Carlos Pérez Carignano
Tres Liras
SALIDA DE SOL
Los rayos acompañan
la brillante canción del sol naciente
los pájaros restañan
en voz resplandeciente
la jornada que luce ya inminente
el cielo azul celeste
enciende sus colores que radiantes
el sol en campo agreste
dibuja en sus variantes
y en el día describen rutilantes
pichones en su nido
expresan el clamor del alimento
el día que ha nacido
prodiga su contento
a los hombres que labran el sustento
el día con su trino
se desliza repleto de ilusiones
su luz entrega el vino
en cálidas porciones
que alimentan la vida y sus razones
el hombre que en la tierra
encuentra en el trabajo su descanso
al día ya se aferra
fabril gozoso y manso
aguardando la hora del remanso
el sol de la mañana
ilumina el perfil de la tarea
anuncia soberana
la brisa que recrea
el andar que las horas deletrea
El día que ha surgido
es placer es pregunta y es respuesta
el hombre estremecido
al yugo ya se apresta
y se apura a vivir en honda cuesta
espléndido aquel día
que recorre los campos y las mieses
sembrando la alegría
esbelta cual cipreses
enseñando a cantar humildes preces.
Puesta de sol
Crepúsculo en la tarde
que proclama el final de una jornada
tu sol es el que arde
en tímida posada
y se esconde hasta próxima alborada
tus rayos se detienen
y permiten leer aquel sendero
de tiempos que devienen
recuerdo verdadero
los matices de luz del día entero
las nubes y arreboles
imaginan nostalgias muy humanas
escriben en bemoles
sombreados que se ufanan
añorando las horas más tempranas
el sol que agazapado
sólo puede brillar en voz oscura
saluda ya postrado
clamando en su textura
en destellos que añoran su figura
espléndida la tarde
que esgrime con su amor el propio ocaso
el día se hace tarde
ya viene con su brazo
la sombra de la noche y su regazo
nostalgias de mi alma
aparecen gimiendo por el día
ya todo es grande calma
las luces todavía
son capaces de dar su melodía
imagen de la vida
que recorre parábola incansable
el sol pronto ya anida
su voz que es inefable
se concentra en la noche deleitable
los hombres como soles
transitan hasta el fin de su carrera
sabiendo de arreboles
viviendo luz postrera
y aguardando en la paz la noche entera.
NOCHE ESTRELLADA
Los astros que contemplo
jalonando la noche en alto cielo
luciérnagas de un templo
candiles que en el suelo
imagino encontrar con vivo anhelo
la noche oscurecida
nos alumbra con ráfagas de estrellas
la hora enriquecida
de flores y grosellas
nos balbucen cual chispas de centellas
la noche contemplada
en la gran variedad de luces nueva
registra la tonada
que nace donde lleva
su cantar a la cima que la eleva
oh noche que divina
te descubre quien vive en la montaña
o en el mar do imagina
que a sus peces los baña
esa luz de los cielos que no engaña
la hora del descanso
apacienta mi vida con su trino
que forma en lago manso
y en pródigo camino
el anuncio estelar que yo adivino
oh noche soberana
eres reina de luces en tu brío
cobijas con tu lana
al hombre que en su frío
no dejó que alumbrara el sol de estío
espléndida morada
la del techo estrellado de la vida
es casa abroquelada
y tiempo que convida
a nadar en la luz toda la vida
oscura y suave noche
que disipas la voz entrecortada
te brindas sin reproche
en hora ensimismada
y es brillante tu esfera iluminada.
la noche de la vida
es puro caminar en la esperanza
el sol su siembra cuida
la lluvia cae mansa
y en la noche germina la labranza
el día en su carrera
esplende con la fuerza de la vida
la noche que acelera
la hora de partida
nos refugia en solar que al hombre anida.
LOS DÍAS Y LAS NOCHES
Contemplo la quebrada
sin hallar los senderos conocidos
comparo mi pisada
con tiempos recorridos
descubriendo misterios ya vividos
el día en su alborada
nos ofrece el color de luces bellas
visita mi posada
las luces son estrellas
y el hombre al caminar sigue sus huellas
la noche que es oscura
arrebata el candor del mediodía
invita en su espesura
y en hora ya sombría
a rumiar lo vivido en ese día
la luz cuando aparece
es capaz de sanar en toda queja
la noche se parece
al misterio que aleja
el dolor al creyente que lo aqueja
la esperanza soleada
da lugar a sembrar en propia tierra
la noche que apagada
oscura luz encierra
y la pena en la luz siempre destierra
el sol por ser brillante
inunda de color hora tras hora
la noche vacilante
alumbra en voz que añora
la presencia del sol que tanto implora
las horas que diurnas
iluminan magnífico tesoro
me invitan taciturnas
de noche en bello coro
a enraizar la hermosura que atesoro
el día con sus luces
nos permite vivir toda experiencia
la noche cae de bruces
y humilde con su ciencia
en tímida virtud da su indigencia
la noche junto al día
conforman la jornada en su camino
la noche busca el día
y el día en su destino
en la noche descansa de su trino.
* Los datos biobibliográficos del autor puede el lector interesado consultarlos en nuestro post del día 7 de Octubre de 2009.