LUZBÉLLICA [1984-1991]
GUERRA
Te he escrito un poema de desvelos
El pobre aguanta frío
porque duerme desnudo
en la recámara de mi fusil
Cerca de Ayagualo, diciembre de 1988
TRAIDOR
Serás
el mayordomo de los cementerios
el cancerbero de los grandes festines
emperador de la tierra baldía
la única rosa en el jardín del oprobio
las mujeres te amarán en silencio
tus amigos se cortarán las manos
tu madre
sólo recordará tus juegos infantiles
pero jamás podrás trepar a un conacaste
en tus manos las sogas serán tibia ceniza
cuando caigás al fondo del abismo
el viento te rescatará en su balsa celeste
jamás podrás morir
y tus huesos podridos no sentirán la lluvia.
LOS COMPAS
Ninguno habla de lo que espera
Asomaron su rostro a la existencia desde una ventana chamuscada de sangre
Son capaces de alimentarse de nubes por la piel
Comelotodo entre los comelotodo
Conocen el arme y desarme de la vida
Con una fría aguja percutora pretenden tejer un chal multicolor al país de las maravillas que sueñan entre combates
Tienen ojos en las yemas de los dedos
Tienen frases en la curva de sus ojos
Tienen un doloroso uñero encarnado en la memoria
Fingen no estar cansados
y se citan fuera del campamento
para emboscar al amor
2 de octubre de 1989
EVA SE BAÑA
La camiseta blanca y la cascada
han develado los misterios de tu cuerpo
Botticelli te peina con sus oros
El Amate te adorna con sus hojas
Salarrué te observa desde unas cáscaras de cielo
Junto al rumor del agua tu sombra
es la sombra de tu madre
una abuela lejana cuida de tus tobillos
y una tatarabuela te cubre con inciensos
todas ellas
arrullan nuestro cauce
CHANO
A Amílcar Colocho
I
Has escrito tus mejores poemas en este asilo
de ardores y sobresaltos
en este averiar techos bajo toque de queda
para recuperar el corazón de los jaguares traicionados
y colocarlos en el pecho desnudo de Lucía
como ofrendando tu estirpe a un Dios rebelde
II
Era bello el color de la guerra
Muchos calendarios en su nombre
encendimos y ungimos de incienso
Largas fueron las noches para llegar aquí
Hoy el café es escaso mas sentimos el alma
dispuesta a continuar con este empeño
VENDAVAL [1984-1989]
LA MISERIA SABE SU OFICIO
Bajo un árbol el viejo
cose a mano un zapato
La aguja no lo punza
La cuchilla no lo corta
Sabe su oficio
Pero lleva consigo
una árida tristeza
NOTICIA DEL CAMPO
Mixtli:
a los campos que todavía no conocés han llegado unos hombres peor que el terremoto mucho peor que la sequía
como langostas se han prendido en todo el aroma de la pobreza sólo porque la pobreza es un manantial de manos alrededor de una hoguera
lo peor: los hijos de estos hombres se alimentan como vos de un pecho y juegan con palitos y planetas distantes en medio de nances y eucaliptos en medio de otra soledad disfrazada de hombre
ellos han roto las espaldas de los niños como si fueran leña seca para incendiar el odio
ellos los han lanzado al aire y en el aire los han despedazado con sus armas rabiosas
vos no deberías saber de todo esto
vos
DICCIONARIO
Esta palabra, Infierno, es como vos, humana. La podés encontrar desatando temporales, erosionando montañas, alejándote de juguetes y mascotas, desbaratando matrimonios y ranchos. La podés encontrar organizando un oleaje de antorchas, un paro general a la vileza, un incendio de tarjetas de crédito.
Esta palabra es como todas, mágica. Lo mismo decapita millares de palomas o desmantela cuarteles con su corazón explosivista.
Esta palabra, Infierno, es impaciente: exige. O nos hundimos en su espeso lodo, o nos alzamos para dispararla.
SS agosto 12, 1988, 11 30 pm
EL CERBATANERO
Su voz es un relámpago devastando la noche
acicalando el rostro a las mazorcas
colmando de armonía el hueco de las campanas
rompiendo la quietud
su corazón es crisol
donde chisporrotean flores
teñidas de lágrima y rocío
de su espalda se alimentan los gorriones
de su espalda rebosante de códices y copinoles
los dardos de su cerbatana fueron envenenados con verdades eternas
sus heridas
obran todas las curaciones:
música dolorosa que afelpa cicatrices
con él se reúnen los dioses bajo los conacastes
a escuchar sus historias
a pedir sus consejos
a beber gris horchata y a tratar de entender
los terrenales misterios
del amor
TODO PORQUE LAS PIEDRAS
Llevamos un ajuate desbocado en las pupilas
con furia
clavamos los dientes
al vientre del tiempo
colmamos de semillas nuestras desgastadas sandalias
del fondo de los charcos nos nutrimos
con reflejos de muchachas y de estrellas
con humo de café y tecolotes
convocamos
los olvidados gritos de la tierra
todo porque las piedras nos han dicho en su lengua
lo que a la par del fuego sabemos en la sangre:
los caminos son nuestros
y son interminables
MIGRACIÓN A OTRO TIEMPO
Desde atrás de la noche fueron pensados los caminos
desde adentro del aire
desde el fondo irrevocable de la muerte
fue la luz la que dio origen a la primer palabra:
la agudísima luz de las estrellas
la felina brillantez del rocío
la misteriosa chispa de un corazón fogoso
el ojo ineludible de las criaturas noctívagas
pero alguien amenazó con acabar la travesía
ya no le bastó el agua
quiso el río
no lo sació el maíz
quiso la tierra
no lo colmó el amor
quiso la muerte
fue el pretendido fin de los caminos
mas
el viento ha regresado a derribar lo que no echó raíz
el agua arrasará lo que encuentre sin cauce
el fuego trocará en ceniza todo aquello que no posea alma
ha dado inicio el tiempo de lanzar lo creado al fondo de los lagos
y proseguir la peregrinación
no hay tiempo que perder
una noche de parto nos espera
RAÍCES
El hombre echa raíces en todo lo que sufre
es un árbol que sueña y ejecuta
su raíz no se frena ante ningún talpetate
no hay gusano capaz de roer su blandura
el hombre se sostiene sobre un firme horizonte
yo hundo mi apellido en los andenes
en los parques y los buses
en las milpas y en el viento
yo también soy un árbol
yo también soy el bosque
EL POETA DEL PUEBLO
Cuando calla
es porque algo anda diciendo con las manos
Agosto 1987
UN POQUITO DE CÁRCEL EN LAS VENAS
Ya llevo dos camisas enterradas en sombra
dos largas masacres contra la inocencia
dos puentes hacia el odio constructor de pirámides
dos noches de dolor sin rendijas ni espejos
Son dos sequías que se prolongan en mis huesos
que me han dejado insomnio en la mirada
que han preñado mi espalda con pirañas
que ofrecen en subasta mi garganta
Dos capuchas que encendieron mi rostro
Dos muertes que dan vida a mis abrazos
1989
CONTINUIDAD DE LAS ESTELAS
Entre la grama rota nos esperan las huellas
de los primeros caminantes
en un grano de maíz hierve la eternidad del pueblo
prendo la estrella para aclarar mi vista
templo el bejuco para pulir mis alas
siembro la noche para hacerme su aroma
repaso los idiomas de la selva
de barro es la cartografía que nos conducirá al amanecer
de barro y sangre
PREPONDERANCIA DEL VERDE
En un laboratorio herméticamente sellado
se planifica la manera más eficaz para defoliar un árbol
en lo profundo de nuestras montañas
el árbol
por milésima vez
se prepara
para acunar un nido
EN ESTE INCENDIO
Esta es la selva
junto a los esqueletos de los perros los huesitos sin besos de los niños
flores y trampas explosivas duermen en sus caminos
el fuego transpira invisible en las calladas telarañas
aquí alimento mis diez tercios de magia
sobre las calles hay sombreros podridos
y la lluvia
acaricia la espalda de los tiernos cadáveres
aquí sostengo esta palabra que se ha vuelto aullido
esta mirada que se tornó relámpago
estos dedos que ejecutan mil oficios
aquí hay un niño que duerme con música de suelas
en una desahuciada litera de cartón
y busco la manera busco busco y no encuentro
no encuentro cómo evitar
que lo despierte un grito
una tumba
una bala
irremediablemente perdida
¿QUIÉN ME AYUDA A RECOGER A NUESTROS MUERTOS?
