El Teatro del Oprimido de Boal y la Poética de Aristóteles por Rhina Toruño-Haensly (The Texas University of the Permian Basin)



1. Introducción

En la historia de la dramaturgia latinoamericana Augusto Boal es uno de los principales pioneros en el desarrollo de un teatro político popular, su obra: Teatro del oprimido y otras poéticas políticas forma parte del corpus dramático latinoamericano.

Boal ha fundamentado su teoría del drama, en una crítica de la historia del drama cuyo blanco principal es la Poética de Aristóteles. Su acusación principal es que en esta obra, Aristóteles propone una teoría de la opresión. Basado en esta crítica e inspirado en Bertold Brecht, Boal propone además una nueva actividad dramática, y él mismo se inserta en su ejecución. Boal sin embargo yerra en su interpretación de la Poética. Pero tampoco era necesaria para fundamentar su concepción normativa revolucionaria del drama, mucho menos era necesaria esa crítica para justificar su praxis revolucionaria dramatúrgica.

La meta principal de Aristóteles era entender y explicar el funcionamiento psicológico de la práctica dramática. Estudió la práctica teatral de su tiempo y creyó implícitamente que esa práctica representaba una estructura humana universal. Construyó una teoría que es principalmente descriptiva de la experiencia teatral y, consecuentemente, una teoría normativa acerca de lo que es un buen drama. Su propósito no era hacer una teoría normativa acerca del uso de los dramas, mucho menos una teoría acerca del uso de los buenos dramas.

Toda crítica a la Poética basada en que ésta no propone una acción social o política es una crítica externa. Atacar a la Poética como conservadora o como instrumento de opresión es salirse del marco de la Poética. Una teoría que propone que el drama moderno ha de ser revolucionario afecta el desarrollo de la actividad dramática y enriquece la experiencia dramática, pero no tiene por qué afectar el funcionamiento psicológico del goce de un drama mucho menos tiene por qué afectar la teoría de este funcionamiento.

En este ensayo expondré muy brevemente la doctrina poética de Aristóteles, clarificando su concepto central de catarsis, que es lo que más critica Boal. En seguida expondré la parte de la crítica de Boal a la Poética de Aristóteles. Evaluaré esta crítica y luego consideraré la contribución de Boal a la dramaturgia latinoamericana.


2. La Poetica de Aristóteles

En la Poética, Aristóteles examina principalmente la tragedia griega. Su estudio es una mezcla de descripción de la practica de la tragedia como existía en Atenas en su tiempo, siglo -IV (384-322) y de la formulación de una teoría normativa acerca de qué es la tragedia y como se caracteriza una buena tragedia. Lo segundo depende de lo primero. Dado que la naturaleza humana es de cierto tipo, el hombre, especialmente el griego clásico, ha producido la tragedia de su tiempo. Como la tragedia tiene el objetivo de satisfacer ciertos fines del ser humano, esos fines se enraízan en la naturaleza humana. Por eso, la naturaleza humana determina como son las mejores tragedias, en las cuales el hombre puede realizar su naturaleza. Aristóteles ofrece la siguiente definición de la tragedia:

La tragedia es, pues, la imitación de una acción de carácter elevado y completa, dotada de cierta extensión, en un lenguaje agradable, esto es, lenguaje que posee ritmo, musicalidad y belleza; llena de bellezas de una especie particular según sus diversas partes, imitación que ha sido hecha o lo es por personaje en acción, y no por medio de una narración, la cual moviendo a compasión y temor obra en el espectador la purificación propia (catarsis) de estados emotivos. (Aristóteles Poética Cap. IV 583-584)

Dado que Boal concentra su fuego crítico sobre la catarsis, me limitaré al estudio de la catarsis. La catarsis no es un elemento interno a una tragedia, pero es lo que mantiene el drama trágico como actividad humana. Por la definición de drama que ha dado Aristóteles, pareciera que la función general de todo drama es la de producir en el espectador normal una catarsis. Desgraciadamente Aristóteles dice muy poco acerca de la catarsis. Dice en el pasaje citado que es una purificación de las emociones de piedad y temor. Pero purificación no quiere decir que el espectador se libera de esas emociones. Todo lo contrario, tanto se mantienen esas emociones en el espectador, que éste puede naturalmente volver a ver el mismo drama una y otra vez. De hecho esto es lo que sucedía entre los griegos.

