Selección Poética
De: En el confín del nombre [1998]
NO SER
IMPOSIBLE romper el anillo de bruma
que teje alrededor
la sanción de tu olvido.
Imposible la luz
en este territorio
de palabras de sombra...
¿para qué, pues, la gesta,
el linaje, la estirpe,
la herencia...
de esta especie inconclusa,
de esta región silente,
que impone el sello
de la ausencia, de la máscara,
del tiempo, y de la muerte...?
Recorreré el camino
de la nada a la nada,
sin azules preguntas
ni versos verticales,
renaceré a los signos de
sombras y silencio,
aceptaré que soy
identidad de número,
y viviré mis días
en ritual mecánico,
cortados a la hechura del vacío,
de lo incierto, de lo efímero...
¡Pero deja que el brillo de la luna,
en la noche de pozos, teja mis sueños!
SUEÑO DE UN SUEÑO
TENGO miedo de ser
solo sueño de un sueño,
miedo al laberinto
y miedo al silencio...
Desnuda de señales,
confundida en lo eterno,
tengo miedo a quedarme
perdida entre los velos,
entre la niebla oscura,
entre el misterio...
Huérfana de contornos,
vertida en el paisaje,
transformado mi nombre
en juego de vocales,
tengo miedo a quedar
atrapada en el aire
y vagar sin caminos
en soledad errante,
sin memoria de formas,
fugaz como el instante...
Yo que quise abarcar
a todas las edades,
y traspasar confines
del fondo de los tiempos
con mi nombre grabado
en el fuego del Verbo,
yo que rompí el conjuro
de la palabra efímero
con la mágica luz
de mis poemas plenos...
sagrada, en posesión
del absoluto acento...
hoy tengo miedo de ser
solo sueño de un sueño.
DESDE MI MISMO
PONME el velo en la mirada
y no me hagas confidencias,
pues quebrada la luz,
desmesura primaria de contornos,
ya no sé sostenerme sobre
el vértigo negro de los días.
Aunque mis dioses sean menores
y nunca descubra el asombro ,
aunque mi liturgia sea
el agua del rocío,
el fuego de la leña,
y un puñado de tierra,
vacíame los arcones de la memoria,
y que mis pasos no rompan
el cristal de mis velos,
que no se entere el tiempo,
que se quiebra en la muerte,
que soy cuerpo de tiempo.
Yo sólo quiero andar en blanco,
que se me queden en blanco las palabras,
que mojada de luz no me moje la sombra,
que no me llueva dentro,
que el pan de lo diario alimente mi voz.
Ya que nada es,
solo tu mirada,
déjame en lo blanco
quiero estrenar todos los días la luz del sol.
METALENGUAJE
Y es que quiero buscar ese metalenguaje
que me explique, sin más,
quien soy yo, y que hago
en este fluir sin cauce
que brota desbocado
desde las cimas de lo ignoto
hacia ninguna parte.
Pues ni siquiera sé
por qué me regalaron los sueños,
ese hondón oscuro, desmesurado,
que se me escapa detrás de la mirada,
y se diluye entre la niebla oscura de lo vago,
ni por qué me fue dada la palabra,
si tras ella queda el desamparo
del silencio de los símbolos ciegos,
del enigma, de lo innominado.
¡Qué regalo de arena
en las manos del viento,
que se mueve al albur de lo nombrado...!
Si fue para loarte,
¡Oh, Tú el Innombrable !
el esfuerzo fue vano,
pues solo me fue dado el murmullo vacío
que se pierde en la orilla de los ríos de sombra,
que no alcanza la esfera de la luz de tu Voz.
Y si se extingue en viento
y no llega a plegaria,
¿para qué la palabra?.
Y si cierras la puerta a tus ecos,
mis sueños,
y sólo me regalas las voces del silencio...
si apenas soy un nombre que cambias al azar,
en la rueda incansable del impasible tiempo,
dime, ¿para qué sueños?
Y si me dejaste fuera de este tan amargo juego,
¿por qué me diste el dolor de la búsqueda baldía,
del ensimismamiento,
de querer ceñir los límites
de la palabra "cierto"...?
si no me pertenezco...
Apenas soy imagen que se repite en serie
en los haces de luz de tu infinito espejo .
Deja ya de jugar o enséñame ese juego,
y no me condenes más al extrañamiento...
