1
mi madre creía en dios y hablaba con él en voz alta
mientras lavaba la ropa y la colgaba de la soga
sentado en un rincón del patio | después de la escuela
yo la escuchaba hablar sola y pensaba que mi madre estaba loca
¿cómo no iba a pensarlo? | yo tenía apenas doce años
la edad del mundo | la edad de todas las verdades de este mundo
pero un día llegué y ella no estaba
y fue como volver a nacer | aunque del lado de la desesperanza
eso pasó hace mucho tiempo, es cierto, pero de tarde en tarde
cuando el olvido me acorrala | me siento en el rincón de pensarla
y vuelvo a ser entonces ese niño al que la muerte le mordía los labios
a beatriz piedras
2
y me pregunto qué va a ser de mí | con esta lluvia
con tanta agua corriendo calle abajo | y esos despojos
que van a la deriva | si hoy el mundo es una boca de tormenta
hay que llegar | me digo | a la otra orilla
mientras trato de recordar cómo era que rezaba
aquel hombre que no salía de su casa sin paraguas.
a liliana guaragno
3
"Al advertir que Ulises se aproximaba,
le halagó con la cola y dejó caer ambas orejas,
mas ya no pudo salir al encuentro de su amo"
La Odisea - Libro XVII
le halagó con la cola y dejó caer ambas orejas,
mas ya no pudo salir al encuentro de su amo"
La Odisea - Libro XVII
con sus ojos de cazar estrellas
desde un rincón | me está mirando
tal vez recuerda aquellas noches de miedo
cuando dormíamos el uno contra el otro
y el fuego dibujaba fantasmas en el aire
a lo mejor | el encuentro en una isla
cierta mañana de octubre | con ese mendigo
fatigado que regresaba a su patria
quizás piensa en los trenes y la espera |
las despedidas que prolongan la tarde |
el morir uno para que el otro exista
sus recuerdos son tan viejos como el mundo
y nosotros | dos amigos | que se sueñan
4
qué me puede importar el juicio inapelable
de aquel que separa la paja del trigo y dice
esto está bien | está muy bien | por aquí pasó dios
o simplemente baja el pulgar y se acabó todo
qué me va a preocupar (lo digo sin malquerencia)
la palmadita en el hombro | muy bueno lo tuyo che
muy bueno | y ahora sigo porque dicen que en la luna
han organizado un concurso y hay diez lucas de premio
yo escribo, amor, para ganarme tu indulgencia |
el secreto perdón que trae cada noche | y con el sol
de la mañana | hacerle un corte de mangas a la muerte
a hilda paz y néstor tellechea
5
mañana | 21 de setiembre de 1970 | tal cual está previsto
desde que el mundo comenzó a ser mundo
el sol saldrá por el este a las 7.16 | y se pondrá
por el oeste doce horas más tarde |
y ya no habrá biblia ni torah que pueda quebrar esta ley inexorable
lo explicaron en clase: el orden de la relojería llamada universo
es de una perfección extraordinaria
desde que copérnico explicó que las esferas celestes
giran sin importarle la voluntad de algunas santidades
(por eso y porque será 21 de setiembre
esta tarde te compraré rosas rojas)
pero mañana | sobre este lado del planeta | exactamente las 7 y 14
una nubecita distraída se empeñará en desafiar lo indesafiable
y al rato nomás un aguacero vendrá a inundarme el corazón
para que aprenda a desconfiar para siempre
de las leyes perversas del cosmos
de las vanas promesas del amor
6
si en este instante | si en este abismo de luz
el tiempo se detuviese ante tus ojos
podrías ver la flecha todavía en el aire
y al pájaro ensangrentado cayendo desde el cielo
la herida, amor, es siempre una parte de abismo |
la flecha una excusa de la muerte
7
adónde va el dolor cuando deja de doler? |
cuando por fin el hombre se libera del hombre
qué astillas del olvido deshabitan su cadáver? |
qué razones de intemperie lo devuelven a la nada?
si nada queda de él en nuestras manos |
adónde oculta dios su propia ausencia?
a luis alberto vittor
8
escribir un poema | un único poema
elemental y simple como una piedra
y después trepar las escaleras | salir al balcón
ser como ese pájaro que bebe la luna
a jorge ricardo aulicino
9
¿es la arena un pretexto del desierto?
¿son las huellas un invento del camino?
si todo es conjetura | lo será también mi fuga |
y sin embargo | es de tanto cruzar el desierto esta fatiga |
de fuego | la sed que me devora la garganta
10
dejad que los muertos entierren a sus muertos
cómo será nuestro reencuentro
con aquellos que no hemos sido capaces de enterrar?
cuando el futuro ya no sea una suma de los días
y cada madre busque a su hijo entre difuntos
qué haremos con estos huesos insepultos
con tanta ceniza devorándonos los ojos?
que los muertos entierren a los muertos |
que sus bocas queden mudas para siempre
11
la armonía entre pensamiento y realidad,
como todo lo metafísico,
hay que buscarla en la gramática del lenguaje
ludwig wittgenstein, tractatus logico-philosophicus
como todo lo metafísico,
hay que buscarla en la gramática del lenguaje
ludwig wittgenstein, tractatus logico-philosophicus
cuando ya nada puede ser dicho y el silencio impone su agonía |
¿calla el decir o el pensamiento?
si calla el decir, son las palabras las que nos han abandonado
en el límite exacto de nuestro propio lenguaje |
si calla el pensamiento | en cambio
es el lenguaje el que nos roba cualquier promesa de mundo
silencio sobre silencio | cuando todo es intemperie
lo inexplicable que emerge del poema
nos devuelve del vacío y da consuelo |
pero esa luz ya no es nuestra
a ignacio uranga
12
la lengua de los muertos dice cosas que los otros callan |
y cuando habla del ayer describe mundos que serán mañana
la lengua de los muertos es la que rinde cuentas
por aquellos que no volvieron | o volvieron sin palabras
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