Dos son las coordenadas en las que cabe inscribir la lírica de Rodolfo Godino: por un lado, el rigor de la forma y el acierto metafórico; por otro, una actitud en la que el elemento reflexivo indaga implacablemente la realidad personal. Ésta emerge de manera decidida a partir de Elegías Breves (1999), en poemas en los que la materia emocional y el motivo elegíaco no condescienden jamás a la exposición directa del sentimiento, ubicándose en las antípodas de cualquier derivación romántica, (vitalismo, surrealismo, espontaneísmo). Acaso …
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