PUENTES DE OLVIDO
COMO puentes de olvido
que conjuran la nada,
presagio de señales, de avisos,
remembranzas, como la voz del mar
en esas noches bravas
de rugidos vacíos, se yergue la palabra,
que impotente espejea en ritual de gestos,
ante el silencio
opaco del universo.
La realidad sujeta a
esta polifonía que trenza el viento ...
¡Qué asombro de juego sin bases, reglas,
ni referencias !
¡qué absurda esta liturgia
sin ampararse en augurios,
oráculos ni profetas...!.
Pero ante la nada, frente a la nada,
y en el silencio,
tenemos que jugar al acto
e inventar día a día
el mundo, desde una página en blanco.
De: Nos+Otros [2003]
MUJER ENSIMISMADA
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
que inquiere sus contornos
su identidad su signo
herida por milenios de
silencios espesos
rotos y sin azules
los mensajes primarios.
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
para entrar en la niebla del enigma del “otro”
y solo recorrí sus contornos
y el polvo acumulado de tiempos sin fronteras
y el bálsamo de lágrimas oscuras disfrazadas
de sueños de futuro.
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
y divisé a los otros
fango de bruma densa
marcada en sus rostros sin rostros.
Sin dioses ni absolutos entre quincalla rotos
caóticos
perdidos
mendigos
locos.
¡Qué rico es el hombre
en el prisma de luz
suma de sus carencias!
Kilómetros de angustia
y auras de veneno
sonrisas- mariposa
aparecían redondas
al limón de mañanas.
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
y me acerqué a los otros.
Tuve que detenerme era tal el olvido,
tan frágiles sus sueños
tan perplejos y atónitos...
¡Qué extenso es el hombre
en el fugaz destello de lo efímero!
Buceaba entre esquinas como espadas de canto
y quedaban en sombra sin posible salidas
penas entrelazadas con abismos sospechas
en laberintos-locos
en contrarios con rejas.
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
y entré en su noche
allí donde donde llovía
y arrinconaban cosas
artefactos inermes flores y rosas rojas
y sueños
blancos y negros y abispas- mariposas ...
!Qué escaparate de miserias
nunca hubiera entrado en galerías como esas!
Versiones de bondad
claridades de nada
los despojos
el temor y lo angosto
el miedo la esperanza y el tedio
pánico locura fabulación espanto…
¡Qué inmenso es el hombre
que variedad de tonos!
¡cuántas huellas de tiempo
cuántos espacios blancos
sin estrenar …tinieblas!
Sacrificio
piedad
besos
miseria...
Me arranqué la mirada de hembra dolorida
y en los despojos de otros
encontré mis heridas
desmesuradas ralas… regadas por mi lupa- palabra
de noches y de lirios entre versos-poemas
de gritos en la página.
Me arranqué mi mirada de hembra dolorida
y descubrí el dolor
pequeño
mustio
callado y blando de los otros.
No tenían voz ni verso
ni poema ni grito
ni página
ni espacio.
“YO ” “MI” “ME” “CONMIGO”
Quizá sea tarde para dejar mi ombligo
desenredarme entera , para no ser dominio.
Pacté amorosamente con mi propio terreno
y tengo mi mirada perfilada de tedio
atada a los extremos de mi espacio
envolvente
desmesurado
a mi tremendo yo
a dulces vocablos:
violetas- lilas-rosas- pétalos...
al aroma impartido
por tarros perfumados.
Y los otros lejos desvanecidos
invisibles
atrapados
todos en montón informe
indiferenciados...
entre murallas
muros
nudos.
Y se me agrandan los espejos
repitiéndome infinito
y estremeciendo su espacio
entre duna y laberinto.
Quizá ya sea tarde para no ser desierto
para parir el mar para salir de adentro.
Todo es mío, el amor
la alegría y el pan
todo me crece y aumenta
se desborda ,me desbordo…
no existe “más”.
Muda y despalabrada de
“este” “ otro” “además”
me expando entre paraísos
tierra aire fuego mar…
Y soy muy grande
y muy triste
y estoy lejos
y muy atrás
y muy abajo
y muy ciega
y desmesurada ya…
¡que soy universo andante que atropello a los demás
que tengo mil cachivaches todos los días que cuidar
que solo veo siluetas
sombras brumas sin nombrar
puesto que mi mundo oprime
su olvido y mi soledad!
