Cristian Aliaga
Poemas Éditos
e Inéditos
©2011 Analecta Literaria
De: El Pasto Azul (1996)
LOS DESEOS IRREPRIMIBLES
Cuando la mano ya inició
el movimiento
uno tiene la conciencia fugaz
del mal que está por cometer.
La ropa caerá,
el vino será derramado,
el corazón sangrará para siempre.
Pero uno no puede detener el movimiento.
De: No es el aura de Kant (1992, reeditado en 2009).
Charco de botellas
No, no padre, tus escritos de espuma,
tu sepultura notoria de papeles,
la asfixia breve, el color de las cosas chicas.
Todo es aparente, frugal, imagen
de alma gruesa, exploración de la angustia,
madre fresca. La angustia.
Los tablones internos. Los libros
escritos en presencia de suaves
piernas, la enumeración continua
de fantasmas.
Céline, todos viajamos hasta el
fondo de la noche, prohijados
por la malaria y el abuso,
continuos empleados.
El guante para resguardar el polvo de las manos
no existe, es una vieja muestra
de luces, una prueba de imprenta,
una pizca de locura mortal
en la canción de la especie.
El guante no existe: lo recojo,
lo empleo para destruir
las fuentes de trabajo,
el guante es una piedra.
De: Estancia La Adivinación (1998)
ARTE, POÉTICA
Un poeta -un lobo sin cartel-
no muestra sus cartas, no baraja
de nuevo, no escancia vinos
que no es capaz de beber.
Es un animal procaz
que no ve detrás de las ventanas
sino más allá de las rejas,
un espectro sordo
que no domina su carga de ilusión
y se entrega a ella hasta ser destruido.
Un poeta -un punto azul sobre la mesa-
no mira para ver
sino para abrir los ojos.
MADRES QUE SACUDEN
La mano del destino no
es trágica, sino que
ataca las fuentes de la belleza,
y por eso nos aterra.
¿Qué es el terror,
sino una manera de resistir
la decadencia?
La belleza es la única
manera de sacudir el pecado
de la muerte, que no existe
salvo para recordar
que quedaremos en la oscuridad
un dÃa,
y sin luz la belleza es una cuestión de fe.
Belleza, belleza, entera madre que sacudes.
De: Música Desconocida Para Viajes (2002)
LA OVEJA
Atrapada por el cuello al alambre de púas, un mal
movimiento la degollarÃa. La oveja desliza milÃmetros su
cabeza hasta quedar inmóvil a la espera de una solución
que escapa a sus propios movimientos. Su cabeza no
piensa, ni esboza cursos de acción, apenas percibe el
suave ardor de los alambres puntiagudos, mientras a unos
metros del alambrado los vehÃculos atraviesan la soledad.
Pasan sin verla, o ven apenas la imagen fugaz de una
oveja que permanece muy cerca de la ruta, en una
inmovilidad sólo rota por gestos imperceptibles.
Atrapada por el cuello al alambre de púas, oye la
secuencia creciente y luego decreciente de los motores,
quieta se queda y algo semejante al placer percibe
cuando logra la quietud absoluta. Empieza a dolerle
cuando se adormece, y asà se despierta, y vuelven a
nublarse sus ojos azules hasta que regresa el dolor que
para ella no tiene nombre. No puede estimar la duración
de la noche ni aspira al azar de alguien que atine a
separar su cabeza del alambre.
De: La Sombra De Todo (2007)
UN RING PARA DIOS
Queremos un ring para dios pero dios se recuesta contra las cuerdas permanece quieto sin responder al árbitro nadie podrÃa pegarle sin ser considerado maricón pero entonces no hay box ni riña teológica que lo saque de allà el ring es enorme a los ojos de los incrédulos se tiran golpes sobre dios la lona alberga a una multitud de caÃdos no hay triunfo sino presas del KO de dios la mirada de él está húmeda el protector inguinal es de cuero virgen esa mirada de él dramatiza que no habrá golpes pero se posa sobre los caÃdos como al descuido generaciones de caÃdos no creemos en dios sino en sus golpes de KO su mirada húmeda su protector de cuero virgen.
RESENTIDOS, ARTISTAS REMOTOS
El mundo rebosa de artistas. Los actuales
hablan sin detenerse jamás.
No son sentimientos de venganza
los que explican en cámara lenta,
hablan cual espÃritus de Chuang Tzu
pasados por el cernidor de un siglo
superpoblado
de vÃctimas.
Las vÃctimas son la inspiración
de los criminales, el alimento
de los héroes
que el mundo elige y sus capitales. Bebo
entre las vÃctimas el odio silencioso
por los artistas. Sabe dulce aunque
no logremos matar a ninguno de nosotros.
