Eduardo Galeano y el Fútbol Alicia Poderti * Universidad Nacional de La Plata - CONICET Ha confesado Galeano: como todos los uruguayos, quise ser jugador de fútbol. Yo jugaba muy bien, era una maravilla, pero sólo de noche, mientras dormía: durante el día era el peor pata de palo que se ha visto en los campitos de mi país. 1 De allí nace una producción menos conocida de Eduardo Galeano 2 que se refiere a uno de los deportes más antiguos del mundo: el fútbol, contenido en su libro El fútbol. A sol y a sombra 3 . E…
EL SILENCIO DEL DIABLO Estas montañas son de silencio cuando atraen la mirada y chupan con fuerza vertiginosa pedazos de piel y generan un viento atroz sin ruido. Entonces son un recuerdo de piedra penetrado de hilos de agua. Casi no hay verde. Sólo hay una bruma reflejada por una sensación de polvo de granito que a veces es gris o rojizo. Estas montañas dan amor y pánico porque guardan secretamente el silencio. El sol las recrea mansas cuando ellas danzan ellas, aquellas las queridas etéreas y desnudas. Con olor …
TABACO a Ricardo H. Herrera Tabaco de mascar decía, de chicar, de chala, en hoja, misionero. Tabaco en cuerda. Decía: los viejos tienen cien años y mascan y escúpen su tabaco y su cáncer y su riesgo de días y noches... Decía, esa apetencia y ese ardor de los que degustaron la vida con el temblor de la boca atabacada, dulzona, eterna como las sílabas...
Edgar Borges: Para advertir La Contemplación Ariel José James* Universidad Autónoma de Madrid Especial para Analecta Literaria Si me pidieran que resumiera en una línea qué significado tiene para mí La Contemplación de Edgar Borges, diría que la entiendo como una revelación fenoménica de la condición humana. La diferencia entre la descripción y la revelación es en este punto crucial. La descripción es uno de los recursos literarios más comunes, y de hecho se encuentra en toda obra de arte. Es simplemente una mane…
Especial para Analecta Literaria © 2011 1. TOMA, TOMÁS, TOMA... DESDE ESTAS ALTURAS , la gente se le antoja hormiguitas a Tomás, a quien ahora, con las manos escaldadas e inservibles de los callos y las ampollas reventadas, le coge con imaginar y ver y perseguir a la Isaura engañando a Gustavo con Anselmo, y al Anselmo, enfundado y ajustado en su ropa de matón y buscapleitos donde Nuna, manoseando y desnudando a todas las muchachas; y La China, ay, La China, con su lunar que casi le muerde el labio superior, rondando t…
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