Quizá ya mi palabra se hizo silencio
mientras gritan los otros sombras-veneno
y en mis manos vacías crecen las rosas
y mis hombros los pueblan las amapolas
pues soy de los elegidos
a quien la tierra cobija
con sus mieles y trigos
con sus carnes sus pieles y abrigos
sus frutos sus flores las lilas
los amarillos de luz... delicias…
Los demás... pagar tributo
y dormir sin noche
y comer sin comida
y vivir sin sal
y reproducirse
locos
huraños
vacíos…
Qué más da mientras tengamos políticos
leyes y seguridad
y parlamento y justicia y en la conciencia paz…
mucha paz
de esto se encarga el sistema.
Por eso...¿ que más nos da?
LO TENGO ANOTADO QUE EXISTEN LOS OTROS
Como piedras opacas en remolino y viento
iniciamos verbales ceremonias
en círculos concéntricos
de incienso-promesas
y la lluvia benéfica de besos y versos
dan rango de dioses al ritual de esperma.
Pero hay ausencias en el laberinto
de escaparates y esquinas
lastres y rémoras que agostan la luz
eslabones perdidos
cuerpos sombra
puertas que se cierran
cuerpos- sin azul.
Este ser-no ser se diluye en otros
brota de los otros
es junto a los otros…
lluvia resbalando
por el alero de milenio siglos años…
¿Por qué sin embargo
perfilo memorias de la luna negra
apago cenizas señales de humo
y escondo sonrisas
flores, trazos, lirios? ... y escribo:
"Ya vendrá el punto en que yo me acuerde
que existen los otros”
pero es que esta sombra de mi ser pequeño
se agranda en los pozos y los borra pronto.
Me achican
me estorban
me agobian
los cambio
me lloran
los mando
y son de mi ego ruido de pasos
y enlazan mi tiempo cadena de brazos.
Y es que ellos me libran de abismos y páramos
de invisibles ciénagas
pues el yo pequeño crece en su mirada
que proyecta lunas y días sin pausa.
Ellos son el hilo de luz de mañanas
y ahora que soy ellos
que tengo
sus voces
sus ojos
sus máscaras
que conjuran el terror de estar sola, la huella vacía
el frío de la llama
se quedan hambrientos de ausentes palabras
sin voz ni memoria
cuando el viento-tiempo ladra
en pieles prestada de siglos y lluvias
y deshace nuestros cuerpos-paja
dejando en el aire silencio de ceros
de nada…
BORRACHA DE MÍ
A tientas viven los otros escondidos absortos...
brecha abierta en el sistema
invisibles
huraños
hoscos...
sin pequeñas luciérnagas
ni grandes focos.
Su sombra va cosida
a sueños bohemios locos
para que muestren su bonhomía
los escritores
sacando del estiércol las negras flores
entre modas-placeres vino-utopías…
mientras sorda y dormida en el perchero
cuelga la vida.
Y se arrodillan los tiempos
tras la asepsia informativa
que el Partido Popular...
que el Partido Socialista...
que el Congreso y el Senado...
y luego
unas cucharaditas de guerra y hambre
para que los elegidos se emocionen un poco
se aburren “las barrigas ”
con tantas risas y focos…
Los otros son solo imagen
de un viejo espejo oxidado
que proyectan sus sombras distantes
al capricho de los hados.
Invisibles en el trato
se queman en los incendios
mueren entre terremotos
en diluvios de tristeza
huracanes y mandangas de devotos.
Tal vez esto se ordenó en los principios del tiempo.
Habrá que despalabrar
“yo tengo remordimiento”
pues nacen letanías en mi conciencia:
ellos... los disueltos en la niebla
fragmentos sombras chinescas
patéticos en el arte
con olor a tinta vieja
desconocidos
rezumando ausencias
generaciones anónimas
sin panoplias ni arengas
que nacieron con el signo de generaciones muertas.
No hay duda pues mis pasos se enredan en zarzas secas
y me hieren oblícuas-densas-tinieblas.
Asimismo... despalabremos “conciencia”
y estallarán los caminos de verdes-aromas- hierbas
que me cubran la frente de
flores y laureles... de enredaderas.
EL MAL
Malditos los retoños de
la cópula de un pobre mendigo
con una infeliz indigente
condenados a soportar la sed del mal
la cara oculta del horror infinito.