¿Qué es pues, esa purificación del temor y la piedad? Aristóteles sugiere que la psiqué del espectador pierde algo, y que esto es en alguna forma nocivo. Indudablemente tiene que ser algo conectado con la naturaleza de los incidentes en el argumento del drama. Esos incidentes tienen que estar conectados con los caracteres de los personajes trágicos. Aristóteles insiste en que un personaje ideal para una tragedia es una persona superior a las personas ordinarias, con sus virtudes o excelencias, pero no prominentemente excelentes, pero que posean un defecto grave, al que le llama falla trágica. Por ese defecto, el personaje comete un error serio de juicio. Ese error, por una cadena causal bien establecida, lleva al personaje a sufrir un cambio drástico de fortuna, de una persona que vive rodeada de felicidad y bienestar a una persona que cae de golpe en una miseria profunda, pudiendo perder la vida, la entereza de su cuerpo, o la vida de un ser inmensamente querido, por ejemplo en la tragedia de Edipo Rey de Sófocles. Edipo al darse cuenta de que él es el asesino de su padre y también Edipo se casa con su madre ignorando quien era ella, así Edipo cometió incesto, y al darse la anágnoris decide sacarse los ojos para no ver mas la luz y abandona el palacio y la ciudad.

Aristóteles reconoce que el temor es una emoción que consiste en el sufrimiento. Asimismo, la piedad, que es una forma de simpatía, es una forma de sufrimiento reflejo del mal ajeno. No obstante, insiste en que el espectador atento y comprensivo de un drama trágico goza con ese sufrimiento reflejado. Es un gozo de mayor profundidad en la naturaleza humana, y lo es por varias razones. Por una parte, es un gozo que domina y vence, sin destruir, al sufrimiento reflejo doble. Por otra parte, es un gozo que se funda en capacidades místicas y complejas. Además ese gozo requiere que el espectador balanceé su identificación con el personaje del drama, con su distanciamiento como espectador.

Hay en el gozo trágico una armonía exaltada de varios aspectos de la personalidad del espectador, aspectos que cubren todas las dimensiones de la personalidad: lo intelectual, lo emotivo, y hasta lo volitivo. Si tomamos en cuenta el aspecto catártico mencionado arriba, hay por tanto en el ejercicio del goce trágico una elevación de la personalidad, un acercamiento al ideal que uno tiene la capacidad de realizar.

El gozo trágico realiza dos aspectos de la naturaleza humana que Aristóteles consideraba esenciales: (a) la apreciación de la belleza, y (b) la tendencia a aprender y a gozar aprendiendo. Esta tendencia la afirma en la Metafísica y la menciona en la Poética explícitamente como una de las causas que dan origen a la poesía. Pero la poesía a la que se refiere Aristóteles es la tragedia.

Esta interpretación psicológica de la catarsis y del gozo trágico o sea el goce que se experimenta ante la poesía dramática, se acomoda a lo que Aristóteles dice sobre el tema. Concibe al ser humano como poseedor de una pluralidad de capacidades diferentes, algunas de ellas irreductibles a otras, aunque algunas se conectan con otras y dan así, origen a capacidades más complejas. La felicidad no consiste dice, en una manera de ser, sino en la ejecución de acciones (Op. Cit 84) Esas acciones manifiestan las capacidades que poseemos, en estas se encuentra la capacidad para imitar, gozar imitando, aprender ciertas cosas, gozar aprendiendo, gozar contemplando cosas que nos parecen bellas. Estas capacidades no se reducen a capacidades políticas, o a necesidades fisiológicas. Por tanto, el placer trágico del que habla Aristóteles constituye un complejo de capacidades humanas que pueden por sí solas constituir el fin último de la tragedia como experiencia humana.

Naturalmente, el que ese placer trágico no se funde en ciertas necesidades políticas, sociales,  o fisiológicas, no implica que ese placer no pueda ser influido o moldeado por las necesidades del espectador, o por las presiones políticas de la comunidad. Aristóteles no le adjudica ningún fin político a la tragedia. El texto de la Poética no da base para interpretar su teoría como un mecanismo al servicio de las clases gobernantes para oprimir al pueblo. Esta es la interpretación que propone Augusto Boal en su libro El teatro del oprimido. Examinemos sus argumentos.

