Dolores Etchecopar

Dolores Etchecopar
22 Poemas
Segunda Muestra Poética
Con 4 Dibujos a la tinta de Dolores Echecopar


De: Notas Salvajes, (1989)


1. EL SACRIFICIO


Ella murió
pero pudieron salvar
el primer resplandor del océano
que se abría en el iris de sus ojos




2. DONDE ESTUVIERON SENTADAS LA DAMA Y SU PIEDRA

Asómese y alguien la salvará de la nieve de los
cuentos. Traiga sus profecías y sus ollas y la música
que ama porque toda música es imperfecta como
la máxima felicidad. Asómese aunque en la foto
no se noten sus uñas de oro ni su pequeño vestido
sucio como el agua de los bosques. Usted entró
en la casa de Barba Azul, pero allí Usted no fue
degollada. En su lugar murieron: la Dama y su
Piedra, la mujer que baja del ascensor, la mujer
que siempre sale en las fotos y la Otra, cuyo
nombre pudo ser Corsaria, pero en realidad se
llama la Mujer Muerta y Brillante a quien se le
confía la música de los prados para que hable
de su primera infancia.
Usted es una excepción. Usted se acerca a las
inmensas flores del verano porque ellas empujan
una balsa llena de luz y de muerte. Es Usted
una persona tímida y fértil. Hay hombres que
quieren besarla. También hay un vaso lleno de agua
y silencios que aterciopelan y el ruido mágico
de las naranjas cuando caen y abren un tajo
violeta en la hierba. Usted recita en alta mar.
Teje y desteje su sepulcro. Habla y deshabla.
Cuello volcado. Ama y desama. Galope verde
hasta sus ojos. Llovizna donde desaparece su carne
más lenta. Vientre de bandadas. Rosa sísmica
que atraviesa ?a piedra del sepulcro.
Asome su ojo cerrado en los bosques. Su color a
pasto brillante del abismo. Vendrá el que la
mantiene unida a caballo con las hojas y el sitio
de su cadera que hace fuego con la noche. Vendrá.
Carne tatuada en el silencio arisco de la pradera.
No vendrá. Nodriza-Aullido-Áspera-Alegría-Útero.
En su tobillo gira un río de plumas negras y el vidrio
del crepúsculo va cayendo adentro de un pozo. El
cielo se frota en los árboles hasta prenderse fuego.
Los pies de la Nodriza están clavados a una tabla.
En su cadera de oxígeno la luz hunde una rodilla
negra. Su cabellera es otra pierna de la noche.
Usted es un niño y teme que en la oscuridad se
le muera de golpe todo el pasto en la boca.
Entonces ella entra en la muerte con su vestido
de cañas y una raya de oro huye por el muro
cuando sus grandes brazos traban la noche. Usted
tiene la palidez y la lengua y todo su pelo clavado
en el mar. En la ciudad electrocutan a un pájaro
diminuto y se llevan los huesos de la hierba por
un túnel. Los muertos despeñan a la luna por una
zanja. Luego el sacerdote trae cuchillos para mirar
la nieve, sólo para mirar la nieve. Pero la nieve
hace miles de años que no cae más que en los
ojos de los niños. Únicamente ellos pasan por
el gran vidrio roto.

ENTONCES ALGO VUELVE A SUCEDER

Fin de la Boda
Fin del Silencio
Fin del Sepulcro
Fin Fin Fin


3. EL RESPLANDOR

a la memoria de Andrei Tarkovski



tú en la madera
quiero que vivas en la madera del violín del desierto
alguien da órdenes a la luna
pero nada resplandece
si me muevo es de noche
si no me muevo es de noche
en el silencio están cavando un túnel para matar
no me calma la sonrisa ni su fijeza
en los dientes cada vez más blancos
de las Azafatas y de los Ministros
ciudades amarillas negras me arrastran
de un cuerpo a otro de un tren a otro
de un hospital a otro
(las enfermeras traban mi corazón
y me recortan en forma de mano que grita)
no puedo reunir mi alma
carteles luminosos titilan crímenes
se está borrando del suelo
el leve tatuaje de la aurora
esta ciudad tiene muros
y hombres muertos en la niñez de los árboles
yo me hechizo con los agujeros del fin del mundo
pero tú en la madera
quiero que vivas en la madera del violín del desierto
qué sonido furioso mientras hablo
expulsa al narrador de la pradera
qué lanas durmientes abren ese cuento
comido por la nieve

hablo con el motín de los perros del silencio
y las rodillas nucleares de la aurora
hundidas en el agua de los secretos
pero tú quiero que vivas
en la clarividencia del furor de las hierbas
dotado de alegría
y de un habla de emergencia para calmar
el fondo de la noche
ahora que escuchas a una mujer
que cruza con sus medias de fuego
el aire cada vez más oscuro
ahora que incubas por última vez
el llanto de todos los hombres


4. DOCUMENTAL

los guardianes tienen risas de látigo en la oscuridad
así iba a comenzar la historia
no era yo sino el rocío de los muertos
ellos movían lentamente las alas de mi sangre
así iba a comenzar la historia
un hombre buscaba su vivienda
en el temblor de un año de sed
así iba a comenzar la historia
cuando el esqueleto de la prostituta
era más anciano que la luna
y se balanceaba al son de la melodía
rumba rock rezo sonidos que gatean
gotean una luz para tu cuerpo
así iba a comenzar la historia
tres millones de muertos
y un pequeño pez rojo en el océano Pacífico
¿qué opina Usted de los muertos
y del nuevo régimen de los muertos?
¿qué opina Usted de la acupuntura
para llegar al fondo del dolor
sin maltratar su piel?
acuérdese del alarido en la caverna
donde fueron hallados los restos
de manos tan jóvenes para pedir socorro
¿a qué edad supo Usted que había muerto
y qué consejo daría Usted a los que empiezan
y qué ruidos salvajes nos traería
en este Gran Día?
así iba a comenzar la historia
yo era un hombre apenas informado
por el toro que orina un lucero
en medio de la infancia
así iba a comenzar la historia
y abrí la jaula de las palabras
y me puse los silencios del mar
así iba a comenzar la historia
pero no había nadie alrededor del silencio
niños que caminaban como la luz caían
mientras bajábamos por el lado desconocido del cerro
así iba a comenzar la historia
yo era la que perdió la razón
cuando le dieron los nombres de las cosas
así iba a comenzar la historia