Están manchados con el hedor de la pobreza
De la mugre y el dolor.
Malditos los que cada día nos hacen
pensar que Dios no existe,
y que el caos ha dominado
el orden interno de las cosas
malditos los que entristecen la belleza de las perlas
que resbalan por sitiales dorados
las flores de turbador aroma
la hierba de terciopelo
las sedas...
Aquellos por los que el hombre descubre
la imperfección y el caos
¿Los culpables?...
si sólo conocen los largos inviernos
sin color
ni rosas
ni aromas
ni incienso...
Ellos los desheredados
los otros
los ciegos
¿serán invertida la luz del espejo?
¿El espejo opaco de un tramo del
tiempo que cambia al azar su terrible péndulo?
¿Quién hizo la ley?
¿Quién fijó que ellos serían los primeros
en ser atrapados en los recovecos
de sangre-veneno
sin un primer juicio
sin fijar las normas que aplican torturas- tormentos?
No quiero pensar
que el viento de horrores que impone en el caos
agujas de miedo
se mueva al capricho del tiempo.
Que ellos
los malditos
los otros
los ciegos
sean del azar inmutable un triste capricho
o peor aún, un simple concepto .
De: Gramática de Luna [2006]
Los gatos negros corren entre los pies de la noche
tienen las llaves de las cosas ocultas
que se desenredan entre milenios verticales de sueños
en zonas de vida no escritas.
¿Acaso somos sueño de tu Sueño de alturas?
¿Sólo medio ojo visible?
¿Palabra dislocada y puta?
Ruinas de araña soplan en el sueño-viento del día.
Déjame sola sentada entre la luz y el humo de la noche
no me lleves hacia el murmullo de las albas oscuras…
allí la dicha suena a ignorancia y a sombras
y su voz se me abre en abismo de pozos
donde se deshace la justa palabra
y brota el silencio opaco de la puta palabra
Confundida entre las letras del universo
germinada en el iris de de las sombras
yo no sé adonde lleva este camino
nunca lo sé y siempre sigo y sigo...
Quizá me perdí al principio
entre los aullidos de las palabras amnésicas.
No entiendo por qué sigo.
Tampoco entiendo las voces mudas
que emergen en bullicio sordo
a lo largo de la estepa
ni los muros extendidos de los días
donde crecen flores amargas.
A veces me pregunto si me hallo entre los sueños
o en la vertical mirada del ocaso
que hace miope los pétalos crucificados de las rosas.
Pero nunca he dejado de caminar
y no sé decir el lugar donde estoy.
Algún día quizá despierte
Y los lagartos se irán hacía el mar
por la garganta profunda de la noche
y acaso yo me quede en un lugar indefinido
que rompa la silueta de la suma de albas…
No sé de verdad donde estoy
ni para qué sirve la trama de las palabras
que me causan ausencia y amnesia.
Debería callar y tirarlas al vertedero del olvido.
Así podría comenzar a vivir...
¡He hablado tanto en total silencio...!
Llegan los perfiles de las albas
en la amalgama lúcida de mis noches
se interrumpe mi “mirada” y no “amanezco” jamás.
Y a pesar de la profecía del canto de la corneja
de saber que estoy dormida
con la cabeza de la serpiente decapitada
de que no existe la contraseña de los latidos
ni la caricia armónica de los planetas
ni los conjuros de los centones…
A pesar de que hay premoniciones
que borran las claves del tiempo
en el vacío que deja el musgo de los sueños
de que he caído en todos los pozos secretos de las palabras
librándome de sus lenguas bífidas
ordenando meticulosamente mi ignorancia
sigo contando los dedos para no perderme en el tiempo
y acecho mis pupilas alquilando párpados sombríos
para controlar la luz del día
Me espanta... es ciega.
Siempre estuve aquí nunca he muerto
recuerdo estas azucenas y los lirios secretos de los rincones.
Recuerdo las voces quebradas que a menudo me llaman
sin tener un nombre que me descifre
ni años que perfilen mis aristas de tiempo.
Siempre estuve aquí como huerto
indefinido que se hace bosque
sin la contraseña del espacio.
Acogí sonrisas de miles de bocas.
A nadie y a todos pertenezco.
He coronado todas las montañas…
Me dicen que mi nombre se perdió
en el cuenco del espacio de los nombres.
