Gioconda Belli


POEMAS DE GIOCONDA BELLI
Nota Biobibliográfica y Selección de Textos
Mónica Daniela Larribau



GIOCONDA BELLI
, Poetisa, ensayista y narradora nicaragüense nacida en Managua el 9 de diciembre de 1948. Su padre, Humberto Belli era empresario. Su madre, Gloria Pereira fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Estudió en el Colegio de la Asunción, hasta tercer año de secundaria; luego se bachilleró en Madrid. Trasladada a Estados Unidos, se graduó en el Colegio Charles Marcus Price. A su regreso a Nicaragua trabajó en una oficina publicitaria. Gioconda Belli es, junto a otras poetas de su generación, Ana Ilse Gómez, Claribel Alegría, Vidaluz Meneses, Michèle Najlis y Daisy Zamora, una de las pioneras de la poesía revolucionaria y de la revolución misma. La influencia de José Coronel Urtecho en su obra poética ha permitido que se la compare con Ernesto Cardenal, discípulo de Coronel Urtecho y uno de los poetas más representativos de la literatura revolucionaria en Nicaragua, con quien inició la renovación de la poesía en su país. Sobre su poesía, dice José Coronel Urtecho: "Leyendo una vez más a Gioconda Belli, como acostumbro hacerlo, me dan ganas de compararla, o por mejor decir, de ponerla a la par, no sólo de las mejores poetas actuales del mundo, sino de todas las grandes poetas que han existido desde Safo... De las pocas mujeres que han hecho franca y sincera poesía de amor." Gioconda Belli es considerada, después de Ernesto Cardenal, la poeta más emblemática de la revolución nicaragüense. Como muchos intelectuales de su generación, Belli se integró a las filas del FSLN y participó, desde el año 1970 en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza. Militó en esa organización hasta 1994. Perseguida por la dictadura somocista, vivió en el exilio en México y Costa Rica. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista. Ocupó varios cargos partidarios y gubernamentales en la Revolución Sandinista en los 80. En 1970 comenzó a publicar en La Prensa Literaria, revelando una gran sensibilidad poética femenina. En 1972 obtuvo el Premio de Poesía "Mariano Fiallos Gil" y en 1978 el Premio "Casa de las Américas". Un marcado acento erótico impregna buena parte de su obra, aunque su última producción denota una preocupación humanística por los cambios políticos de su patria, la reivindicación social de la condición de la mujer, el amor de pareja y los hijos. Sus novelas y poemas se han traducido a más de catorce idiomas. Es miembro del Pen Club Internacional y miembro correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Escribe para diversos periódicos nacionales e internacionales. Es madre de cuatro hijos: Maryam, Melissa, Camilo y Adriana. Está casada con Charles Castaldi, productor de cine, y desde 1990 reparte sus actividades y su tiempo entre Los Angeles y Managua.




LIBROS PUBLICADOS


POESÍA


Sobre la Grama (Premio Mariano Fiallos Gil, 1974),
Línea de fuego (Premio Casa de las Américas, 1978),
Truenos y arco iris (1982),
Amor insurrecto, (1984)
De la costilla de Eva, (1986)
From the Eve´s Rib, (1989)
El ojo de la mujer (1990)
Apogeo (1997)
Mi íntima multitud (Premio Internacional Generación del 27, en 2003)
Fuego Soy Apartado y Espada puesta lejos (Premio Internacional Ciudad de Melilla, 2006).

NARRATIVA/ ENSAYO

La mujer habitada (1988)
Sofía de los presagios (1990)
El taller de las mariposas (Cuento para niños, 1992)
Waslala (1996; Seix Barral, 2006),
El pergamino de la seducción (Seix Barral, 2005)
El país bajo mi piel (2001), sus memorias durante el periodo sandinista.
El infinito en la palma de la mano, (Premio Biblioteca Breve 2008)



POEMAS ESCOGIDOS


1. ABANDONADOS

Tocamos la noche con las manos
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja negra.

Nos hemos abandonado al desamor,
al desgano de vivir colectando horas en el vacío,
en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrascendentes,
sin huellas, ni sol, ni explosiones radiantes de claridad.

Nos hemos abandonado dolorosamente a la soledad,
sintiendo la necesidad del amor por debajo de las uñas,
el hueco de un sacabocados en el pecho,
el recuerdo y el ruido como dentro de un caracol
que ha vivido ya demasiado en una pecera de ciudad
y apenas si lleva el eco del mar en su laberinto de concha.

¿Cómo volver a recapturar el tiempo?

¿Interponerle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,
hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?

Pero... quién sabe si podremos recapturar el momento
que perdimos.

Nadie puede predecir el pasado
cuando ya quizás no somos los mismos,
cuando ya quizás hemos olvidado
el nombre de la calle
donde
alguna vez
pudimos
encontrarnos.

