Descubrí la existencia del poeta español Juan Larrea en 1958 a través de su obra Rendición de Espíritu . Leí esos dos volúmenes —que me esperaban intonsos, en el Instituto de Literaturas Modernas de la Universidad de Cuyo— con deslumbramiento y pasión, descubriendo a un poeta vidente de excepcionales condiciones, y a un hermeneuta que aplicaba a la Historia misma su capacidad revelatoria. Debo decir que ambos mensajes —el sentido de la poesía y el destino de América— entrelazados por una mirada profética, me marcaron para s…
Síguenos en las Redes Sociales