Repartí mi sabiduría entre un asceta un libertino y un chamán.
Llevo a cuestas la nada de mis miles de vidas
pues ya estaba aquí antes del tiempo.
Algún día me cansaré de llevar esta carga vacía
y no volveré más a oír los vaticinios de los dioses
que siempre te llevan a la esquina del enigma,
para decirte majestuosamente: “nada”.
El día que amanecí fue un día cualquiera
mis sueños no eran de colores
y nada cambió en los relojes del mundo
ni en el libro del paisaje.
El día que acaricié a las flores
nadie me miró y todo lo que me rodeaba no mudó de sitio.
Cuando apuré de un sorbo bocas y más bocas
y me creció la luz
en núcleos de lejanas estrellas
nadie me pidió que pagara
tampoco me pagaron
cuando me mordió la bestia del dolor y el desamor.
Nadie lloró al verme en la calle gritando al horizonte
para que me abriera la puerta
que corona de sueños los caminos.
Dormí a la intemperie y nadie me ofreció
ni siquiera un puñado de estrellas.
El día que amanecí será igual que el día que anochezca
no vendrá el infinito en mi busca
pues montones de olvidos nos ciñen
en esta vertiginosa espiral de sombras.
en este páramo que inquiere al silencio.
Surgen murmullos en el alba del tiempo
y se imprime la contraseña de la ausencia y el olvido
pero nada percibo en el paisaje.
Miro por los agujeros de los siglos y me envuelve la niebla…
un recuerdo de anémonas en el confín de la memoria
y el estupor del desarraigo y la amnesia.
Debo estar muerta
pues el agua que baja de la montaña
me acaricia en forma de nube y no la siento.
Hablo con los pájaros de lluvia pero no me escuchan.
Grito en las praderas
y nadie viene a plantarme una flor para que me acompañe.
No oigo a los arroyos bramando de coraje
por no transportar magnolias y olas de arco iris.
Llego a la fuente del principio y se ha secado.
Voy al final de la desembocadura del río y no la hallo
se hizo mar
mar impotente siniestro y silencioso...
Y la sombra se extiende a la vertical misma
donde se arrodilla el silencio.
He llegado a la conclusión de que no existo
pero lo demás son transparencias de lluvia
fantasmas de la luna
antiguas luminarias de los astros
en las que yo creía cuando estaba segura de vivir.
Las había construido
para no encontrarme cara a cara con la ausencia.
De: Escombros de los Días [2012]
Llena eres de gracia Juana
Vivo allá donde la palabra
sufre autismo
y me crecen pozos
en mis noches sin pecado mortal.
Descuidada
sin tacones
sin pintarme los labios ni los ojos
sin mis vestidos blancos de gasa
ni manos masculinas.
En chanclas
sin ánimos para nada
ni siquiera para ponerme
los días festivos
en el ojal de la chaqueta.
Con el hueco de de la sombra en mis ojeras
desasistida de la luz
de mi móvil y ordenador.
Sin embargo
la literatura me dice:
"Llena eres de gracia Juana "
y la poesía se viste
con traje de gala
sombrero de encaje y tacones
para desfilar en la pasarela del poema.
Mientras yo sigo con ánimo de andar por casa
ella va tan guapa y feliz...
¡¡¡Qué falsa eres puta poesía!!!
“Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”
Se agotó la tinta de mi boli
Debo tomar la vida en dosis homeopáticas
por prescripción facultativa
si no puedo caer en el vacío.
Al parecer soy una ausencia
con los bolsillos llenos
de horas inmensas
y cuadernos en blanco
pues se agotó la tinta de mi “boli”
y no puedo escribir
el guión de mis días.
La asignatura de la vida
¿Qué hacer con la mañana que se disfraza de sombras
sin ser carnavales?
¿Qué hacer con el costado abierto de la mudez del espejo
y los puntos suspensivos?
¿Quién me ofrece aunque sólo sea unos apuntes para
aprender la asignatura de la vida?
Los perdí cuando yo no estaba.
Y hay que levantarse
ducharse
tostar el pan
hacer el café
recoger
fregar
hacer la cama
coger el ascensor
...........................
...........................
..........................
Y correr correr correr
hacia un lugar
al que algún “sabio” le puso nombre.
¡Vaya!... Ya sé algo para comprender la vida...
