Jorge Ariel Madrazo


Jorge Ariel Madrazo

15 Poemas Inéditos
De su Próximo Libro
Ayer Decías Mañana


Especial para Analecta Literaria

 Copyright © 2011 Analecta Literaria






1. TU ALMA, SUS FRACTURAS

La idea de la catástrofe, una catástrofe silenciosa,
advertida apenas, pero inevitable.
O bien las microfracturas psíquicas,
las microfracturas de un alma...


Carlo Bordini, "Microfracturas"


Como, por ejemplo, esperar en vano esa llamada
-a tu puerta- de un ser que ha de cambiar tu vida, o
aguardar la campana del final, y dejame hablarte del graznido
de un ave rojísima volando
dentro de tu fiel costillar, o acaso sea aquel
fingido vendedor de claveles que cruza
la oscura
esquina, y sólo atinarás
a guardar un pálido silencio
mientras allá lejos,
en el perdido paraíso,
grandes hojas de palma
ondulan junto al mar

y el marino recorre borracho la escollera
y la vida, esa noche, clausura su último
resquicio
y tu silbido (que no oís) te impide percibir
a un alguien que ruega tu ayuda,
Martin Pescador extraviado
que mira sin deseo al pez
prendido de su pico

La idea de la callada catástrofe te acosa sin descanso.
Sabés que habrá de llegar con pasos de felpa.
Quisieras recibirla limpio, con mentida valentía.
Tu alma, sus fracturas, se ocultan en la sombra.





2. ALMITA QUE HAS DE CUIDAR

    "Soy una nube en pantalones"
            Vladimir Mayacovski

     "Animula vagula blandula"
            Adriano / Yourcenar

Alma que atónito intuirás
en el minuto último
cuando esa alma reaparezca
en una luz, cuando retorne
    a la esplendente
visibilidad.
Almita que te alentó,
        tan en silencio.

Y entonces observar, con trágica garganta,
al si-mismo de un Yo
ficticio, erróneo, hirsuto

Ese Yo malvestido en tu camisa
y encasquetándose tan luego tu
ilusión
y quién advertiría que aquel
Yo
sólo era
una nube en ropas de humanito coloquial

Por ello
has de cuidar al alma como a un crío
desvestirla del Yo, que en todo miente
pacer con ella en huertos familiares
Y despedir tu alma
cuando partas
con los ojos abiertos
y vacíos.


3. Y ÉSTA ES LA NOCHE

Croan las ranas en un pantano inexistente...
        Miriam Cairo

Y ésta es la noche, danzando sobre los álamos.
En el nocturno azufre vuelvo, pues, a ser
aquel que ni los íntimos amigos adivinan.
No, ellos apenas acogen estas pálidas facciones 
que los ángeles del ayer no soñaron,
por eso
al aquí dejarte mi palabra:
las ranas
del campo
(donde una vez me supe vivo)
vuelven a croar, son mis fieles escuderos
de la resurrección.

Ellas cantan al tren remoto
acribillado por el oro solar, a
las nubes del encantamiento.
Ellas cantan a mi perplejo corazón
Croan las ranas, y mi vida
obtiene en ello lo justo y necesario.

Adviene vuelto enigma
el canto de las ranas
y todo está muy bien, está todito
bien,
muy bien.
¿Lo he dicho?:
Cantan las ranas
en su pantano inexistente, y
está todo en su sitio,
y muy muy bien
muy bien.

4. DECÍAS ALMA, DECÍAS CORAZÓN

y entonces echaría a traquetear
aquel carro con tamañas espigas
trigales.Y ordenó Cristo

a la aurora alumbrar, hallándola buena.
O sea: la música estaría en su
lugar, ese lugar que llamas "ser", aun
cuando tanto da llamarlo "luz"  ninguno

conoce el uno ni la otra, sólo
son Formas, tibios vocablos palpitantes.
O bien son mera Idea congelada
si elegís razonar tus entrañas, tu canto.

Tampoco es esto un poema. No creas
que yo soy alguien bautizado "yo",
acecha la locura con suavidad de tigre

Y si Amor no te auxilia, tu nombre será roto
Y deberás buscarlo en zócalos vacíos.
Y aquel que un día fuiste
disuelto será en sal.


5. NO LOS VEÍAMOS, ESOS PERROS GEMIDORES

Del inframundo, esos xolotlzcuintles cuyas heridas
Sanaban con sólo humedecerlas

No los veíamos mas allí estaban, dentro
De nosotros, caminando con nuestros pasos,
Sangrando nuestra sangre con aroma de incienso

¿Nos guiaban talvez al infierno, a un cielo del revés,
A nuestros huesos descarnados, a nuestra desmemoria?
Eran calientes, su cuero sin pelos nos encendía el corazón

Ahora, aquí abajo velan nuestras armas, quieren despertarnos
Para acudir donde Xólotl, el guardián de esta rara comarca
Pero sólo deseamos descansar, hemos sufrido demasiado

No nos platiquen ya de mujeres de muslos de lino
No nos recuerden el Sol cuyo carro rueda en la alta esfera
Nadie de aquí nos moverá. A nosotros, los guerreros de la nada.