Cuerpos que perduran en mi ronca memoria
con sus túnicas carbonizadas
los músculos furiosamente envejecidos
y sus lágrimas desorientadas sobre un hormiguero de la noche
lágrimas de tierra avasallada
abrazos cortados en eficientes milímetros
cadáveres como repiques de sonámbulas campanas
diseminados como semillas perversas sobre rocas basálticas
sin quien recoja en un pañuelo
sus huesos calcinados
sus sueños detenidos
sin alguien que los desentierre de ese interminable sepulcro anónimo
para llevárselos lejos de la muerte
a sepultarlos en la historia que tienen merecida
PETICIÓN A LA FLOR DEL ATARDECER
juntanos
guía de las noches crepitantes
chupamiel de las batallas
tambor del horizonte
tu savia nos arrodille
bajo el tierno murmullo de los niños silvestres
la choza del tecolote nos proteja
quietud de la marea
astro de los que bregan
puñal acuático que conquistaste
el reino de las luces
la unión de las breas
la conjunción de las miradas
RECUERDO, SOS UN TRISTE ROQUETAZO
Madre, que tu nostalgia se vuelva el odio más feroz
Silvio Rodríguez
En el Refugio de San José de la Montaña
una anciana repentinamente llora
sobre el huacal de sus manos
luego
retoma la aguja
y con un surco de hilo
cierra como tumbas aun frescas
los agujeros de una camisa
EL AMOR Y LA GUERRA
¿Dónde debo meterte, corazón,
si a este predio baldío donde te has instalado
han traído los rostros fugitivos,
ya cercenados, ya calcinados, ya tormento?
¿A qué acantilado hambriento habré de arrojarte
hoy que traés en tus ojos de fiera desangrada
una flor que mil lluvias mantuvieron oculta?
¿Por qué, corazón,
este cargamento de hormigas venenosas
lo decantás en mis mohosas venas?
¿Quién te autorizó a entrar
en esta lucha tan sobrehumana
como el mismo amor que me planteás?
¿Quién te mintió diciéndote
que en la guerra todo se vale?
Ahora
vas a tener que ser fuerte
corazón
porque a partir de hoy
sos mi coraza
EL BIENAVENTURADO AMOR [1985-2009]
SOLAR
es que era un pequeño paraíso
donde reía el maíz y cantaban los arriates
donde había una cueva estelar de adobe y albahaca
donde llorábamos al mirarnos desnudos
brillando con los salpiquetes de luz
con que nos enluzaba la luna
donde la puerta hacia crac y caía
y tú decías te amo y me caía
y nos amábamos y el cielo
se caía
ABANDONO
Salí del humo pétreo de la humareda insomne de la humazón amarga
amargo amargo amargo
tísico colérico
el infierno hay que habitarlo solo
solo solo solo
nada de lo que diga será usado en mi contra
mi voz es el delito que nadie probará
inválido rabioso macerado sediento
la herida más ardiente no se encuentra en mi cuerpo
mi mano no dibuja las líneas de tu mano
voy solo
es el infierno
eso es todo
YO
Yo te bebo en la miel de tus ausencias
te dibujo en la bruma mañanera
te remiendo los versos con saliva
Yo le arranco las hojas a tu cuerpo
Me desvelo inventariando
los más locos recuerdos
Yo te llevo en mis huellas digitales
sobre todo en la huella de mi sexo
Yo tengo hipotecada mi sonrisa
en el Banco Nacional de tu presencia
Yo coloco de cabeza
al Santo Niño de Atocha
para que consigás novias
que te hagan extrañar mis sortilegios
Yo me voy por las calles ciegamente
porque sos mi destino inexorable
Yo te quiero arrullar entre mis sábanas
y te quiero abarcar como una tumba
Yo me pongo a pensar: el fin del mundo
es simplemente cuando te tengo cerca
AL INTERIOR DE TAN PROFUSA HUMEDAD
Yo me escondo de tus labios
porque me da vergüenza desearlos tanto
Soy fugitiva de tus tempestades
pero enfrento cada desventura
con el pecho a dos pechos abierto
Bien sabés que la lluvia es como vos
que me empapa completa sin ahogar mi aire
A veces me acontece que lloro al no tenerte
y eso verifica que de algún modo estás
Yo quisiera entender lo que me pasa
pero eso cuesta
CRÓNICA DE LA AUSENCIA
Mi llanto fue fugaz:
Sólo duró una infancia
Mientras vos acudías al mundo
en el nervioso fulgor de una mirada
yo declaraba mi soledad entre las piedras
donde la Abuela tendía al sol las ropas inventadas por sus manos
Mientras vos te mecías
en el tibio hospital de una palabra
yo hurgaba besos en medio de las plantas
Yo aún no conocía las púas venenosas del naufragio
Pero tuvo que suceder
mis lágrimas brotaron del ojo de mi perro
mis lágrimas pluviaron impetuosos cañales
mis lágrimas juraban ser mi sombra…
Mi llanto es una ropa que no uso
(Tu amor el aire
que en mi pecho faltaba)
TESTAMENTO PARA EL PADRE
Papá se fue de casa
y me di cuenta que comer espinacas
no me haría más fuerte
Todo había sido un engaño
Dejé de creer en historias infantiles
Me hice viejo y solitario
Y jugaba a no mojarme debajo de la lluvia
Jugaba a no quemarme con las hojas del riente chichicaste
Jugaba a no acercarme a cuétanos ni a guardias
Jugaba a no pensar y a pensar en la hoja afilada de tu rostro
Fue así que cada aletazo de la lluvia
cada migración de aves y de sueños
cada paraíso detenido en la almohada
cada granizada
cada insecto
cada breve ola
comenzarían a repetir tu nombre
Todo lo que nombraba te nombraba
El viento se llevó a mi Padre lejos
y en el patio dejó
tu nombre en todas partes
TANTO [1989-1991]
AMOR
Tanto te cubrió mi abrazo
que mi sombra cicatrizó tu piel
Tanto tuve que dejarte
que tu piel se convirtió en mi sombra
DESCUBRIMIENTOS
Aquí en Guazapa el cielo se amamanta
colgado del pezón de las montañas
Los plenilunios anuncian
la caída del dólar
y el alza de tus besos
Aquí la guerra necesita obreros calificados
pero también acepta a más de algún tipo que no fuma
Aquí hay amores portátiles
y una mujer desnuda bañándose en un arroyo
ya casi nunca se llama Siguanaba
Los colibríes zurcen manos en enjambres de violetas
y el socialismo muestra sus albos dientes desde una mazorca
mientras Morazán se coloca un pino en la solapa
y Chalatenango arde de cipotes pulsudos
Aquí hay milagros que deberían contarse en los libros
como eso de dormirse en un barranco y amanecer
en la profunda aurora de tus ojos
DISYUNTIVA
en ocasiones prefiero tu corazoncito
-al que juro no haber tocado nunca-
a uno de los mejores libros de algún poeta maldito
jactarme ante mis pálidas manos
de que en la oscuridad
puedo leerte
mucho mejor que a Las flores del mal
puedo entender
tu respiración de lluvia en celo
e inventar con las hierbas del tejado
una luminosidad más entrañable
que cualquier temporada en el infierno
que
incluso
con los ojos cerrados
siento más claramente tus manuscritos
porque leer a Rimbaud o Artaud o Baudelaire
bajo la indecisa luz de una candela
a la larga perjudica la vista
y hace que te extrañe más y más
HORA TRES
La ropa no te toca como yo
tus piernas caen en la tentación
cuando las besa el viento
de mi aliento
tus pezones no conocen más lenguaje
que el de mi lengua
y tu cintura no soporta más talle
que mi abrazo
nada puede tocarte como yo
TEATRO
El mismo escenario sólo que estoy más viejo
más torpe más curioso más hermano
hace falta un buen rostro que refleje mi rostro
es decir tú me faltas
siento que algo muy rudo me arrebata el oxígeno
así de pronto
y es que somos acción y reacción uno del otro
si tu risa es fornida te nalgueo y te beso
río y un río de pelos dementes
te hacen correr hasta mi fiebre
esa que inventa almohadas para todos los sueños
y escribe en la pizarra del porvenir los alfabetos
a esta hora ya no importa la hora
además los relojes de la iglesia Don Rúa
marcan cuatro horas distintas
lo he notado hoy que falta tu abrazo
y empiezo a cerrar los ojos como náufrago
el mismo escenario pero faltan tus labios
CUANDO EN EL SALVADOR SON LAS 10 DE LA NOCHE
Y EN OTRA PARTE HAY LIBERTAD
Amor mío me voy
la noche se entrega a los lobos
y si no logro llegar a casa
me encontrarás
entre los escombros
de la madrugada
TELEGRAMA
Es urgente que haya sangre en tus venas
que tus labios no decreten un toque de queda
y que cambiés el agua del florero
aunque mis flores no te lleguen todavía
Es urgente tu amor
no lo olvidés
tan urgente como aceitar este fusil
UN GATO NEGRO DURMIENDO EN LO INESPERADO [1990-1991]
BALADA PARA ILETSE
He sentido ascender maquilishuats en tu llorar despacio
Dejé de ser extranjero en tu diccionario epidérmico
Ahora se me localiza en la “A” como Amiba amorosa
En la “Z” como esquiZofrenia sin freno
En la “G” como Gatoniel y Giropéndola
A veces te parecés a mi pueblo translluviado
con sus pájaros verdes y oscuros sacudiéndose el polvo de nube
Sufro contra tus paredes el abolengo de mi soledad
las venas que arrastran mis pies a la canicular frontera norte
y amo la solidez con que tus piernas
acogen la congoja de mis dedos chamuscados de ausencia
¿Tristeza paladear en tu placer
ese infierno querido?