2. AHORA VAMOS ENVUELTOS
EN CONSIGNAS HERMOSAS


Las mañanas cambiaron su signo conocido.
Ahora el agua, su tibieza, su magia soñolienta
es diferente.
Ahora oigo desde que mi piel conoce que es de día,
cantos de tiempos clandestinos
sonando audaces, altos desde la mesa de noche
y me levanto y salgo y veo "compas" atareados
lustrando sus botas o alistándose para el día
bajo el sol.
Ya no hay oscuridad, ni barricadas,
ni abuso del espejo retrovisor
para ver si me siguen.
Ahora mi aire de siempre es mas mi aire
y este olor a tierra mojada y los lago s allá
y las montañas
pareciera que han vuelto a posarse en su lugar,
a enraizarse, a sembrarse de nuevo.
Ya no huele a quemado,
y no es la muerte una conocida presencia
esperando a la vuelta de cualquier esquina.
He recuperado mis flores amarillas
y estos malinches de mayo son mas rojos
y se desparraman de gozo
reventados contra el rojinegro de las banderas.

Ahora vamos envueltos en consignas hermosas,
desafiando pobrezas,
esgrimiendo voluntades contra malos augurios
y esta sonrisa cubre el horizonte,
se grita en valles y lagunas,
lava lagrimas y se protege con nuevos fusiles.
Ya se unió la Historia al paso triunfal de los guerreros
y yo invento palabras con que cantar,
nuevas formas de amar,
vuelvo a ser,
soy otra vez,
por fin otra vez,
soy.

3. REBELIÓN

En que rincón de la vida
me estará esperando la felicidad?
En que lugar de la tierra me será dada
la realización que espero, a la que no puedo renunciar
porque ya tengo la sangre intoxicada
y las palabras me buscan, me rondan
y los poemas ya me son necesarios para subsistir;
están sembrados en mis horas, inalterables, hermosos.

Están en mí, dentro de mí, con toda la fuerza de la tierra,
del amor, con toda la angustia del hijo que debo parir y esconder
porque no me está dado enorgullecerme de él
sino agachar la cabeza y guardar estos papeles
en alguna gaveta donde el tiempo los amarille
mientras yo me voy convirtiendo en repollo, lechuga
o cualquier otro vegetal...


4. CHE

¿Si el poeta eres tú,
qué puedo yo decirte comandante?

¿Qué puedo yo decirte, comandante?,
todavía guarda mi memoria
tus fotos en Bohemia "Edición del Triunfo".

Tu cara hermosa y risueña.
Qué hermoso sos, comandante,
un hombre con cara de futuro,
un hombre grande, lleno de alegría y victoria.

¿Qué puedo yo decirte, comandante,
si vos sos el poeta de la flor y el mate
del tiempo detenido en una ráfaga de metralla
que canta?

5. TEXTURA DE SUEÑO

No he visto el día
más que a través de tu ausencia
de tu ausencia redonda que envuelve mi paso agitado,
mi respiración de mujer sola.

Hay días pienso
que están hechos para morirse
o para llorar,
días poblados de fantasmas y ecos
en los que ando sobresaltada,
pareciéndome que el pasado va a abrir la puerta
y que hoy será ayer,
tus manos, tus ojos, tu estar conmigo,
lo que hace tan poco era tan real
y ahora tiene la misma
textura del sueño.


6. CONJUROS DE LA MEMORIA

No sé si un sol desmedido y burlón
me atravesará de punta a punta
cuando salten de mi pecho todos los gritos guardados,
cuando se rompan las oscuridades
de mi perfecta catedral secreta
con el sostenido sonido del órgano medieval
ululando su voz de parto,
su alarido de queja y de tristeza.

Estoy como nací -desnuda-
mojada de lágrimas con el pelo chorreándome nostalgia
y un cansancio vetusto acomodado en mis huesos
y mientras me dejo ir en el humo,
viene su mano y me sostiene
y me levanta y me hace tronar de júbilo,
me zarandea las ganas de vivir,
me dice verde con ojos de monte
azul con el pelo espumoso de mar
estrella con las uñas brillantes
viento y sopla mi angustia y la desperdiga
y me hace nadar en el aire, retozar en los arroyos,
romper los relojes del tiempo,
borrar la huella de mis pequeños pecados
vueltos trascendentes por los oscuros designios
de su otro yo iracundo hermano de este duende iluminado
que me persigue en el sueño
en el que corro huyendo, siguiéndole yo a mi vez
juego de gato y ratón hasta que viene la lluvia
y la risa y volvemos a ser amantes helechos hojas atrapadas
en las correntadas de mayo y todo vuelve a empezar
cuando cruzamos lavados y nuevos
el umbral del Paraíso.


