EL PUENTE Bastó una palabra y toda la luz de tu paisaje se encendió dentro de mi sueño. Vi tus cerros de verdor incomparable trepando la amplitud del cielo, vi tus ríos de aguas transparentes y musicales invadiendo las piedras de la memoria, vi los rostros y las manos infantiles que dibujaban un adiós en el patio de la vida, vi los abismos del vértigo en los bordes del camino por donde iba nuestra felicidad sonriendo entre los dos. Todo eso vi en un tiempo que luego fue un instante, y un olvido. Ahora no basta tu silencio para romper…
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