3.La Crítica de Boal a Aristóteles

Boal hace su exégesis de la Poética basándose en el resto de la obra aristotélica, subsume la Poética bajo la Política y así selecciona, interpreta y comenta algunos temas centrales como la felicidad, la justicia, la purificación del gozo trágico. El esfuerzo es admirable, ingenioso, y a primera vista impresionante. El efecto contundente del argumento, se puede sentir con toda su fuerza siguiendo la secuencia de su interpretación. He aquí un breve sumario de esta exposición:

a) La naturaleza tiene ciertos fines, estados de perfección hacia los cuales tiende, pero a veces falla. Las ciencias y las artes intervienen para corregir esas fallas.

b) La tragedia limita acciones humanas de hombres racionales producidas por hábito.

c) Todas las acciones tienen un fin, pero todas en conjunto tienen como fin la felicidad.

d) La tragedia también tiene como fin la felicidad, y es un fin que trata de corregir ciertas fallas del hombre.

e) La felicidad de la comunidad y la justicia son los fines mayores, que corresponden a la ciencia y al arte de la política.

Varias de las interpretaciones de los textos aristotélicos por Boal son correctas. Esto se puede comprobar, parcialmente, comparando la interpretación formulada en el Cap. I con la exposición (a-e) de la interpretación que hace Boal de los textos del Estagirita, pero otras no. Sin embargo, los errores principales no son tanto hermenéuticos sino más bien lógicos. Boal formula tesis aristotélicas correctamente, pero deriva de ellas, incorrectamente, conclusiones que no se siguen, por falta de espacio me limitare a los errores lógicos principales. No es, por supuesto, necesario insistir en que cada uno de estos errores basta por sí solo para socavar su tesis de que la poética de Aristóteles es un instrumento de opresión.

Boal interpreta correctamente a Aristóteles en cuanto a que el fin ultimo de la ciencia política es la justicia (Tesis E), la cual Aristóteles interpreta como el bien común. Pero de eso no se sigue ninguna de las siguientes proposiciones:

a) que el fin político general, esto es, la justicia o bien común, se aparte del fin de la tragedia o de otras partes;

b) que el fin político de la clase gobernante sea parte integrante del fin del drama.

Aristóteles, el fundador de la lógica, sabía muy bien que es un error deducir del que un todo tenga cierto fin. Además, hay que recordar que el propio Aristóteles afirma que hay constituciones malas; incluso el drama, dentro de la concepción aristotélica, puede ser crítico de leyes y costumbres.

Al principio no se da cuenta cabal de que la poética que describe Aristóteles es un medio de cumplir ciertas necesidades estéticas e intelectuales del ser humano. Y no parece darse cuenta de que la estructura del drama griego que describe Aristóteles es general y permite que se use para propagandizar cualquier mensaje moral y político. Habría entonces que criticar meramente el uso que de ella han hecho los opresores. El error principal de la crítica de Boal consiste en su mala interpretación del proyecto teórico de Aristóteles, Por ello Boal no ve que hay una diferencia enorme entre los usos de los dramas y los usos de las teorías sobre el drama. La teoría de Aristóteles se aboca al funcionamiento psicológico del goce dramático. Este goce es independiente del uso político para el cual se utiliza un drama que se está gozando. Naturalmente, el uso de la teoría del goce en cuestión podrá, o no podrá, tener usos políticos, pero este es un problema distinto del que estamos tratando. Aunque sí es importante observar en la Poética la omisión de lo político. También es interesante observar que la Poética de Aristóteles y no otra, ha perdurado hasta el siglo XXI como teoría normativa.

La pregunta importante no es si la Poética de Aristóteles es opresiva. Es, en cambio: ¿Se puede utilizar el drama como instrumento de liberación? ¿Cómo arma para atacar la opresión? En esto Boal tiene algo muy importante que decir.

4. La Contribucion de Augusto Boal al Teatro

El programa de teatral de Boal es independiente de su crítica a las doctrinas poéticas de los teóricos que le precedieron. Para su programa necesitaba la adopción de un propósito revolucionario, la creación de obras teatrales adecuadas, "la mise en scene" de tales obras. Esto lo ha hecho con éxito a nivel nacional, a través del "Teatro Arenas" du Sao Paulo, Brasil, desde 1960 con su obra Revolución de la América del Sur, después de haber regresado de estudiar dramaturgia en los EEUU con John Gassner. En esa obra de teatro, el protagonista es un hombre del pueblo José da Silva, víctima de todas las explotaciones de la clase dominante. (Magaldi, Sábato). Durante los años de 1960 al 71 mientras Boal escribía, publicaba sus artículos, organizaba sus talleres del Teatro del oprimido fue perseguido, torturado y puesto en prisión por el gobierno de su país Brasil. En 1971, cuando fue liberado se exilió a París y Lisboa por 15 años. En 1981 organizó la primera Fiesta Internacional del "Teatro del oprimido" en París, donde enseñó su enfoque revolucionario por doce años. En 1996 publicó Teatro Legislativo, libro en el cual Boal volcó su experiencia como concejal de Río de Janeiro y en este drama el ciudadano se convierte en legislador. En junio del 2001, recibió el titulo de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Queen Mary de Londres. Augusto Boal ha escrito 23 libros, uno de ellos es el Teatro del oprimido que ha sido traducido a 20 diferentes lenguas. (Wikipedia, la enciclopedia libre, 3) Boal es reconocido internacionalmente como uno de los grandes pioneros del teatro político popular.