Existe la calle Mayor de Madrid, la de Carretas, Montera
…………………………………………………….
…………………………………………………….
……………………………………………………..
¡¡Grandes verdades para entender el mundo!!
Mi vida en un bolsillo
Hay días...
en que mi vida
cabe en el bolsillo del pijama
de un niño huérfano.
Las maletas de mi vida
¡Cuántas maletas delante de mí!
El mozo del aeropuerto se acerca
y me pregunta si me falta alguna.
No le contesto y sigo a la deriva.
Mis ojos han comenzado a llover amarillo
su lluvia ha borrado la luz.
Por eso
voy tocando los cuerpos
tiesos y fríos de mis maletas...
Definitivamente están muertas.
Lo he comprobado y por eso no las quiero.
Al final el mozo del aeropuerto
con un esfuerzo se acerca de nuevo cariñoso:
¿Se le extravió alguna de sus maletas señorita?
Y yo las cuento: una dos tres cuatro cinco seis siete ocho…
mi vida se encuentra en ellas
y sigo contando ...Al final le respondo:
ninguna las tengo todas.
Él entonces me mira con extrañeza.
Evito su mirada y me voy hacia cualquier otro lado.
El mozo del aeropuerto no puede saber
que quien se ha extraviado he sido yo
por los caminos de la tristeza tóxica
de las primaveras que me invento a base de química
y no quiero cargar con tantas maletas muertas
deambulando por las calles de la vida.
¡¡Pesan tanto!!
Viejos cuentos
La bruma se desploma con indiferencia
a 240 kilos por milímetro cuadrados de mi cuerpo
y me hace rehén de su inercia
con su silencio de insecto moribundo.
Viejos cuentos de miedo entrechocan en mi cabeza
y aparecen ogros fantasmas dragones...
confundidos con las horas de los relojes invertidos
y los párpados violetas de días mutilados.
Conjuro de unicornio y palomas
de tierra piedra y plumas
se cristalizan al otro lado de mi mesa
inmóviles.
Y a mi alrededor
todas esas butacas desocupadas
con el asiento bajado
me sacan la lengua de la soledad
con el logotipo de "vacío".
Mi único placer es la jarra de chocolate del desayuno.
¡¡¡ Qué descanso de mí!!!
Escucha
¿cómo poder parar la angustia
de vivir conmigo eternamente?...
Si yo pudiera
dejarme en el umbral de mi casa
aunque fuera por unos minutos
para ir al bar de enfrente
a fumarme un cigarrillo
y tomarme unas cervecitas...
¿Te quedarías en el umbral a vigilarme
para que no me siguiera?...
No te pido mucho tiempo
de verdad.
Gracias.
Enseguida regreso.
Estoy condenada a llevarme a cuestas indefinidamente
como Sísifo.
Como un cuchillo
¿Es que hay quizá palabras para sacar fuera todo esto?...
¿Cómo no viene alguien a salvarme de mí?
Estoy alojada dentro como un cuchillo.
Barrios de tiempo
Al fin ha surgido la periferia en mi vida
y el centro que recorría día a día como gacela
se desmoronó en barrios
entrelazados con material de segunda
y pájaros trazando ángulos invertidos.
No me reconozco entre este montón de carcoma
pues es un barrio fuera de mí.
¿Por qué se perdió el claro tintinear del cálido bar de al lado?
¿Ese trasegar de muchachas veloces
moldeando caderas en sus mínimas faldas
cuando el tiempo sentado sonreía y se tomaba un martini?
Estoy desorientada
entre bloques de edificios extraños
que en soledad crecieron
como un tumor maligno
invadiendo mi anillo de cintura
y mi playa de espalda.
¿Cómo vine a parar a estos barrios de tiempo?
............................................
..........................................
..........................................
Miro en las alcantarillas de las palabras
y se oye el paso cansado de los años
en remolinos de papel sepia.
¿Cómo llegué tan rápida a estos barrios de tiempo?...
La luz de mi mesilla de noche
Déjame entre las flores de escarcha de las noches
con el mando a distancia de la luz
tomándome un vaso de leche tibia.
Las ventanas cerradas.
Las cortinas echadas.
el brillo tenue de la lámpara de mi mesilla
y una novela romántica.
Que el viento errático y confuso
que teje arañas en las madrugadas
se quede fuera y no me cubra de negros espejos
que me llevan por laberintos de voces frías
donde habita nada.