¿herido?
¿ido?
¿do
blegado?
¿Tristeza trenzar en cada beso
la miel derramada por los torturadores?*
* poema inconcluso
04 02 91 | n
SOBREMANAGUAL
Llama que ya mataste mi glacial gelidez
¿En qué oropéndola te verso mi ceniza?
Escapulario fugado de mi abrazo
¿Sos capaz de sismear otra vez mi esqueleto?
¿Cuál es la dirección de tus consonancias?
Tanta “te” y tanta “ge” te generan gateos
Prófuga bestia de mi aridez hirsuta
¿Dónde el punto final de tu cadencia?
Magia
CRUZCALLE KRUPSKAYA
¿Qué tanto te interesan mis grises asambleas con el odio?
¿Cuántos cercanos viajan colgados de la parrilla del olvido?
A nadie vi sentado en la tristeza
Nadie compró boletos para salir del infierno
De donde yo vengo hay tanta muerte injusta
que hasta los edificios se derrumban
sollozan adobe
crucifican tréboles en sus cruzcalles
¿Dónde he venido a argumentar mis rabias?
¿Por qué se me despierta a mitad de la noche
con repiques de misa de cuerpos ausentes?
Duérmanse coetánios
Ionicen con sus ronquidos los versículos más citados de la biblia
Yo me quedaré robando energía eléctrica para iluminar
mi fiesta sangrienta de innumerables grises
28 12 90 | n
POLIFONÍA DE LA CONGOJA
¿será que al mediodía nos robarán los pájaros
amarillos?
¿será que en la memoria se caerán las camas
encima de mi beso?
pueda que exista una carretera atolondrada preguntando por nuestros bueyes
y solo encontrará esa carreta donde haremos el amor*
con toda la pelambre y la desnudez al viento
centelleando de brisa ante la mirada severa
irracionalmente severa
de dios
o cualquier antiser que no comprende
la melodía de las lágrimas
Llorá
Yo ya lloré y no le importó a la muerte
* Hacer el amor se refiere a saludar a los pájaros desde una carreta en movimiento, por ejemplo.
28 11 90 | n
TE LLAMAN PORVENIR
[Ángel González]
con las manos podemos forjar un hacha
¿qué podríamos pulir con una oreja?
con el llanto podemos restaurar una flecha
¿cuántos adobes caben en un cheque?
con el diluvio podemos tramafar una luna
¿con cuántos cuentos se hace la cuenta de las cuentas?
con el arreo de Calígula podemos aprincesar a un sapo
con la santa biblia podemos diezmar a los pobres
con la barba podemos iniciar una huelga
con los ojos podemos deshacer las estrellas
pero con el día de mañana no podemos
¿por qué?
TRENZAR Y DESTRENZAR
de tu nostalgia arrecifan los incendios
de tu kamasutrar beben los clarineros
nombraré en tu avidez las hidalguías
como trenes machacando sus endechas
morirás de pasión en los malinches
pudrirás azacuanes en mi puerta
debemos encontrar otra vez esa auroría
hechura de tus huellas
dormidez de tus escritos a medio involucrar
necesariamente estaré
DESPIADADA CIUDAD [1992-2012]
DESPIADADA CIUDAD
Al interminable poeta Ulises Masís
Intentaba deshacerme de mi corazón
pero ningún mendigo tuvo a bien aceptarlo
lo icé entonces por encima de los hombres
-imponente
prodigioso-
y los hombres inquirían por el patrocinador
despiadada ciudad
Cuscatancingo, entre un diciembre y la noche
CIUDAD
Una libélula sin alas
Un tren sin parsimonia
Una postal sin niños
Una oficina sin aguaceros
LAMENTO DEL AFORTUNADO
Yo no puedo alterar su paso firme
ni el precipicio hosco al que se aboca
ni la farola azul bordando calles
por donde va despilfarrando la ternura
Yo no puedo cambiar ni el cielo infame
seducido por el gris de la tarde
Si pudiera
desviaría el sentido de las aguas
repararía el corazón de los malvados
inundaría con cartas de amor los tejados
Pero no hago más que resignarme
a ser la lluvia de su jardín silvestre
y a persignar mi frente con su frente
marzo y abril de 1997
IN GOD WE TRUST
Un perro devora el cadáver de un recién nacido
y pensé en vos, ¡Oh, Creador!
SENSACIONES SENILES
Detrás de esta pared pasta el invierno
o quizás sean las putas que fuman sus cigarrillos madrugales
Esta pared pretende protegernos
-del frio, de la lluvia, del crimen, de la sombra-
yo sé que es una frase indescifrable
un concierto de encierros que nos podan
que nos alumbran los rostros con su cucarachero
Esta pared
no ostenta el fratricidio del muro de Berlín
ni el prolongado enigma de la muralla china
no es propicia para lamentaciones
ni para disparar sobre los inmigrantes
Por eso la he cargado de consignas:
“Las mujeres también tenemos huevos”
“No hay mall que dure cien años”
“Exigimos payasos en las fábricas”
“Todo el power al people”
“Exterminemos a los poetas endecasílabos”
“¿Quién mató a Cayetano Carpio?”
“Estoy harto de los besos de cortesía”
“Jose Pashaca para diputado”
“Muerte a la libertad y a su caballo”
Hoy es lunes
¿Cuándo es que le toca descanso a Dios?
CONFESIÓN A MIS ZAPATOS
Lo extraordinario que tenía para mí San Salvador
eran las golondrinas que dormían en los huecos del Teatro Nacional,
la escultura con fuente luminosa allá por donde fue
la embajada gringa,
la gente que al salir de la penumbra del cine Majestic
siempre daba con la puerta de su casa,
el estadio Cuscatlán donde el Mágico González
hizo que la respiración se nos amontonara
tantas veces.
San Salvador de seguro tiene nuevas maravillas
pero ya no me atrevo a recorrer sus calles.
Para mí ya sólo es
una ciudad fantasma.
24 de abril de 2010 | 2333
ÚLTIMA AVENIDA. NORTE.
Madre
¿me darás la mano
para cruzar esta calle
atiborrada de basura y brisa negra?
