Bajo la apariencia de una estructura convencional, La princesa federal, nos hace el primer guiño con el epígrafe de Mármol referido a la protagonista, Manuela Rosas: «He ahí un nombre conocido de todos, pero que indistintamente lo han aplicado, unos a un ángel, otros a un demonio. Pues esa mujer, que ha inspirado tantas páginas en su favor y tantas en su daño, puede contar, entre los caprichos de su raro destino, el no haber sido comprendida jamás, ni por sus apologistas, ni por sus detractores». Entonces comenzamos a preguntarnos si es…
Síguenos en las Redes Sociales