7. LA SANGRE DE OTROS

Leo los poemas de los muertos
yo que estoy viva
yo que viví para reírme y llorar
y gritar Patria Libre o Morir
sobre un camión
el día que llegamos a Managua.

Leo los poemas de los muertos,
veo las hormigas sobre la grama,
mis pies descalzos,
tu pelo lacio,
espalda encorvada sobre la reunión.

Leo los poemas de los muertos
y siento que esta sangre con que nos amamos,
no nos pertenece.

8. OBLIGACIONES DEL POETA

Que nunca te dé por sentirte
intelectual privilegiado cabeza de libro serrucho de conversaciones
mustio pensador adolorido.

Vos naciste para desgranar estrellas
y descubrir la risa de la muchedumbre entre los árboles,
naciste blandiendo el futuro
mirando por ojos, manos, pies, pecho, boca,
adivino del porvenir
agorero de días de los que el sol
aún ignora su paternidad,
fuiste engendrado en noches de luna
cuando aullaban lobos y corrían enloquecidas las luciérnagas,
tenían los ojos abiertos desde que asomaste al mundo la cabeza
y tu piel era más tierna y delgada
que la de las gentes nacidas a ojos cerrados,
fuiste privilegiado para el dolor y la alegría,
hijo del mar y la tormenta,
hecho para buscar tesoros en pantanos y desiertos.

Tu legado fue el desmedido amor,
la confianza, la ingenuidad,
la sombra de los chilamates,
el trino de los zenzontles negros.
Ahora el fondo de la tierra
emana electricidad para cargar tu canto
se desparraman los poemas en las caras sudorosas,
en las ávidas manos sosteniendo cartillas y lápices;
ahora no tienen más que cantar lo que te rodea,
al suave díapasón
de las ardientes voces
de la multitud.


9. PARA JUAN GELMAN

Pienso Juan
que somos
exactamente lo que somos,
un hombre y una mujer
andando de corrido por el mundo,
con una suave interrogación
detrás de los ojos
y las manos abiertas
buscando pájaros azules,
victorias,
calmantes para el dolor,
sombras para guarecernos de las lágrimas,
espejos donde mirar
para encontrar quien ve
sí dulcemente, con la misma dulzura,
sí tiernamente, ternura desde adentro;
quién nos desaloja de la soledad,
nos deja sin más sol que el sol,
calientitos;
quién nos pasa
todo el calor de vida que llevamos,
las cosas lindas que también juntamos
las revoluciones que ganamos,
la esperanza que nos levanta al viento,
de ojo a ojo,
de sangre a sangre.

Quién nos junta como amaneceres
de un mismo país
para mezclar alegría con tristeza
y sacarnos andando bajo los árboles
como tercos animalitos
husmeando el amor.

Pienso Juan
que hay un espejo
donde nos reflejamos
al mismo tiempo.


10. REGLAS DEL JUEGO PARA HOMBRES
QUE QUIERAN AMAR A MUJERES



I



El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los arboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesia con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.

Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

11. VIGILIA

Uno tras otro se amontonan los días de la vida.
Pasan. Se suceden.
Soy yo la que construye esperanza sobre la hierba.
La que se ve desnuda aun rosa y piel calida.

Alla estan las colinas de mi retozar.
Los arroyos y los valles de las correrias bajo la lluvia.
Veo pasar los rostros que alguna vez alzados como
lamparas
iluminaron el mio y me poblaron de simbolos y
palabras nuevas.

Los poemas vuelan como bandadas de palomas
sobre la cabeza.
Todo esto lo observo desde mi celda virgen donde
nadie penetra.

Al final del encuentro con el mundo de los sueños
desperte con la anunciación del júbilo
pero no hubo quien abrazara mi cuerpo y soplara
caricias en mi oido.

Sin embargo soy feliz.
Veo los vientres hinchados de vida que vendrá.
Los campos arados.
Es la hora de la meditación y tejo un sueño
porque aprendí que los sueños son posibles.

Escribo manuscritos viejos y reescribo una nueva historia del mundo.
Esta es la tierra prometida de la cual nos habían arrojado.
Ejércitos de querubines, coros de ángeles
cuidan a los moradores del paraíso
para que soporten las privaciones
y no coman la manzana de la perdición.

Me han dejado la lámpara de las vírgenes prudentes
pero también las visiones de los bosques
donde habitan los unicornios.

El amado no llega.
A veces pareciera que diviso su sombra acercándose
y que su voz como las tropetas de Jericó parece pronta a alzarse
para derrumbar los muros que contienen el amor.

Me dicen que la perseverancia es virtud de los triunfadores.
La paciencia seguro escudo contra los espejismos que producen falsos sueños.
Entonces doy vuelta al reloj de arena
y dibujo en largos pergaminos la sustancia de mi felicidad.
Esa que sólo espero habrá de levantarse
de la niebla y el vapor
hacerse hombre y venir a habitarme
aparecida en medio de todos
puerto final de mis tempestades
por los siglos de los siglos
Amén.