La Poética del oprimido es esencialmente la Poética de la liberación: El espectador ya no delega poderes en los personajes ni para que actúen en su lugar. El espectador se libera: piensa, actúa por si mismo! ¡Teatro es acción! (op. Cit. 17).

Por esta razón Boal llega a proponer las siguientes doctrinas extremas: a) la diferencia entre actor y espectador se debe eliminar, todos deben ser actores y espectadores, b) la diferencia entre protagonistas y comparsas debe desvanecerse: la masa, el pueblo, representado en la antigüedad por el coro, es el verdadero protagonista. Para terminar concluyo que el proyecto teórico de Aristóteles en la Poética sobre el funcionamiento psicológico del goce dramático se mantiene válido. Los usos políticos sean de opresión, sean de liberación, son usos de los dramas, y no agregan ni quitan nada al proyecto aristotélico.

La crítica que Boal le hace a la catarsis aristotélica es externa a la Poética y no la toca. La concepción revolucionaria de Boal acerca de la función y de la estructura del drama popular, refiriéndome especialmente a las tesis (a) y (b) citadas arriba, no constituyen una crítica a la Poética excepto en la temática, ni requieren una crítica de la catarsis o de la concepción aristotélica de la trama o fábula. Estas tesis constituyen una opción para un dramaturgo. Boal ha optado por ellas y ha escrito textos dramáticos sobre temas nacionales históricos, con problemática político-social que los ha puesto en escena desde 1960, siendo un verdadero vanguardismo del teatro popular. De acuerdo a Julián Boal (zemos98.org) refiriéndose al Teatro del oprimido considera que a lo largo de las tres últimas décadas, el Teatro del Oprimido ha alcanzado una gran expansión internacional, contabilizándose en la actualidad más de 140 grupos repartidos en unos 40 países. Agrega Julián Boal que sólo en Francia pudo confirmar la existencia de unas 20 agrupaciones, con estructura, objetivos y temáticas completamente diferentes: desde colectivos de extrema izquierda o asociaciones alternativas que trabajan en colaboración con comunidades locales hasta grupos que organizan sesiones de Teatro del Oprimido para mejorar la convivencia y rentabilidad en empresas e instituciones.

Augusto Boal ha establecido un Centro mayor para el Teatro del Oprimido en Río de Janeiro y ha comenzado 12 compañías del teatro para desarrollar proyectos de comunidades de base. Además se mantiene viajando y llevando su teatro de la liberación por todos los rincones de América y Europa.



Artículos y Obras Consultadas

Aristóteles, "La Poética" en Obras de Aristóteles. Traducción del griego de P. Samaranch,
Ed. Aguilar: Madrid, 1964.
Boal, Augusto, Teatro del oprimido y otras poéticas políticas. Ed. de la Flor: Buenos Aires, 1974.
Brecht, Bertoldt, On Theatre, Translated by John Willett. Library of Congress 1964.
Brecht, Bertoldt, Escritos sobre teatro,Trad. J. Hacker, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1973.
--- "El arte como diversión" en Estética y Marxismo Tomo 1, de A. Sánchez Vázquez, Ed. Era. 12 Mexico, 1970, p. 20.
--- "Critique de l'identification". "Critique de la Poetique d'Aristote" en Escrits sur le Theatre, 1, Ed. L' Arche, Paris, 1972 p. 237-42.
--- Escritos sobre el teatro, Hacker, Ed Nueva Visión, Buenos Aires, 1973, p. 171.
---Ecrits sur le théâtre, 1, Ed. L'Arche, Paris, 1972.
Pino, Alejandro del. "Teatro del oprimido, Julián Boal", zemos98.org. 1ro septiembre 2004.
Sánchez Vázquez, Adolfo, Estética y Marxismo, Ed. Era, México 4ª ed. 1980.
Sábato, Magaldi, Arte y Cultura. Presentación del Teatro Arena, Enciclopedia Libre. 24 marzo 2006. http://es.wipedia.org/wiki/Augusto_Boal