Roberto Arizmendi


Poemas Seleccionados 
por Jorge Ariel Madrazo
Especial para Analecta Literaria




DESAFÍO CONTRA EL OLVIDO 

Cuando llegue el invierno
mis pasos no dejarán huella en la nieve
ni una sonrisa acariciará las tardes junto al Tíber
Seremos prófugos,
buscadores eternos por el universo.
Estaré seguramente en Roma, recordando.
Habré aprendido lo fugaz que es el tiempo,
cómo los campos de trigo iluminaron la fiesta,
lo efímero del amor en sus cuatro estaciones
y el terso roce de la piel sobre mi asombro.

Pero este es otro río y otro mar
ya no hay gaviotas dibujando el horizonte,
ni gritos de alerta para doblegar el miedo
que se esconde en el requiebro de los días,
desde que la memoria nos anima a un nuevo paso.
Habrá remembranza de una luz radiante,
las voces inquietas sin temor alguno,
el horizonte abierto, el sueño imprescindible,
pero he partido ya y el calendario no puede
devolver el tiempo ni negar la historia.

Muy cerca de esas voces ante el sol agonizante
aprendí a deletrear de nuevo las sílabas perdidas.
Nada me ató ni nada me detiene ante la eventualidad
y los prejuicios que invaden sin recato este pedazo de siglo,
aunque quise quedarme como testigo silencioso.

He sabido aprender a deletrear la vida
para encontrar la luz aún en las tinieblas
o sentir el viento en la carrera fugaz de un tiempo eterno
y en silencio acudiré a la cita, puntual, si así es preciso,
para no doblegarme ni sentir hastío.

Cuando la lluvia escampe
La Habana sabrá de mis sonrisas
porque hasta ahí yo iré para saciar mi sed
a pesar de las sombras que nos niegan
y se tornan eterno desafío contra el olvido.
Acudiré puntual a la cita imprescindible
convocada con voz de gozo y de nostalgia.

Nadie sabrá por qué ni cómo
aprendí a deletrear de nuevo el tiempo
para hacer realidad los sueños y construir la historia.


UN NUEVO TIEMPO PARA EL TIEMPO 


Para Valerio, mi nieto 

Valerio toca la puerta
porque quiere entrar a este universo
como un ciudadano más del mundo,
sin pasaporte o visa,
simplemente con su presencia
con su identificación de ser humano
capaz de entender el dolor de los mortales
y el amor de las tardes a 30 grados Celsius
entre el aroma de flores y plantas del jardín sin nombre.

El viento cálido de la tarde aguarda su presencia
mientras en la Franja de Gaza
han creado de nuevo un Holocausto,
Auschwitz sin fecha, con hornos crematorios diferentes
y un gran odio refundido en la discordia,
para evitar que surja la concordia y la armonía en el mundo.

Valerio trae una paloma en la mano derecha
y una rama de laurel en la izquierda,
signos de un tiempo promisorio
de un mundo aún no construido.
Sueños al fin, luz inédita del alba,
viento libre que recorre los senderos
buscando un canto o una poesía,
la esencia del hombre renombrado.

A Valerio sólo le falta escribir lo que ya nombra y siente
para construir un mundo nuevo, diferente,
donde la luz sea fuente de nuevas ilusiones
no una ráfaga de metralla,
ni el fuego de los nuevos hornos crematorios
que aprendieron algunos... en esos campos de escarnio
no para delinear la paz sino para que surja el odio inoculado.

Valerio nombra las cosas por su nombre,
descubre los colores nuevos
y sabe que la historia no es cuestión de tiempo
sino de libertad y asombro
ante los horizontes que vislumbra
tan llenos de resabios
tan sin ganas de dejar que el otro logre lo que yo ya tengo.
No es mi palabra su nombre, ni su voz mi eco,
Valerio aprende a pronunciar los neologismos
porque en su nombre habrá de engendrar
un nuevo tiempo para el tiempo
y una historia distinta
para un mundo que aún no existe.


CONFESIÓN 

Confieso que las noches
siempre me parecen cortas,
cada día debiera tener más de veinticuatro horas
para tener tiempo de construir los sueños.
La vida no alcanza para tanto anhelo.