(Villahermosa, México, 2008)

6. EDIFICAN LA CASA LAS LARVAS

del olvido   patios laberintos edifican
donde hombres a caballo quítanse
el sombrero
sentados en torno del asado
mi mujer
ofrenda sus pupilas el vino ofrenda                
de la serenidad
por lo cual

la casa alumbran las larvas de la bruma
hiende ya las nubes su viga maestra
    garras colmillos
edifican    edifican
las larvas de la lentitud
la cama edifican donde
ella ya no está no podrán
las larvas con ella    edifican
un mundo alrededor
un vacío donde mundo había
edifican    edifican
las larvas de la náusea
ah larvas constructoras
del yacimiento del estaño de la
irrealidad
edifican edifican el alma
el residuo claman
a coro las larvas del olvido:

somos los cantos que debiste haber cantado
permanecemos sin pausa
te aguardamos
te aguardamos
en el fondo de tu corazón


7. AQUELLA LUMBRE POR LIENZOS

opacada, de un evanescente resplandor rubí
?por favor, compréndanlo, les hablo
no de alegre ventana, y sí de otra
enfrentada a mi espionaje vergonzante,
donde ya mismo tal vez algún enfermo
sin un átomo de fuerzas, ejecute
la agonía que ni alcanzó a ensayar?,
en esa roja luminaria o dormitorio
tan irreal como el apenumbrado
declinar de alguna turbia frente

¿no seré yo acaso el desolado huesped
que allí muere y la agüita se escapa de sus
ojos en tanto aquí, no lejos, con lógico estupor
desde mi balcón yo lo espío y me espío
y me aferro a mi silla con pálidos nudillos
y me siento tan sano en esta blanca noche?


8. PADRE, JINETE DEL RECUERDO,

desafió al caballo de vidrio,
grandes jinetes lo azuzaban
se elevó jadeante
                  aquí va a haber que pelear
cayó abriendo cerrando sus alas
y yo quise ser él,
así como en remotas tardes
comprendía oscuramente
sus agresiones, actos de amor
Por último
no sabía ya ni cómo anhelante trotar
pero sí su muerte morir.
Sobraba todo gesto
era lo absoluto
el tiempo que torna a los orígenes.

Papá el hombre que muere debió caer
para que la historia completara
ceremonias de su  estertor: ropas de poner sacar
papeles gestos de su mano
fotos  cuerpo que vivía

El cristal el caballo adivinado
agitó al fin sus patas no visibles
Él fue sorbido por aquel hueco
"se rompieron", alcanzó a susurrar,
"todas mis partes"
                                 (papá)



9. ELLA, LA QUE MURIÓ

quiso brindarme hoy el blanco té del
atardecer. Llegó con sonrisa y la usual falda azul
Abriole padre la puerta    el distante saludo
Ellos los remotos ocupan el brocal   
el no aire    allí donde pesan sus cuerpos
faltantes
Ella   la no viviente
sonríe vivísima y feliz
las manos únense al libar el azúcar
sin carnadura la blusa infla     el ala
los soleados cabellos    un rayo solar en
el ventanal
Volaba el alborear de la memoria
el verano      su amor oloroso
el sin tiempo meciendo su barca
Ella   la que no está
aquí estuvo y está
en el trasmundo donde sonrío
y bebo el blanco té
Padre háblale   (el triste)
yo los miro y sonrío
Yo   el para siempre ausente
en esta escena


10. AVENTURA

de salir a la calle a saludar
a un sólito desconocido
y advertir, sin excesivo estupor,
que has dado la vuelta al mundo
o bien: los dorados pedregullos del sol
te guiaron a la infancia
tan al cuenco de tu mano. Pero

¿no comprendes qué inútil
es llamar hoy a Madre
implorar cuidos a rodillas
con sangritas?

¿Y es de muy noche y hermano
no acude ya
a la cita del pan?
¿Y sos un pávido señor
que tose y se revuelve
en su cama sin luna?

¿Y se marchó el último grillo?
¿Y te has quedado solo
en tu hospital en demolición
donde el desvelo te desarropa
 y el tecito mojas, sus hebras
deshilando recuerdos?


11. UN POEMA NO ES UNA NARANJA

sus gajos no te endulzan el dolor
No es un niño malcriado gritando
por destinos por amores muertos.

El poema no llora la muerte
    sólo lo deja atónito, sin habla,
su sílaba labiar al viento verde
mientras alista hermano su equipaje.

Y a hermano he conducido por el hombro
así conduje a quien siempre me condujo

lo conduje al lavabo, a la intemperie
del alma y la pupila sobre un lecho
lo amamanté muy quedo
pecho a  pecho
    por ese aliento donde aún se alzaba.