12. PREJUICIOS SOBRE LA MATERNIDAD

¿Es la única?
Me pregunta la mujer en el parque
contemplando los juegos de Adriana.

Tengo cuatro, le respondo.
No tarda mucho en preguntarme sus edades
Y en mirarme, incrédula, cuando se las digo.
-Se ve usted muy joven para todo eso- comentan.
Es un halago
pero siempre me hace pensar
en los tristes perfiles, las asociaciones,
de la maternidad.

Más vida dan las mujeres,
-sostiene la popular sabiduría-
más vida pierden.

Los partos las destiñen.
Engordan. Se agotan. Envejecen.
Cuatro hijos tendrían que haber terminado con la sensualidad
o el deseo.

Como si cada hijo mágicamente redujera la libido,
y no fuera la realidad exactamente lo contrario:
Cada hijo dejándonos más cerca de la vida
más proclives a la ternura,
la piel más suave y el sexo más acogedor.
Es la falta de pan, de amor, la que desgasta.
No el parto.

13. NUEVA TEORÍA SOBRE EL BIG BANG

El Big Bang fue el orgasmo primigenio:
Orgasmo de los Dioses amándose en la nada.
Cada vez que te amo repito la génesis universal
protones y neutrones, neutrinos y fotones
saltan de mi encendidos a crear nuevos mundos
centellas y meteoros se cruzan con mis gritos
te amo mientras mis pulmones crean la Vía Láctea de nuevo
y el sol vuelve a nacer redondo y amarillo de mi boca
la luna se me suelta de los dedos
Marte, Plutón, Neptuno, Venus, Saturno y sus anillos
las novas, súper novas, los agujeros negros
anillos concéntricos de galaxias innombrables
se desgajan de mis contorsiones.

Soy Gaia, soy todas las Diosas explotando.
Entre luz de centellas tu planeta de fuego
prende mis luces todas
brotan mundos cometas meteoros se hacen trizas
lluvias de estrellas danzan en el arco del éter
nace por fin la tierra sus edades de magma y cataclismos
la primera partícula de vida moviéndose en la hierba
su cilicio
y luego es el silencio
velocidad de materia que se dispersa en círculos
tus soles y mis soles se asientan en su espacio
es el frío la grandeza del tiempo
la eternidad el azul y el rojo
los sonidos, la estática
el amor insondable tu amor tierno tus manos en mi frente
las campanas a lo lejos bing bang bing bang bing bang
bing bang
Big Bang.

14. NUEVA TESIS FEMINISTA

¿Cómo decirte
hombre
que te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-"témeles, yo le tiemblo"
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aún no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.


15. LAZOS

Para Adriana, mi hija

¿Cómo puede alguien
que apenas sabe pronunciar
unas cuantas palabras
arar un camino tan hondo
y entrar a saco
por cuanta ranura hay abierta
en mi invisible palpitante centro?

A díario, niña,
acumulo tu amor
como avaro guardando
expectantes tesoros.

Tu cuerpo menudo y caliente
entre mis brazos
me lleva tan cerca de la felicidad
que, temiendo semejante abundancia,
te susurro mi dicha como un largo secreto clandestino.

No sé por qué
en las noches cuando te sostengo
hasta que cerrás las alas
resignándote a la oscuridad y el sueño,
siento que, contrario a las apariencias,
me tiraste una cuerda de plata en un naufragio
y es mi cordón umbilical
el que ahora descansa en tus pequeñas manos,
como si, hija mía, fuera yo también hija de
esos profundos ojos
que un día sabiamente
soltaron hacia mí
sus relucientes anclas.

Hija de mi esperanza,
diminuta mujer
sobreviviente,
no sé qué hay en vos
que cierra y da sentido
a los círculos misteriosos de mi vida,
sólo sé que cuando la flecha de la tuya
giraba buscando espacio en el espacio,
agua y sed se encontraron
y ahora henos aquí
madre y pequeña niña
apretadas, envueltas, enlazadas,
como si jamás hubiésemos existido
apartadas la una de la otra.

16. DE LOS DUDOSOS DONES

Es mi prerrogativa de mujer
darles a mis hijos la muerte con la vida.
Cada uno de ellos
tiene su fin marcado
en el ignoto calendario de sus días.

No pensé al engendrarlos,
ni cuando los empujé
lejos de mí para tenerlos cerca,
que les otorgaba el fin
como ingrata consecuencia del principio.

Hoy que los veo ser y estar
fluctuar y resollar en aguas
que, inevitablemente,
resuenan mareas en mi vientre,
no sé qué palabras usar como consuelo;
ni cómo explicarles que no fue mi intención jamás
traerlos aquí
a este mundo
para que lo hollaran apenas un instante.

Un instante quizás
es suficiente.pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.