Algunas veces he querido dejar la ciudad
y sin maleta irme al mar,
sin ropa ni equipaje;
el hombre no debería programar
horas, encuentros y destinos,
tampoco su tiempo de amor
menos su vida,
porque andar sin destino
es por antonomasia la búsqueda perpetua.

Una vez encontré a una dama
en una ciudad apenas conocida;
hicimos el amor
y cada quien retornó a su camino,
a su signo y a sus luces;
estoy seguro que como yo, ella
-sólo ella porque nunca conocí su nombre-
recuerda la manera como descubrimos la luz de las estrellas
en una alcoba, de un antiguo edificio,
con enormes vidrieras en dirección al poniente,
y sonríe, sólo sonríe cuando recuerda;
ese día vimos cómo el cielo
se iba colmando de fuego y nostalgia, con el gozo transmitido
en íntima confesión por su voz dulce y tenue,
y luego descubrimos la luna a través de los cristales.

En otra ocasión, en el puerto,
una joven me ofreció sus lágrimas
y vi cómo el dolor se iba quedando impregnado
sobre la mesa, primero, y luego en las sábanas casuales
mientras surgía la luz en su rostro,
cada minuto más bello
conforme se iba borrando su desdicha.

Y así,
un día,
otro,
mis pasos me han llevado a percibir aromas sin medida
sin necesidad de nombres y apellidos,
de contratos y rutinas; sin haber programado
la cita con hora, lugar y protocolo.

Así he conocido la forma de inventar la lluvia
y he descubierto la luz con sus colores y matices,
el tiempo equinoccial y el tránsito infinito.
Sólo el horizonte abierto
para la luz que se inventa
con el color del sueño.
Sólo una sonrisa y el tacto sin medida,
el aroma del cuerpo y el clima de los días,
la lluvia, el mar,
la luna, el infinito.



EL DOLOR 


Para Nayeli 

Hay momentos
en que el alma duele
y no hay llantos
ni pastillas que la curen.
Te puede doler un brazo
una cadera,
te puede sangrar la piel
cuando te hieras,
pero el dolor
¡carajo!
es algo así
como desbaratar la vida;
romperse todo,
toditito.


LIBERTAD 


Para Carlos Ramírez 

Dentro de algunos años
me juzgarán
por lo que hago.
Pero todos harán
a lo mejor
dentro de veinte
lo que juzgaron
insensato y absurdo
en su pasado.

La arena del reloj cae
a su tiempo preciso
en cada vida
y no habrá más de una escala
para medir
la libertad humana.
La forma de construir la vida
surge del sueño,
se teje con la red del viento
y se entremezcla con amor y anhelos.

Cada quien
debe aprender
a izar
a tiempo
sus banderas.




EL RETO DE LA VIDA 
Para Robiro y Emerio 

No seremos después los mismos que antes
porque al comprometer las manos para construir el mundo
le dimos sentido al porvenir,
a ese futuro incierto que estamos construyendo
con cada pensamiento renovado
con cada acto de amor
y cada palabra que nos descubre el universo.

La historia dirá si pudimos pulir a tiempo la piedra
en su exacta dimensión y su textura
para edificar de otra manera nuestra casa
y dibujar linderos distintos al horizonte establecido
o dejamos que las horas se llevaran para siempre el sueño
incapaces de doblegar inercia, adversidad y circunstancia.
El tiempo dirá si hicimos historia o sólo repetimos.



LA LLUVIA QUE TE MOJA ME HUMEDECE 


Para Luis Fernando León 

La lluvia que te moja, nos humedece a todos...
nos empapa como consigna en el desierto
como anhelo irresoluble en los oasis ávidos de tiempo
donde podamos construir sin prejuicios
el horizonte infinito, para dejar que el viento
recorra ilimitadamente el universo de los días.

Sigue lloviendo en mi ciudad, en mi país, en el mundo
y mi palabra es nota ancestral
reiteración de angustias y esperanzas
reafirmación del gozo y la nostalgia entreverados.

