Asustada, balanceándose en lo alto de una silla con dos travesaños paralelos como si fuera un palanquÃn, la llevaron a la estación del pueblo. Por primera vez se alejaba de la casa y veÃa el monte de algarrobos donde sus hermanos cazaban cardenales para venderlos a los pasajeros del tren. Inés no conocÃa el pueblo. Pasaba largas horas sentada sobre una lona, en el piso de tierra de la cocina, mientras su abuela picaba las hojas de tabaco, mezclada con granos de anÃs, para fabricar cigarros de chala. LA abuela solÃa marcharse d…
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