VISIÓN ARCAICA
he hallado un lugar para divisar
al mismo tiempo las tres
ventanas.
en una -la del frente u oeste-
parece que atardece.
en la del norte
el sol resiste.
la ventana del sur
muestra un pino mortecino.
la nada melancólica carece de espejos.
todas las ventanas ajenas
por igual: llevo aquà dos años
y no habÃa logrado detenerme jamás
entre las tres.
sólo he visto lo evidente: el caliente
sol, el vidrio enfriado
luego por la tarde.
no he sabido decir lo que significa
esta mesa,
este sillón arcaico
-y menos percibir el espÃritu
de las personas que duermen
mientras cae la tarde, muy cerca de mÃ-.
estar juntos es esto:
ventanas tapiadas de un sol drástico
y una visión exacta de los destellos
perdida entre los cipreses.
INÉDITOS
De: El Rincón De Pedir (Se editará próximamente en España)
1
APESTOSOS
de novena categorÃa, Mao decÃa,
son los intelectuales,
¿simples apestosos?
poetas del régimen cualquiera no somos,
voy a creer, ni perritos de ceniza o equis
acusados de nihilismo, o peor, invitados
a la sala de ediciones
junto a la querida del ministro,
al simposio de la universidad
que atardece entre magnolias
no podemos gritar
en los libros: ni acusados de nihilismo
ahora, ni invitados
hay fiestas en las que no quiero estar,
Juanele Ortiz decÃa
no pueden arrancarnos
gritos
informes
pequeñas obras al uso
2
JOB, LA SOLEDAD RADICAL
La desmesura del contrincante está allá arriba.
La desmesura de quien resiste
está en el fondo, donde no es dios, la nada.
Hablo, porque si no hablo moriré.
El sufrimiento es conocimiento.
El sufrir da conocimiento al hombre
que mira al cielo con rencor,
a través de su carne
dolido aprende.
Los otros no pueden entender a Job,
no tienen su experiencia del sufrir.
En el cuerpo herido está el conocimiento.
Job inicia un litigio suicida con Dios.
¿Triunfa Job?
¿Alguna vez puede ganar?
¿Gana Job porque resiste, porque persiste?
Habla, siempre, el solitario, herido, el que resiste.
A MarÃa Carreño, Santiago de Compostela.
CRISTIAN ALIAGA es oriundo de Tres Cuervos (provincia de Buenos Aires, Argentina) aunque su nacimiento fue registrado en Darregueira (1962). Reside en la Patagonia. Poeta y ensayista. Publicó LejÃa (1988); No es el aura de Kant (1992); El pasto azul (1996); Estancia La Adivinación (1998), Música desconocida para viajes (2002), la antologÃa Estrellas en el vidrio con selección de Jorge Boccanera, (2003) y La sombra de todo (2007), primer premio del Fondo Nacional de las Artes. Integró el consejo de redacción de la revista Último Reino, y fundó la Editorial Universitaria de la Patagonia. En 2009 se reeditaron en un solo volumen sus libros LejÃa y No es el aura de Kant, y apareció una segunda edición ampliada de Música desconocida para viajes. Editó la obra poética de Juan Carlos Bustriazo Ortiz y varias antologÃas de narradores de la Patagonia. En 2009 editó la obra de 37 nuevos poetas en Desorbitados (FNA). Coordinó talleres de análisis y creación poética, con el patrocinio de la Fundación Antorchas, junto a Diana Bellessi, Arturo Carrera, Concha GarcÃa, Alicia Genovese, Reynaldo Jiménez y Victor Redondo. Ha realizado lecturas y dictado conferencias en Chile, Ecuador, España, Gran Bretaña y México. Una selección de su obra, traducida al inglés por Ben Bollig, ha sido publicada en Gran Bretaña y EE.UU. Grabó en disco compacto su obra Un ring para Dios junto a Andrés Cursaro (productor ejecutivo), Osvaldo Bayer, Arturo Carrera, Avelino Naves, Palo Pandolfo e Ingrid Pelicori. Es periodista y docente universitario. Dirige Espacio Hudson, Centro de artes & Editorial, en Lago Puelo (Chubut) y el periódico El Extremo Sur, y es columnista de Radio del Mar (Comodoro Rivadavia, Chubut). Actualmente reside en Gran Bretaña como profesor invitado por la Universidad de Leeds, donde recientemente publicó una edición bilingüe del libro La causa clÃnica/The Clinical Cause. Próximamente en España se editará El rincón de pedir. Página web: http://cristianaliaga.com