Las farolas me llaman
con palabras revoloteantes
Madre
tu fantasma sonríe a la nada
y me invade la sensación de ser el único responsable
de estas calles oscuras
y no hay un borracho que me eche una mano
un perro que me eche una cola
una muerte que me lleve
de regreso a tu vientre
NIÑOS
Abrieron un hoyo al mar
y afligidos
esperaron la noche
para taparlo con estrellas.
APUNTE
I
Soy yo,
el que apenas escribe con media alma.
No sé
si acaso fue mi nombre quien me trajo
a este mundo colmado de veletas,
a este incendio borrado de las manos.
II
¿Quién soy?
¿Acaso el que rumora atardeceres?
¿Qué sé,
si ni mi nombre sabe ya la muerte?
Quisiera ser un dios sin adjetivos.
Quisiera ser un perro entre la gente.
AMOROSO PASTOR DE LAS METÁFORAS
Al amado león Roberto Armijo
En ese lugar
las piedras
los volcanes
las hierbas me conocen
Roberto Armijo
I
Generoso pastor, se nos quedó sin báculo
bajo el verdoso cielo de París.
El aguacero cayó en Chalatenango
con su fiesta de peces relucientes
y aquella vieja lumbre que siempre pretendieron
calcarte los cometas.
Toda esa ronca paz para anunciar tu suerte.
II
Indómito león, marzo es de luto,
cómo nos han raído sus veinticuatros fúnebres,
cómo nos han dejado de afligidos.
¿Habremos de quedar solos por siempre
mientras usted, señor, nace a Lo Otro?
III
Yo recorrí los cementerios al aire libre que nos legó la infamia.
Sobre el playón fecundo dejé de contar huesos
para contar la historia de las madres llagadas.
Pero nunca vi el traje de hereje incontinente de tu querido Roque
con el que pretendieron anudarlo al silencio.
Lo que sí coronaba el negro toldo de esa playa sin olas
era su rota y testaruda bandera sin derecho al cansancio.
IV
Cerca de esa penumbra mi corazón trotaba en busca de Gonzalo
cuando un feroz noviembre lo mutiló a mi lado.
Bajo la luna altísima lo velamos despacio
y nuestro tenue llanto no despertó sospechas
cuando anegó las botas del cansado asesino.
Gonzalo Chiquitón, Alfonso Hernández,
el poeta de tres metros de ternura.
V
Mi ajado corazón, mirá qué triste,
gozó con tus historias de dos mundos,
se conmovió a la sombra de tu duro destino,
se hincó frente a tus muertos tan inmensos
y celebró callado tu retorno
sin presentir que el anhelado último regreso
sería tu silencio.
VI
Hacenos un favor hoy que despierta
tu luna de Sensembra junto a las hierbas:
cantanos con tu voz de niño eterno
todos los versos que ha juntado la tierra.
VII
Ya basta de dolor: la muerte llega
para premiar al justo
no al que veja.
En ese caso la muerte es otra vida
con renovadas letras.
VIII
Viejo león
la muerte siempre sacudió tus pulmones
inútilmente,
se equivocó mil veces al pronunciar tu nombre.
Rendida y humillada, arrasó con tu gente,
incendió ríos con sangre campesina, calcinó los juguetes
horrorizados, escupió su delirio en los altares. Fracasó
su bitácora implacable.
¿Es por eso que saliste a su encuentro? ¿Fue por eso
que la retaste lejos de estos volcanes fieros?
Amoroso pastor de soledades, ya no te levantaste de tu féretro.
Ya no repetiremos que es mentira que estés muerto,
pero nadie podrá afirmar que no estás vivo.
Los poetas solemos ser ingenuos pero no somos tontos.
Hay libros en mis manos que escribiste con la amargura de las constelaciones.
Yo ya entendí tu juego.
¡Imaginate!
Mayo de 1997/noviembre de 2012
NO APTO PARA TURISTAS [2003-2010]
CELESTIAL
a Tatiana Sledzinski.
Bien: engañémonos:
Procuremos el bien a los descalzos
Abonemos el huerto y los trabajos
Ofrezcamos amor sin condiciones
Evitemos rascarnos los temores
Creamos en la virgen y en la patria
Demos la vida por nuestro semejante
Seamos como el Che como Jesús como el Demonio:
Ángeles hartos de cualquier esperanza
NACIONALIDAD
Mi país es el mar
que envenena a sus peces con espuma.
Mi país es el cielo
donde la muerte es gris y acuosa y fría.
Mi país es la tierra
con un bosque de cruz y calavera.
Mi país es montaña
que en lodo y sangre oficia su derrumbe.
Mi país es extraño
pero simple:
Se llama El Salvador y usted dirá.
SOSIEGO
para Matilde Elena López,
como un asunto del corazón.
Hoy quisiera recuperar el tiempo perdido:
años, meses, años,
días y momentos.
De haber culminado con éxito mi fuga del hogar
cuando a los once me emboscaban hormonas y edenes
mi nombre no hubiera sido torpemente garabateado en las libretas obituales
de amargos policías sin cordón umbilical ni derecho al suicidio,
de pronto sabría conducir un automóvil con más ingrata maestría que al timón de la vida
y el sinuoso Beethoven hubiese perdido para siempre a un triste amante de sus sonatas.
Si a los catorce no se me empotra en el cielo Amílcar cargado de poemas y canciones de protesta
me hubiera quedado sembrando huertos caseros en alguna selva innominada,
me hubiese enamorado sin remedio de alguna campesina,
de su luz silenciosa,
de su lengua graciosa,
de su miel licenciosa,
de su pelo fragante a cascada florida.
Me hubiese enriquecido con una porqueriza
y respondería ante el nombre de “Violeta Parra”
con bibliografía hortícola o algo semejante.
Yo era buen futbolista. Y hasta me persignaba
a cada pitazo inicial.
Mas la vida es redonda y nos aplasta
dondequiera que vamos, contra quienes estemos,
por la simple razón de ser entre la grama.
Con las muchachas nunca tuve suerte:
desde los diecisiete me envuelven con sus formas
y me hacen preguntarme cosas que nunca supe.
Con ellas lo mejor es el silencio:
silencio al acercarse, al envolverlas,
al amarlas con todos los sentidos.
Mucho silencio para no despertarlas
y más para salir
en puntillas de sus vidas.
Quise ser guerrillero y nunca maté a nadie.
Cada vez que disparé fui yo el único herido.
Soy veterano de una guerra en la que Dios estuvo preso
y donde Satanás fue muerto en la primera escaramuza.
El tiempo se acabó. Ya no pretendo
ser inmortal.
El cuerpo pesa
y las mochilas suelen descoserse:
por los agujeros se cuela la esperanza,
se van los libros que quisimos leer, las emociones
que torpemente dejamos al pie de los amates,
la piel de los tambores
que nunca se enredaron con mi piel,
la suavidad
del beso en que murió mi boca.
Tantas veces la muerte perdió al póquer conmigo
¿y cuál fue mi ganancia?: arrastrar mis pasos
sobre los cementerios, engordar con papeles de amor
un baúl extraviado, gritar bajo la lluvia los rencores
al Creador, quien solamente me contestó con truenos ilegibles,
con rayos insensibles y con pájaros muertos.
Quise ser más que un hombre
y de escudo me dieron la palabra
y de enemigo todo lo pronunciable.
¡Basta de sustantivos y adjetivos!
Ya no quiero más verbos: ¡Quiero sangre!
¡Sangre en el colibrí, sangre en el río,
sangre verde en la montaña ruda,
sangre azul en el cielo grisoteado,
sangre de luz en la laguna-cloaca,
sangre de ángeles al borde de los niños,
sangre de rojo amor en el demonio,
sangre de inmensidad en los poemas,
sangre de Dios en el pecho del hombre!
Sangre
en el nombre,
sangre
en el hombre:
en el nombre del hombre: ¡quiero sangre!
Y en el nombre del tiempo ya perdido
que ya jamás vendrá
que ya es olvido
queda la bendición del hueco de una manos
que entibien este amor sobreviviente
que trae del poeta lo soñado,
del guerrero su herida siempreardiente,
del sacerdote su consuelo infinito,
del delincuente
su palabrota franca
y del ebrio bufón la sabia ciencia
de protestar por todo con la risa.
