por los linderos modestos de la vida
apenas

la tarde está de árbol restallando en proclive caída
y de cangilones en el estertor último del molino

me siento a la vera del camino a descansar la soledad de mis huellas
y a esperar la redención de mis íngrimos jirones de niebla

allí justo de en medio de la gaseosa soledad
emergen las pupilas timbradas de mi hija
que son las pupilas tempranas de mi esposa

la niebla se dispersa los eucaliptos caen la llanura es una promesa de sol



5. LOS FUEGOS FATUOS SE APAGAN CON EL ALBA



alguien ha tirado una raya rubia en el horizonte
parece el descuido de un payaso al maquillarse

la montaña todavía es un firmamento de fuegos fatuos
pequeños infartos de luz pequeña muerte de la noche
la raya rubia parece ahora el desastre de un maquillaje

un pusilánime incendio amenaza con desparramarse por el cielo
los fuegos fatuos abdican de su imperio minusválido de luminiscencias
a diestra y siniestra ejércitos de fotones acuchillan la noche
ay de la luz que yace inerte bajo las ruedas del carro de fuego

cierro los ojos para no ver el genocidio de pequeños candiles
en mi otra noche aún viven en el minusválido imperio del recuerdo



6. EL HOMBRE DE VERDES ESCARPINES



El hombre de verdes escarpines ha vuelto.
¡Cómo no notarlo,
si llegó escupiendo tildes de plomo!
¡Cómo no notarlo,
si sembró de rosas húmedas mi calle!
La noche es apenas un escondite
para cosechar la fatal hortaliza.
¡Cómo no notarlo,
si mis amigos van faltando,
con la sonrisa helada para siempre!

¡Ay, madre!
El hombre de verdes escarpines ha vuelto.
Yo lo creía ido para siempre.
Como mi padre un día me dijo
que ya no habría más escarpines verdes
hollando la blanca nieve, yo lo creía ido.
Pero ha vuelto, madre,
y me mira.
Me está mirando con todos los crepúsculos
del mundo metidos en las pupilas.
Me está mirando con todos los ayeres
pertrechados de rencorosas municiones.

¡Ay, madre!
El hombre de verdes escarpines ha vuelto,
y la sabana toda es una noche eterna.
Diles que no me lleven,
que no me siembren rosales en el pecho,
que no me troquen el tálamo
en fría caja y fría mortaja.
Diles, madre,
diles que no me lleven.
Que no me vistan de rayas la mirada,
que no me silencien los ojos.

¡Ay, madre!
El hombre de verdes escarpines ha vuelto.
Si me llevan... no me esperes.


7. ASCENSO

llanura trasquilada
cabeza averiada
{signo de exclamación
devenido en garrote}
{sinfonía muda
que zurce un corazón}
{boca renegrida
que profiere pólvora}
¿acaso haya retorno
desde este punto
parto de la devastación?
acaso sí...
sin ascensos de Ícaro
{el ascenso de la razón
devenida en amor}


8. VENTANA


La ventana
es un ojo sin pupila
a la espera del oteador.

Abre sus pesados párpados
de caoba milenaria.
Mira,
y asustada de mirar
que el mar es mar
hasta la orilla,
reniega de ser puerta mutilada.
Esgrime su fe en el camino
y echa a andar.

La ventana
ha devenido en horizonte.


9. EL OFICIO DE LAS NUBES

Caro oficio el de las nubes:
barruntar
senderos ayunos de demarcación,
trasegar
olvidos entre un quizás y un tal vez,
diluirse
en acuosa ofrenda,
sacrificarse
en vaporoso ascenso,
amarse
hasta el chispazo del pedernal,
incendiarse
en la sepultura del Sol,
ruborizarse
en el primo llanto del día,
trasquilarse
en el abrazo rústico del viento,
y al final...
deshacerse
en la memoria atónita del caminante.

10. VERITAS
In interiore homine habitat veritas
San Agustín

{ayer miraba la verde ladera
surcada de venas terracota}
[no mirabas otro pergamino
menos tú menos sí mismo]
{ayer ayer ayer yo era
torbellino de estrellas lujuriosas}
[no eras ejército estítico
voluntad atada al nunca]
{ayer ayer ayer}
[ayer eras lo que yo soñé hoy]
{¿y mañana?}
[mañana serás lo que ayer yo soñaré]
{¡basta!}
[¡calla, que aún no te he soñado verbo!]
{¡basta!}
[¡calla, que aún no te he soñado libre!]
{¡basta!}
[¡calla, que aún no te he soñado hombre!]
{entonces despertaré}
[¡no!]
{¡sí!}
{¡sí!}