5. EPÍLOGO III


una niñita abría su polvera cuando estalló el edificio.
sus pies, al hundirse, alcanzaron la velocidad de la luz
y no fueron hallados
es decir que hubo árboles en ella
y alguien que envenenaba a las bestias que subían
por las rosas

6. EPÍLOGO VI


las palabras gatean sobre el suelo atormentado
por la inminencia de la total extinción
de los murmullos que sostienen la noche


De: Canción del precipicio, (1994)


7.

nuestro lenguaje es muy simple
sólo hay que soplar un barquito
sobre los lagos de la muerte



Niño y Pájaro, Dibujo a la tinta

8. MEMORIAS DEL NIÑO I



tambores de ala negra
niñez de mi dolor
hoy será el cumpleaños
erguidos sobre una tabla
mis abuelos buscan por alta mar
la música que los hará vivir

La Reina de los Pájaros, dibujo a la tinta

9. MEMORIAS DEL NIÑO II



protejo una mano pequeña
en medio del mar
aprieto la mano pequeña
dentro de ella protejo
el latido del mar.

Infancia, dibujo a la tinta


10. MEMORIAS DEL NIÑO III



bosque de ligerísima luz
llévame lejos del que habla
las lenguas se han secado
cuelgan del espejo que no hay que mirar
pastor de las aguas
pastor de los besos
llévame lejos del que habla
sin piedad.



Secreto, Dibujo a la tinta


11. LA MUÑECA DEL VERDUGO




no volveré a subir
por la real memoria del perfume
agitando estas hojas muertas
que alguien arrojó en mi hondo vestido
no quiero volver a estar despeñada y frágil
en el rostro de los sueños
no quiero que besen en la boca
a la ramera que me acompaña
hasta mi cuerpo


12. VACILACIÓN DE LOS ÁRBOLES Y LOS MUERTOS



allí he dormido mientras caía
un árbol lleno de hombres
he dormido llena de fuego
en un jardín
junto a ellos
los patos
y el lodo
las moscas
desapacibles alfabetos
que recorren el misal del asesino


13. EL QUEBRANTO DE TU REINO



los pájaros sangran al pasar por mi memoria
y no me acuerdo dónde estuve qué decían las palabras
las monedas trabadas en la máquina que engulle
el clamor de lo que muere


De: El Comienzo (Inédito)


14. ENSAYO



estuve ensayando un chillido
la consagración
interceptada por miles de bocas
estuve ensayando
la desmesura
del más breve amor

por un trino
por una margarita
por la pata verde delgadísima
del tata-dios

infinitas pequeñeces luchando
libélulas corriendo en el aire
portadoras de anuncios
avatares sin ton ni son
toman mis ojos por asalto
mi corazón me llama
por la ventana de otro corazón
para un respiro
antes que caiga la noche
y obligue a los pétalos y a los pétalos

15. ARISTA



hay palabras preciosas
gemas que se abren misteriosamente
cuyas facetas destellan algo que se quiebra
antes de completarse
así es la palabra aquiescencia
difícil de pronunciar
esquiva como un hilo de agua
que fluye entre las aristas filosas
de la palabra no


16. XI*


en mi casa algo grave le sucedía al silencio.
había hielo en un ojo y un jardín aterrado era el otro
en la oscuridad nevaba y los pasos de mi padre eran rápidos llegaban
en un día a todas mis edades y rompían una ventana hasta que
entraba esa luz en mi oído esa luz que quieren los árboles para tocar
el día más allá de sus ramas más allá de sus frutos heridos por el
hielo yo quería tocar la mañana de esa ciudad que se iba en los trenes

17. XII


tengo miedo
te abrazo con estas palabras
que salen de sus guaridas
como animales
de una rara tristeza


18. XIII


la tejedora enhebra su soledad
teje y teje durante años
de noche se queda tejiendo
le duelen los ojos
sus dedos han comenzado a deformarse
algunos puntos de escapan
y la trama se hace más liviana
la tejedora no sabe qué tejen sus manos
las agujas aéreas
la dejan atrás
no saben qué hacen
entre los hilos ciegos
los puntos que se escapan


19. XIV



la liebre hace un alto
todavía no sabe si es peligro o sosiego
lo que la abraza


20. XV


mi empeño es crecer de las madres
dormidas en el sonido
de la catástrofe

21. XVI


hablé de golpe
cuando me paré
frente al pozo ciego
de la conversación
dije algo que no sabía
algo que bailó entre tu cara
y la risa de mi abuela
que atrás mío había muerto


22. XVII


madre desentendida y numerosa
cordel de mis nombres
dicen que tienes las llaves de mi última casa
que debo tomarlas de tus manos
y hacerlas girar con perdón
en cada herida




* Nota de la Redacción: Los números romanos que encabezan los poemas son nuestros. Los colocamos para distinguir esta numeración de nuestra numeración que está en números arábigos.