De todos modos
la vida
siempre empieza.
SAL
Tomo la sal entre mis dedos y siento enjambres de hombres remontar parajes asesinos
atravesar océanos de infinitas incertidumbres
La sal
con toda su blancura
no pronuncia la sangre vertida tras su aroma de mar
nunca invoca la paz
muy al contrario
se devela mortaja sobre el cabello de las santas mujeres
La sal es cruel
La mujer de Lot lo sabe
en lo que aún le queda de corazón
MALDITA MALDITA MALA MEMORIA
Para uso muy personal de Pablo Benítez
olvidé los sueños más hermosos de mi infancia
el olor de los versos de Bécquer
el tibio vapor sangrante de los pájaros
olvidé la taquigrafía de la lluvia sobre la arenisca
el empujón criminal hacia el abismo
el color de las botas de los torturadores
olvidé las palabras justas para un velorio
olvidé los caminos de regreso
olvidé el corazón dentro de mi pecho
por mucho que intento recordar
no sé cuanto más
he olvidado
CON AMÍLCAR
Alguien me habla más allá de la vida.
Alguien talla mi voz con su alfabeto.
Su voz
¿debo decir que truena, que retumba?
¿debo explicar que fluye, que acoquina?
¿debe entender usted que no se escucha?
¿debe saber usted que se avecina?
Un hombre de poco hablar
repinta mi nombre desde el sueño.
Aclara su rostro en los rostros del Hambre.
Define su acento en el solfa del Miedo.
Sangra de amor en terminales y aeropuertos.
A veces duele tanto seguir vivo
y escuchar, impotente, los sollozos de Dios.
POR LA NOCHE
a Roberto Armijo.
El poeta en la noche eternamente extranjera
irrumpe con su lámpara de serena amargura
Sonríe a los mendigos
Sonríe a los murciélagos
Sonríe al millonario que casi lo atropella
Su lámpara se aviva
pero ¿alguien la escucha?
DEFENSA PROPIA
para Arquímides Cruz, en el recuerdo.
Un hombre me amenaza con un arma
Yo lo amenazo con una piscucha
El a lo sumo logrará matarme
Yo
en cambio
podría hacerlo feliz
PENA
Este día me levanté desmesuradamente tarde
Miré mis manos
Indagué mi esqueleto
El horizonte no tenía sentido
El sol tostaba los techos de las casas
En la calle
ni los perros ni los panaderos quisieron relatarme
la manera en que murió el amanecer
DE CREER
a Mixtli Alejandra,
Gabriela Mazatli
y Selvamaría Mallinalli
Doblo mi rodilla y beso tu frente
¿es acaso tu frente mi cielo
mi ultratumba
la razón de mis desvelos?
No importa cuánto seás mi hija
yo creo en vos
creo en tus diálogos con las paredes
creo en tus velocípedas aventuras a través de la risa
creo fervientemente en tus mentiras
porque yo nunca tuve un beso en la frente
creo en todo
CON ARTHUR
Abisinia ¿Te suena esa palabra?
(Bella, perfecta, sensual,
capaz de mutilar el corazón con su dulzura).
Infierno ¿Conociste el lugar?
(Ardoroso, ardiente, sin fe, sin religión).
Poesía ¿Escupiste su cara?
(Iluminado. Iluminador.
Fuera del tiempo, lejos de la muerte).
Amor...
Toda mi vida tengo
si querés explicar ese dolor.
MÍNIMA
Arde,
no como el hambre,
pero con mil tizones la alejaría de mí.
Ahoga,
no como el agua,
pero en un río profundo la pondría a dormir.
Duele,
no como herida,
sino desenterrándome el alma de la piel.
Mata,
como la vida,
pero bendito el tigre que acecha su perfil.
Así tu ausencia.
SEÑAL
a la memoria de mi amiga Svetlana Ivanova,
asesinada a los quince años
por los Escuadrones de la Muerte.
Si me dieras tan solo una señal:
un camino trazado con mi nombre,
el vapor de tu boca en el espejo
o una carta en los ojos tan tristes de mi perro.
Pudiera ser la huella de tu cuerpo
esperando por mí y por tu regreso.
Pudiera ser la huella del eco de tu sombra
o tu paraguas de pasear sin lluvia,
o tu perfume de tocar sin dedos.
Si tan solo una señal me dieras,
qué se yo: un jardín
donde crezca la historia:
por aquí unos carruajes perlados con invierno,
los dedos cenicientos
de infantes masacrados, la peineta
de una abuela que no murió jamás; por allá
una fiera educada por tormentas, la hemorragia
profundamente negra del volcán; una señal,
algo como una luz bañando la miseria,
como desalojar tembloroso unas prendas,
algo como la llama que en el barro se alienta,
o la estación brillante de un pequeño
y su enorme sandía suculenta,
o el éxtasis del cielo al contemplar la luna
que te crece feroz desde tu almendra.
Una señal que indique la manera
de llegar al pupitre donde el viento te enseña
los secretos del muro, del aliento y la piedra.
Una señal que al mismo tiempo sea
una orden para iniciar la primavera,
el santo y seña para atizar las breas,
un caracol sonando,
un tambor retumbando,
un vientre prodigando,
una convocación de lo creado,
una aseveración de lo vivido,
una reiteración de lo soñado,
el apretón de manos
con que dios y el diablo queden reconciliados,
un esbozo cualquiera, un leve signo,
una mueca quizá, un telegrama,
un susurro…
la prodigiosa y concluyente seña
de que tu amor
es de carne y de beso y de que existe.
CONSAGRACIÓN DEL EDÉN [1984-2012]
CONSAGRACIÓN DEL EDÉN
Un día desperté con vos al lado
Alado como un ángel sin licencia
Halado por tu vientre de cometa
Te adornabas con hondas cicatrices
Tu hombro culminaba en una tea
Una estrella marchita oficiaba de almohada
Un petate dorado escribía en su lengua
historias que tu piel había olvidado
Se nos huracanó el deseo al descubrirnos
flotando sobre un denso acantilado
Te penetré
a fuerza de palabras
Lloré sobre tu carne y tu carne
fue separándose apaciblemente
:Regocijada
Desbordada
Noble
Y te me diste en milpas y silencios
y me entregué en cuadernos y tambores
Tu risa fue el orgasmo tantas veces mutilado
Parimos nuevamente el universo
Me hablaste del cofre en donde nace el viento
Yo abrigaba tu insoportable desnudez
con el polen fecundo de los amaneceres
¿Quién podría señalarnos como ángeles caídos?
¿Para qué regresar a una paz
que no nos dice nada?
No subsistió más árbol del conocimiento
que nuestros cuerpos
dejándose educar por los insectos
Y las serpientes
rasgaban de las cuevas
los más terribles y sublimes secretos
No éramos felices
Sólo éramos
Sobre la tierra
Entre los bosques
Beso a beso
Y retornar al paraíso nos importó un poco menos
que oír llover
llover llover llover llover llover llovernos
FORTUNA
Qué suerte que tu falda sólo tapa tu sexo
y no tu boca
pues así puedo adivinar las historias
que un beso desdibuja
Qué suerte
porque tapa tus nalgas
pero deja al descubierto tu mirada
Qué suerte
porque sus cerraduras no detienen al viento:
lo que tu falda prohíbe lo inventa mi deseo
Qué suerte que tu falda
sólo tapa tu cuerpo sólo ciñe tu talle
sólo insiste en misterios
Qué suerte que tu falda
no te tape de mí
DESEO INFINITO
La última vez que toqué su mano
fue con mis besos
La última vez que besé su pelo
fue con el viento
La última vez que pronuncié su nombre
me respondió el silencio
CANCIÓN ENFERMA [2000-2010]
HIMNO DE AMOR
Yo escribo el poema contra todos:
porque todos vacacionan en la playa,
porque todos sobreviven con un sueldo,
porque todos han matado lo que amaban,
porque todos sucumbieron ante el precio,
porque todos ignoraron La Poesía,
porque todos consultaron a su médico,
porque todos se abrazaban en la iglesia,
porque todos frivolizan el misterio,
porque todos cantan ebrios en los bares,
porque todos se reciclan en el miedo,
porque todos amnistiaron al tirano,
porque todos han votado contra el sueño,
porque todos crucifican la decencia,
porque todos tienen dedos en las manos,
porque todos mortifican la inocencia,
porque todos son muy serios muy muy serios
porque todos todos todos
están muertos.