Entonces me duele tanto el pecho
que en él me anidan los nombres de todos los muertos.
Y desequilibra la danza de mis tacones rojos
Alguien me acecha detrás de la nuca
tiene la cara plana como los días de tedio
y se escuchan en viejos calendarios
sus pasos sigilosos.
Alguien me echó mal de ojo
roba mis primaveras
y desequilibra la danza de mis tacones rojos.
Alguien se esconde
entre las calles de Madrid llenas de gente
y empuja mi espalda erguida.
Alguien me anuda el viento
a la garganta
y mete la tormenta en mi cabeza
para que repita el sonidos de las palabras
vaciándolas sin más de sus nombres.
Prometo ponerle un detective
que indague en hojas de calendario.
Y juro que pagará sus delitos
y si es posible reparará los daños
aunque tenga que pagar a cirujanos plásticos
y a otros especialistas médicos de toda índole.
Soy mi propio fantasma
Creo que me estoy convirtiendo
en mi propio fantasma
y solo para asustarme.
Si alguien quiere hacer este trabajo
le pagaría con creces
y al contado.
Así podría huir de él
de vez en cuando.
Pues ser el miedo siempre
provoca tanta angustia
que abre heridas en los costados
de los sueños
me bordea la soledad
y me huyen los besos.
Y yo me pregunto:
¿no me podría convertir en hada?..
Hoy estoy ciega
Hoy no tiene cataratas el visor de la vida.
Me levanto bañada en la luz
sin pasar por el misterio de las palabras
que se han olvidado
del amplio muro de sombra que las cubre.
Afilo el lápiz de los números:
Debo comprar
4 yogures
2 kilos de tomates 1 de arroz y 4 manzanas.
Cojo el bolso.
Está en el armario.
Lo recuerdo claramente.
El mundo es visible
lo abarco con mi mirada.
Se deshabita mi casa de susurros de eternidad.
Son las 10 de la mañana a las 12 tengo que estar en la facultad.
Debo darme prisa en corregir estos 20 exámenes.
Echo las cuentas de la vida
resto sumo divido...
Todo está desvelado
no hay penumbra
ni enigmas en lluvia de palabras.
Hoy veo todo con claridad pues todo cuadra.
Hoy estoy ciega.
De: Tiempo de Caramelos (2012)
Lo cierto es que yo no quería contar esto
es como desnudarme
y parece mentira que
a estas alturas tenga pudor.
Pero desnudar a mi padre y a mi madre
verlos en paños menores
cuando la borrasca de sus vidas desapareció por el agujero de los años
es ganas de incordiar.
Además que sé que lo diré mal y no haré justicia.
Mi padre en la bóveda de su autoridad
lo hizo amargo la maldita guerra
y no podía llevar colgada la sonrisa y
ponérmela como un lazo para ir a la escuela.
Se la robaron a punta de fusil.
Y mi madre
para qué contar
tenía tantas heridas
como los árboles hojas en el suelo cuando llega el otoño
pero eran de mirada pálida
y nada aventureras de viento y vuelo.
En definitiva
sus vidas eran tan sombrías que
me tropezaré con el equívoco en esta historia.
Además eran tiempos de llevar luto en la boca
y dibujar gritos con la voz.
Pero una cosa sé con certeza
que yo de niña no era una superdotada
y me agobiaba el empeño de mi padre:
tantas ganas de que me peleara con el intelecto
cuando apenas pasaba cuarto y mitad del suelo.
No era justo robar la infancia así
yo solo quería jugar y mirar los ojos de mi gato
y no aquellas líneas llenas de incógnitas y miedo
pues nunca sabía si cuadrarían a los ojos de mi padre.
Además que si cuadraban
no habría sorpresa. Era mi deber.
Y yo que no era superdotada
me quedaba quieta
y como era tan pequeña desaparecía
aplastada en aquella palabra tan grande…¡¡DEBER!!
Padre-madre estoy convencida
de que lo que saldrá en este poemario
serán los residuos de mi memoria
artrítica por los años y la distancia.
Que el tiempo de los caramelos y palulús
me queda lejos
detrás de una esquina
de mi solitario pueblo.
Y además
dormido en las cunetas del tiempo.
Padre sé que serás aquí una máscara
de domingo lluvioso de noviembre.