No dejo de pensar en el mundo nuevo
aún no construido y ni siquiera imaginado.
Los niños y adolescentes de ahora habrán de perfilar
lo que hoy se nos niega a fuerza de imposiciones y violencia.
Podrán cuestionar verdades absolutas
apotegmas que nos signan
axiomas de la vida humana tan endeble,
la sutil manera de doblegar voluntades
sin castigo alguno para el que somete.

Los hijos y nietos de hoy y de mañana;
los míos, los tuyos,
que son hijos nuestros y de todos,
habrán de enumerar las especies de nuevo,
delimitar algoritmos, números y cifras,
inventar neologismos para un siglo diferente
dibujar con sencillez los nuevos paradigmas
e inaugurar un vuelo con nuevos destinos para recorrer el universo.

Tiempo inaugural, inéditas formas de acomodar las horas en la vida.
Sólo aprenderemos el ritmo acompasado de los pasos
sobre un sendero aún inexistente
que será nuestra verdad al recorrerlo
y juego de identidad para nombrar las cosas por su nombre
sin dolor, sin miedo, sin temor a los signos de esta historia.



ROBERTO ARIZMENDI, Ensayista, profesor e investigador universitario, conferenciante, promotor cultural y asesor educativo mexicano, nacido en Aguas Calientes, México, en 1945. Ha publicado 40 libros (27 de poesía, cinco epistolarios, dos de literatura  testimonial y varios sobre Educación). Sus poemas y escritos literarios  han sido incluidos en más de una treintena de antologías, así como en Diccionarios Enciclopédicos. Participó en numerosos festivales internacionales de poesía. Consultor, profesor, investigador, rector y directivo en universidades y dependencias educativas de su país. Segundo lugar en un concurso estatal de prosa en Aguascalientes en 1957. Primer Lugar en los Juegos Florales “Carlos Pellicer” de Xalapa, Veracruz. Autor de 36 libros, co-autor de 32. Incluido en antologías, (principalmente literarias y sobre educación), diccionarios enciclopédicos y diversos sitios de la Internet. Realizó estudios de: Sociología y Periodismo, y ha dedicado su vida a la educación, además de la poesía. Coordinador Ejecutivo del Premio Latinoamericano de Poesía y Cuento de Oaxaca. Ha sido jurado en varios concursos literarios y en asignaciones de becas para creadores literarios. Sus poemas y escritos literarios han sido publicados de diversas revistas, periódicos, gacetas y suplementos culturales. Jefe del Departamento de Planeación y Desarrollo Académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. [1972-1973]. Coordinador del Programa Nacional de Información Educativa y miembro del Centro de Planeación Nacional de la Educación Superior de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, ANUIES. [1973-1974]. Director de Difusión Cultural y Extensión Universitaria en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco. [1975].  Secretario de Rectoría en la UAM-Azcapotzalco. [1976-1977]. Director de Fomento Institucional en la SEP-Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica. [1978-1983]. Coordinador Ejecutivo, por parte de la SEP, de la Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación Superior -CONPES- . [1979-1983]. Director General Académico en la Universidad Autónoma Metropolitana. [1983-1985]. Asesor del Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP. [1987-1991]. Asesor Educativo en Presidencia de la República. [1990-1991]. Fundador de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), como Vocal Ejecutivo del Comité de Administración. [1991-1993]. Secretario de Planeación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. [1993-1995]. Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de Sonora [1991 a 2003]. Dictaminador de proyectos en diversas dependencias, organismos e instituciones, así como de libros y de artículos para revistas especializadas en educación. Autor de más de 50 ensayos sobre educación, planeación, investigación o administración. Articulista en más de 25 revistas especializadas y publicaciones periódicas. Incluido en el Diccionario Enciclopédico de México Visual, el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Laguna de Términos y en diversos sitios de la Internet. Profesor en instituciones de educación media superior, universidades e institutos diversos. Conferenciante en múltiples eventos académicos. Ponente y/o participante en congresos, seminarios, viajes académicos y misiones universitarias en el extranjero. Consultor en educación, planeación, administración, desarrollo y promoción cultural. Asesor en diversos gobiernos estatales, organismos e instituciones educativas