Para mi entrañable hermano poeta Imreh Andras,
con quien compartimos el mismo idioma.
LUCIDEZ DE LO POSIBLE
La eternidad es no encontrar jamás
la tumba del hermano
La poesía nunca gobernará a los hombres
Arquímides Cruz, Claudia María Jovel, Ricardo Funes: seguimos escarbando.
CARTA PARA QUE GELMAN
¿Será posible el Sur?
Jorge Boccanera
¿Será posible el Sur? Pregunta Jorge.
Nosotros también somos el Sur. Y estamos vivos,
de esa misma manera estamos muertos,
como ustedes, que dejaron sus ventanas
en el fondo del mar,
que hijaron horizontes con un hilo invisible,
de silencio y de trapos sin sonidos. Con nuestra carga
de costales de miembros, con la sopa fría sobre la mesa
donde Ricardo no llevó más sus pantalones acampanados.
Por pequeñas razones como estas
usted debe traer su calavera,
sentarse a nuestra mesa y ser la sopa fría
como una isla viuda, ser la silla que espera
por las nalgas queridas, usted
debe venir a desdoblar palabras
como quien siembra pueblos en las manos.
Aquí lo seguiremos esperando.
Tenemos una docena de poetas con los cuales se puede platicar
largo y llovido,
todos ellos becarios del infierno, especialistas
en tributar dolores y ambrosías;
tenemos un país desintegrado que ya se llama Tierra,
o a lo mejor Olvido o no sé si se llama o solamente es Llama o llama
con una voz que alcanzará a todos los oídos o silenciará
los más absurdos odios,
como hacía una canción en la guitarra de mi amigo,
o la lluvia en los huesos de los que detrás de sus huesos
nos sonríen.
¿Está usted ahí?
Disculpe la insistencia pero un panal de madres
quieren condecorarlo con un honoris causa por haber enarbolado
el honor de la poesía como su mejor causa, su más intensa lucha
sin rivales. ¿Quién osará enfrentar a la Verdad
indestructible? El poeta es el vencedor que no derrota a nadie,
quien resulta vencido por un sencillo cuerpo de mujer que amó la selva
y se perdió en lo ancho de sus besos.
Insisto: usted debe traer sus jacarandas, su pasaporte vencido, el verdor
de su más abierta espina, nosotros
conservamos para su corazón una carta de despedida para comunicarle
que de aquí nadie se fue nunca, persistimos en este abracadabra. El Sur
también existe,
nosotros
también somos el Sur, el sueño, el surco,
el ala atesorada para los ángeles rabiosos portadores
de la voz amorosa que mandará al destierro
las grasientas ergástulas, las confusas fosas comunes,
las sombras que cebaron a La Sombra.
¿Será posible usted? Pregunto yo.
Somos posibles.
CON LA FECHA QUE DESEEN
Cadáveres bajo las patas de asombrados caballos
Cadáveres en los árboles
como frutos que nunca han de caer
Cadáveres flotando sobre ríos
con el color del agua entre las venas
Cadáveres mostrando sus vísceras
como joyas diabólicas
Cadáveres retardando el tráfico
con su quietud desprovista de miradas
Cadáveres panteados como leña
para el horno brutal de la locura
Cadáveres solitarios
Multitud de cadáveres por siempre abandonados
Cadáveres comidos por las bestias
por la lluvia y por los años
Pedazos de millones de cadáveres
Somos hijos de muertos
Hijos de masacrados
Y ya nunca más nos será permitido
el miedo
Para Roberto Deras,
heredero de esta historia,
verdugo de este miedo.
NUNCA TUVE UNA CASA
Quiero una casa
donde no escuchen tus gritos los vecinos
tus gritos de placer
inocultables
donde siempre caiga el agua
del cielo
y de la regadera
quiero un lugar con patio
donde juegue la infancia
su más torrente abecedario
donde el sol no me recuerde
los cadáveres incesantes de mis doce años
donde no haya que colocar semáforos
bajo las puertas
donde quepa el amor que nos lazamos
y los hijos
donde la muerte finalmente llegue
y se sienta
como en su propia casa
CUNA
I
La historia no cesa de repetirse:
¿Vale tanto mi corazón?
¿Tanto que habrá que verlo destruido?
¿Cómo animal muerto?
¿Cómo animal descuartizado al que sus victimarios procuran
-con desquiciada eficiencia-
respiración artificial?
II
Ni siquiera gocé la suerte de ser amamantado
No sé qué infortunada esencia fluye por mis venas
Ignoro
qué suerte de veneno
heredé de la vida
III
Crecí en el lunático hueco de luz que flameaba en un claustro
Sin religión ninguna
Crecí en la oscura mancha de soledad de una mazmorra
donde no me ofrecieron más oficio que el de sostener sus barrotes
Era un lugar sin ángeles donde solo vislumbraba los espectros de
un padre una madre cuatro hermanos una abuela y gente y gente y gente
Y nadie
Nadie
Y nada
IV
De amar solo tenía mis zapatos
Con ellos platicaba de las novias bonitas
que me lanzaban besos desde mucho más allá del fango
V
Ahora
tengo hijos
y cada uno de ellos posee una legítima razón para despreciarme
JUEGOS
Hay que crear
Hortalizas que crezcan
con su loca frescura
encima de las mesas
Cuchillos con filos de locos olores y locos colores
que provoquen canciones con su lineal caricia
Misiles perfumados que muevan a pensar
-Pólvora de pronombre Adverbios detonantes-
Hay que crear
Amores imposibles de comprar
Fotografías
de cuando estuvimos
de paso por la muerte
Hay que crear
Calendarios que nos recuerden
los días que aún nos quedan para amar
Relojes
que en lugar de la hora
nos recuerden los nombres que nos hacen invencibles
Hay que crear
Mapas que nos orienten
para encontrarnos a nosotros mismos
Hay que crear
Radios que se nirvanen
escuchando nuestras torpes melodías
Televisores que sufran con los detalles
de nuestros cándidos y eréndidos amores
Periódicos que lean
la historia interminable de nuestras existencias
Aparatos que nos enseñen
el valor del silencio
Para Kijadurías, el Poeta.
CÓDIGO GENÉTICO
Yo desciendo del ángel más humilde
el que solícito se ofreció a lo siniestro
para que los hombres ardieran tras la consecución
de un cuerpo
una ecuación un ritmo una curva perfecta
en mi sangre su nombre se repite
mientras los religiosos vociferan
¿cuál es la iglesia que abjuró contra el lucro?
¿en qué santuario crepitan las órdenes de embargo?
¿cuándo se excomulgó a la tasa de interés?
¿qué pastor ha diezmado a las transnacionales?