Con esa leche
le daré de vivir.


12. NO QUIERO VER TAN TODO

como quien nada advierte la tiembla ver no
quiero (de esas manos)
la Señora no advenga
tan visible
manos de hermano al apresar el vaso
¿se acuerdan? hemos ido a paso de cautela
a sostener me apresto, vacila, nada miro
como quien nada mira facilito la
puerta
su sonrisa resigna hermano, su sonrisa       
su oleaje duradero
su pena sucesiva
tropieza túmbase me amarra (mi
asombro demudado
mis dientes inauditos)
nada digas -me dice- a ella nada digas
en el bar en la tarde
en esa austral batalla
esto va mal me dice
y su sonrisa intacta
y hablamos de la hija y de
tupac amaru

Sí: aunque no lo crean fue de tupac amaru
que hablamos esa tarde
cuando la vida quiso
ensayar la morienda
el hilito final

       
13. TECLEA LA PRIMAVERA

sus tempranos dedos, y el cielo
o páramo elevaría
los hombros de la tormenta,
esa caliente corrupción del clima
cuando las nubes
    desandan el origen
--evocan anhelado silencio--
y sólo silencio hay

y más allá del límite: tus ojos
bordeando el cadáver desganado de un gato
en la pública calle,
en el segundo mismo en que otro gato
el tuyo
saltaría
a tus
rodillas,
gato este último bien vivo a no dudarlo
irradiando su vértigo celular
por ello: la pelotita lanzaste muy lejos,
y se arrojó a capturarla tu gato

el tan viviente
no el del asfalto aquél
que ni linfa gotea

Al fin:
echado en tu sábana en
la tarde, cuando el llover alivia
con semitonos de ópera   la disolución
de la fe
asombro te causa estar vivo y no
ser puro cadáver que ni mira
aunque ya lo sospechás: hoy sos nada y
aquella escena gatuna fue un recuerdo último
mientras morías como  un gato

sin ánima ni linfa sobre la sábana que
ayer nomás manchabas
con los jugos del amor.


14. ANOCHE VISITÉ AMIGOS MUERTOS

A Edgar Bayley, Francisco Madariaga, Antonio Aliberti, Gianni Siccardi, 
Joaquín Giannuzzi, Enrique Puccia, Enrique Molina,
Alberto Vanasco, Horacio Castillo y Celia Gourinski.

Descansan, quién diría, todo su
no-tiempo en
jardines cuyos ramos 
cobijan poemas
y citrus de ignota acidez

Los descubrí trajeados y alegres, tanto
que me hallé confesando: -No
hubiera jamás creído
Edgar, Francisco, Antonio,
jamás pensé
Gianni, Joaquín, Enrique,
Alberto
Horacio
Celia
hallarlos tan contentos como si
fuese un suspirito vuestro transcurrir.

Conversamos sobre bares y dragones
y amores frutecidos
en sórdidos hoteles y en parques con dedos
de niebla
Mateando, sonreídos
me despidieron
con un fulgor que no olvidaré

Se escondía en sus miradas el color
                de una verdad.
y había en sus labios
una revelación.


15. MALVA Y UN FILM MUDO


Un film mudo: sus actores
ni lo sospecharían.
¿Sería eso -para ellos- un film
no audible aún
        mimético
            inverbal?
(ellos sólo rodaban un film).

Así tu forma de mirar
la planta de la malva:
No pensarás: "estoy mirando
la festoneada malva
        el sueño voraz
de algún ácaro    malvácea real
sembrada en riberas del
        Tigris
que crece en cementerios y en
            caminos
vellosa malva igual a    la vida
si se lo piensa con detenimiento".

Sólo miras una hierba     una
        malva
y  el Tiempo    (brusco)
    te despena.



JORGE ARIEL MADRAZO. Poeta y narrador, traductor, periodista argentino, nacido en Buenos Aires, en 1931.  Exiliado en Venezuela entre 1976/1983. Publicó en poesía: Cuerpo Textual (Premio Municipal  C. de Buenos Aires 1987); Para amar a una deidad (Premio Fondo Nac. de las Artes, 1998); De vos (2008). Obtuvo Premios Nacional-Regional y Municipal.  En narrativa: Ventana con Ornella (1992), La mujer equivocada (2006). En 2009: Quarks, Microficciones.  Inéditos: El poemario Ayer decías mañana y la  novela Gardel se fue a la guerra (Primer Premio Municipal  "Eduardo Mallea" 2003/2005). Invitado a numerosos encuentros poéticos en el exterior, traducido al portugués, inglés, italiano y macedonio. Representa a la revista chilena Trilce, editada por el poeta Omar Lara, cuyo Consejo de Redacción integra. También forma parte del Comité Editorial Internacional de Analecta Literaria en calidad de Consejero Literario.