Luzbel duerme borracho entre las meretrices
en su nombre se asaltan las despensas
y se deja sin vírgenes la tierra
no hay concepto que encierre su tristeza
con desaliño y besos celebro mi linaje
mi estirpe de heresiarcas cimarrones y bestias
SOY UN NIÑO
Soy un niño
Soy un niño demasiado tierno
Sobrellevo mi vida entre alegres ancianos:
la luz del sol que pía entre las ramas de los árboles
el silencio que estropea los ropajes de la vanidad
el oleaje tenaz susurrando de memoria su infinito poema
soy un joven demasiado inexperto
un niño excesivamente recién nacido que sobrevivo
en medio de antiguos habitantes:
la azul sabiduría del viento
el gorgoteo del agua que anida en mis zapatos
la caricia sin fin de la belleza
y la maldad del hombre
LA TIBIA HABITACIÓN DE LAS PALABRAS [1984-2013]
CONTRA LA CULPA
Nací
para que el dolor montara su fiesta milenaria
Se me ofrendó un nombre
para ser perseguido a través de la Selva
Y el rostro se me dio
para ser señalado por dedos inclementes
Todo porque me dejé acunar por la furia del río
y me atreví a volar en las garras del viento
porque osé quemarme con tizones amantes
y convertí en raíz mi corazón sobre esta tierra
Jamás me verán declararme culpable
Pago con este amor lo que les deba
LOS POETAS Y YO
Qué pésimas costumbres amparan los poetas:
penetran con sus lenguas en barrios imposibles
hieren con adjetivos los cimientos del aire
la muerte y la belleza los emboscan sin tregua
arden en los suburbios del amor más letal
Yo no saludo a nadie y no quiero saber
ni nombres ni apellidos ni por qué
Yo no quiero alterar esta alegría
de brindarles mi autorretrato en llamas
mi epitafio a la orilla del camino
lo que de Dios conserva mi silencio
HORA NEFASTA
Todos en el jardín están marchitos
La puerta que conduce al exterior
inútilmente abierta
Bajo las nubes no son estrellas fugaces
las que relampaguean malvadas
Un niño muy pequeño recoge del suelo un árbol
No es más que una ramita seca
pero es todo lo que sobrevive de la selva
La muerte –desolada– se desploma
Nadie sonríe de verdad
No hay motivo
Tal vez mi hermano me llame desde estados unidos
pero eso no significa que estemos vivos
Es de día y el día
no ha logrado acabar
con tanta oscuridad
ENVEJECER
Nada es real:
Mi alma es una bandera sucia
un carrito de supermercado sin matrícula
un pozo donde nadie se atreve a sumergirse
COMO ESTACIÓN RASGADA POR EL VIENTO
Para Estuardo Álvarez, poeta.
pobrecito el poema
vale menos que una tarde de lluvia en la cocina
circula tanto como gripe en un velorio
alucina a quienes ya nada pueden perder
se deshace en los bolsillos de los amantes
requema las hogueras de los gendarmes
sucumbe ante el papel moneda donde nadie los busca
pobrecito poema
carcomido por baúles invisibles
estampado sobre arenas incendiarias
pobrecito poema
quien te escribe no sabe lo que dice
ADÁN ELABORA UN BALANCE
La manzana tenía sabor a papel reciclado
a parabrisas roto
a mano de pordiosero
fue después
en los labios de Eva
que pude recobrar mi paraíso
POETA MALDITO
Para Claudia Gabriela
Casi pierdo los ojos
al mirarte desnuda
Pero casi los pierdo definitivamente
cuando dejé de verte
SUCEDIÓ
Apareció de pronto, de repente,
con una caja de herramientas raras.
Destornilló los besos de los jóvenes,
con enérgico amor sustrajo a los transeúntes
piernas, manos, bitácoras.
Desenroscó caderas, pajaritos.
Metió en un saco grande a la mañana.
Usando una escalera sin apoyo
descolgó el sol y lo arrugó junto a la luna
que nadie supo cuándo fue extirpada.
Borró sin expresión los corazones.
Con ágil desaliño volteó casas.
Secó el sudor de su pequeña frente
y auxiliado por una enorme aguja
recolectó emociones y caminos.
Era un niño: severo pero tierno.
Todos mostraron ante su cruel oficio
rabiosa indefensión, pulcro silencio.
De su misión nadie dudó un instante.
No hubo protestas. Nada. No. Ninguna.
Ángel o Ilusión cumplió lo suyo.
Extrajo, despintó, desmontó el mundo.
Pero a pesar de su implacable juego
yo no le permití saquear mis arcas.
Él fingió comprender y dejó intacta
la tibia habitación de las palabras.
SORTILEGIO
Es el destino que labra y rememora
Es lo que ciertamente se acentúa
Es lo que nunca presagió la aurora
Es un gorrión ciñéndose una púa
Es un rosario rezado por la muerte
Es el licor temblando entre tu blusa
Es el demonio que besa cuando muerde
Es el índice creador que nos acusa
Una cosa no es: Adán y Eva
porque de cierto sobra paraíso
Tampoco es utopía ni quimera
Lo que este hombre hizo Dios no hizo:
formar de una mujer una bandera
y fundar el amor sobre su hechizo
CUERPO
Tenemos brazos pero no abrazamos
Tenemos pies
y horror
a emprender nuevos caminos
Tenemos ojos pero tememos quedar alucinados
Tenemos cicatrices pero no hablamos con ellas
Tenemos el silencio pero nos cuesta escucharlo
Tenemos labios
pero no besamos
Tenemos dioses y azotamos a los niños
Tenemos diluvios y olvidamos el olor de los árboles
Tenemos dificultades y nos burlamos de los ancianos
Tenemos terremotos pero no dormimos abrazados
Tenemos palabras y nunca comprendimos el silencio
Tenemos brazos
pero no abrazamos
Tenemos brasas en el alma
y no nos abrasamos
ACERTIJO SENSUAL
Tu sexo es una lámpara de mieles desbordadas
un refugio voraz
una escafandra
Tu sexo es una herida redimida
por mi boca mi mano y mi palabra
Tu sexo es un incendio
que se goza en su llama
Cuando te veo vestida
tan serena
me vuelvo de repente filosófico:
¿Qué habrá sido primero?
¿La tempestad
o la calma?
SOBRE LA TIERRA [2013]
CEREMONIAL DEL PRIMER DÍA
Cuando nací
una estrella alisaba su cabello
en el rancho más sereno de la noche
Cuando nací
los conejos lo anunciaron azules por el monte
los cenzontles cantaron como un piano barroco
las palabras mascaron las hostias de mi nombre
las hormigas acarrearon migajas de mi carne
hacia los cuatro abismos de la tierra
Cuando nací
una gota de mi sangre estremeció con su caída
la oscura laja verde
de la laguna
Cuando nací
tres hechiceros se inclinaron al borde de mi rostro alucinado:
El primero plantó sobre mi boca el beso del silencio
El segundo me calzó con las firmes espinas del amor
El tercero lloró para que en sus lágrimas
pudieran saludarme los abuelos
Cuando nací
mi calostro primero me lo ofrendó la Muerte
CAMBIO CLIMÁTICO
¿Escuchás el rugido del viento entre los árboles?
Ese ya no es el viento
es su fantasma
CAMINANTE
De la orilla de la milpa
el poeta recoge dos elotes
porque le pertenecen
Fueron sembrados para él
El pueblo sabe que el sudor de su frente
no proviene del sol
sino de sus entrañas demolidas
Mastica solitario
Pero antes ha escrito
el poema del hambre
ORACIÓN
Yo que te vi crecer arrullando mazorcas
costurando los huesos guerreros
con los huesos de los árboles
vengo a depositar un beso en tu rastrojo
Tierra
Yo que te vi ondular
la procesión desnuda de los jóvenes cuerpos
vengo a buscar las flores que para mí esparcieron en tu acorde
los abuelos
Río
Yo que escuché tus cantos al apagarse el sol
en la ceniza del tembloroso horizonte
vengo a secar el sudor del arcoíris que amarraste en tu frente
y a relatarte que la guerra por fin ha terminado
Cielo
Yo que dejé mi aliento encarnado en las palabras
Yo que lancé mi fuego a las estrellas
Yo que sembré en el viento siete veces mi sangre
Yo que fui Olote Piedra Diadema Chirivisco
Vengo a entregarte todo mi pasado
Muerte
ALADA
Un colibrí
extrajo néctares
de todo tu cuerpo
Los lunares que hoy beso
son esas huellas
que vinieron del cielo
HERENCIA
Entre los adobes de nuestra casa
quedó la mirada de la abuela
tras la picadura del nervioso alacrán
Con los ojos ardientes
mi abuela se introdujo en la cocina
sacó un tizón en brasa viva
con el que apagó la ponzoña de su brazo
sin el menor gesto de dolor
después
lanzó siete trozos del animal
a la ceniza
Lo mismo intenté hacer yo
cuando te fuiste
OTONIEL GUEVARA
Noticia biobibliográfica
El Salvador, «El Pulgarcito de América» —título dado en 1946 por el escritor y poeta salvadoreño Julio Enrique Ávila Villafañe y erradamente atribuido a la poeta chilena Gabriela Mistral, como demostró el investigador salvadoreño Rafael Lara-Martínez—, es un país que inagotablemente produce excelentes poetas, de los cuales, algunos estamos dando a conocer en nuestras páginas. Sin duda, uno de ellos es también Otoniel Guevara (n. Quezaltepeque, La Libertad, El Salvador en 1967). Estudió periodismo. Comenzó a escribir poesía cuando tenía 17 años y formó parte de las filas guerrilleras del «Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional» (FMLN). Por la coyuntura y momento generacional en que inicia su labor literaria, Otoniel Guevara vivió una transición entre una poesía y una lucha armada inextricablemente ligada a las vicisitudes políticas de su país. Pero aun durante la guerra civil salvadoreña, no dejó de participar activamente en la vida literaria. En esa misma época Otoniel Guevara formó parte del Taller Literario Xibalbá, integrado en la Universidad de El Salvador que incluyó a varios poetas jóvenes en los años ochenta. Desde 1984 obtuvo primeros lugares de poesía en los Juegos Floralesde Zacatecoluca, San Miguel, Ahuachapán, Cojutepeque, Apopa, Usulután y en los certámenes «Roque Dalton», «Alfonso Hernández», Juventud Literaria, Wang y otros. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, en 1999. También ha representado a El Salvador en encuentros culturales en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, México, Estados Unidos, Argentina, Chile, Puerto Rico, Venezuela, Hungría, Eslovaquia y Colombia. Obra poética: El Solar (1986); El violento hormiguero (1988); Lo que ando (1992, 1996, 1997); Lejos de la hierba (1994); Tanto (1996, 2000); El sudario del fugitivo (1998); Despiadada ciudad (1999); Erótica (1999); Simplemente un milagro (2001); Cuaderno deshojado (2002); Isla ilegal (2003); Sosiego (2003); No apto para turistas (2004); Cuando la lluvia se techa de prodigios (Costa Rica, 2005) Los juguetes sangrantes (2006); Siemprésima (2007); Rupestre (Monterrey, México, 2008); Proclamas para analfabetos (2009); Non adatto ai turisti (Edición bilingüe, Italia, 2009); Canción enferma (2009); Todos los ruidos de la guerra (Los Ángeles, USA, 2010); Pohemas (2010); Epigramal (2011); Telegrama del infortunio (2011); Luna crepitante (2013); Cicatrices abandonadas, volumen 2 (2013); Consagración del Edén, volumen 3 (2013); En la profunda aurora de tus ojos, volumen 4 (2013); Un gato negro durmiendo en lo inesperado, (México/Guatemala 2013); Violín envenenado (2013); Rituales invisibles (Guatemala 2014); Defensa propia. Antología (2014); Entre los escombros de la madrugada. Antología personal (2014); El poema del hambre. Antología personal, volumen 3 (2014) Parte de su trabajo también aparece en varias antologías: Piedras en el huracán, de Javier Alas; Alba de otro milenio, de Ricardo Lindo; Este lucero chiquito, de Augusto Morel;Poesía a mano, de Joaquín Meza; Den besjälade kulan (en sueco), de Víctor Rojas; Nueva Poesía Hispanoamericana, de Leo Zelada (Perú), Poesía salvadoreña del siglo XX (español-francés), de Marie Poumier; ¿Cuándo has visto salir medio sol? de Rei Berrroa (USA), entre otras. Sus poemas han sido traducidos al sueco, húngaro, eslovaco, rumano, inglés, francés, italiano y alemán. Dirigió las revistas Alkimia, Metáfora y Solopoesía, así como varios espacios dedicados a promover el arte y la cultura. Fue Coordinador del Suplemento Cultural Tres Mil de Diario Co Latino. Actualmente es Coordinador Ejecutivo de la Fundación Metáfora; Director del sello Proyecto Editorial «La Chifurnia» y dirige el Encuentro Internacional de Poetas «El turno del ofendido».
Noticia biobibliográfica
El Salvador, «El Pulgarcito de América» —título dado en 1946 por el escritor y poeta salvadoreño Julio Enrique Ávila Villafañe y erradamente atribuido a la poeta chilena Gabriela Mistral, como demostró el investigador salvadoreño Rafael Lara-Martínez—, es un país que inagotablemente produce excelentes poetas, de los cuales, algunos estamos dando a conocer en nuestras páginas. Sin duda, uno de ellos es también Otoniel Guevara (n. Quezaltepeque, La Libertad, El Salvador en 1967). Estudió periodismo. Comenzó a escribir poesía cuando tenía 17 años y formó parte de las filas guerrilleras del «Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional» (FMLN). Por la coyuntura y momento generacional en que inicia su labor literaria, Otoniel Guevara vivió una transición entre una poesía y una lucha armada inextricablemente ligada a las vicisitudes políticas de su país. Pero aun durante la guerra civil salvadoreña, no dejó de participar activamente en la vida literaria. En esa misma época Otoniel Guevara formó parte del Taller Literario Xibalbá, integrado en la Universidad de El Salvador que incluyó a varios poetas jóvenes en los años ochenta. Desde 1984 obtuvo primeros lugares de poesía en los Juegos Floralesde Zacatecoluca, San Miguel, Ahuachapán, Cojutepeque, Apopa, Usulután y en los certámenes «Roque Dalton», «Alfonso Hernández», Juventud Literaria, Wang y otros. Ha participado en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, en 1999. También ha representado a El Salvador en encuentros culturales en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, México, Estados Unidos, Argentina, Chile, Puerto Rico, Venezuela, Hungría, Eslovaquia y Colombia. Obra poética: El Solar (1986); El violento hormiguero (1988); Lo que ando (1992, 1996, 1997); Lejos de la hierba (1994); Tanto (1996, 2000); El sudario del fugitivo (1998); Despiadada ciudad (1999); Erótica (1999); Simplemente un milagro (2001); Cuaderno deshojado (2002); Isla ilegal (2003); Sosiego (2003); No apto para turistas (2004); Cuando la lluvia se techa de prodigios (Costa Rica, 2005) Los juguetes sangrantes (2006); Siemprésima (2007); Rupestre (Monterrey, México, 2008); Proclamas para analfabetos (2009); Non adatto ai turisti (Edición bilingüe, Italia, 2009); Canción enferma (2009); Todos los ruidos de la guerra (Los Ángeles, USA, 2010); Pohemas (2010); Epigramal (2011); Telegrama del infortunio (2011); Luna crepitante (2013); Cicatrices abandonadas, volumen 2 (2013); Consagración del Edén, volumen 3 (2013); En la profunda aurora de tus ojos, volumen 4 (2013); Un gato negro durmiendo en lo inesperado, (México/Guatemala 2013); Violín envenenado (2013); Rituales invisibles (Guatemala 2014); Defensa propia. Antología (2014); Entre los escombros de la madrugada. Antología personal (2014); El poema del hambre. Antología personal, volumen 3 (2014) Parte de su trabajo también aparece en varias antologías: Piedras en el huracán, de Javier Alas; Alba de otro milenio, de Ricardo Lindo; Este lucero chiquito, de Augusto Morel;Poesía a mano, de Joaquín Meza; Den besjälade kulan (en sueco), de Víctor Rojas; Nueva Poesía Hispanoamericana, de Leo Zelada (Perú), Poesía salvadoreña del siglo XX (español-francés), de Marie Poumier; ¿Cuándo has visto salir medio sol? de Rei Berrroa (USA), entre otras. Sus poemas han sido traducidos al sueco, húngaro, eslovaco, rumano, inglés, francés, italiano y alemán. Dirigió las revistas Alkimia, Metáfora y Solopoesía, así como varios espacios dedicados a promover el arte y la cultura. Fue Coordinador del Suplemento Cultural Tres Mil de Diario Co Latino. Actualmente es Coordinador Ejecutivo de la Fundación Metáfora; Director del sello Proyecto Editorial «La Chifurnia» y dirige el Encuentro Internacional de Poetas «El turno del ofendido».