Que tú madre sólo aparecerás como una interjección
larga y dolorosa.
Pero tengo que hacerlo
de verdad.
Mi biografía tiene una esquina rota
la de mi niñez.
Y lo peor de todo
es que llevo mucho tiempo echándome de menos
y buscando regazos de lana como una pequeña gata.
Te recuerdo padre-madre…
Os acuné tanto…
Y erais tan pequeñines en mis nueve diez once años
que me acostumbré a llevaros sobre la espalda.
Luego vino la vida
Y me dijo que era al revés que debíais de acunarme vosotros.
Pero mi pequeño cuerpo estaba tan acostumbrado…
Y además vosotros estabais rotos por
los disparos de la guerra:
Que si un hombro de menos
que si una mano
que si una pierna…
Luego os robaron las sonrisas
todas las caricias de caramelo
el amor de los geranios
la suavidad de los ositos
los besos de las películas infantiles…
Yo que sé cuántas cosas más.
Según la gente del pueblo
mi pueblo pequeñito y quieto
iban camiones a por ellas
y salían repletos hasta los topes.
Si es que no teníais nada para dar.
Maldita guerra que os cogió inocentes
con coronas de rosas juveniles
y os dejó en cueros.
Padre-madre
yo de pequeña tenía una incipiente joroba
de tanto esfuerzo por llevaros a hombros.
Estabais muertos
esparcidos por la casa muda
y era mi deber hacerlo.
Pues a mí
hablando de deberes
todos los días
me ponían deber para desayunar
deber para comer
deber par cenar
deber para acostarme
deber de obedecer
deber de iluminar vuestros retratos
color humo
deber de.
Y eso
aunque no quieras te va dejando el pecho seco
y las piernas flacas
y un gran peso en la espalda.
Porque claro
con tanto deberes
se me olvidó el derecho de acunar mi infancia.
Y eso se nota
¡vamos que si se nota!
Es como una soledad de perro abandonado en una autopista.
Se lo dijo a mi padre
un maestro republicano
al que le hacía ganar unas pesetillas por darme clases.
Cuatro años más o menos tendría yo.
Y dijo así:
“A esta niña hay que seguirla
en su aprendizaje.
Tiene las ideas claras.
Solo sugiero
que estés atento
se aprendió hoy y en pocas horas
como funciona un reloj
¿qué será en el futuro?”...
Y padre se lo tomó en serio
y creyó en unicornios blancos
y vio un oasis en esa hija
donde colgaría los fusiles
de su vida
como farolillos de colores.
Y no se fijó en las agujas del tiempo de los años
y la condujo por el mundo de los números y palabras
de diccionario.
Un tú a tú con la sabiduría cuando no levantaba tres cuartas del suelo.
Y se olvidó que la niña vivía en tiempo de caramelos
y no entre tinta y frases de crucigrama.
De todas formas como a padre le mataron los sueños
en la guerra
necesitaba una hija de tinta para volverlos a escribir.
No te preocupes niña.
Yo
ahora
a la altura de mi más de medio siglo
haré que vivas entre algodones y rosas
niña melancólica.
Que no tengas prestado el corazón cada día.
Encenderé tu vida
entre poemas vino y geranios.
Suicida de una vez esas sombras
en el fondo de noches llenas de luciérnagas.
Además no fue para tanto
piensa en las monedas de luz
que te regaló padre.
Quizá estás chapoteando
sólo en pozos oscuros.
Por otro lado tu niñez queda lejos
ya eres mayor
pasaron los años
de toses mocos y también golosinas…
no lo dudes… también de golosinas.
Pues adelante
lo ya vivido bien muerto está.
Simplemente tuvo
que ser eso:
Que a mi padre en la guerra
le mataron la risa
era tan jovencito…casi adolescente
y tan soñador…
De vez en cuando me decía:
“¿ves esta bola del mundo? …
Pues bien lo que se debe hacer
es dividirla por partes iguales
a todos los hombres que hay en la tierra
y a cada cual su pedazo”.
Y niña que no pasaba de los seis años decía:
“¡¡qué fácil!!
¿y por qué no se hace padre?”
“La gente es ambiciosa y egoísta
y aquí en España que empezábamos
a dividirla bien
vinieron unos espadones a matarnos.
Si sólo queríamos eso
¿era algo malo?”
Y se le colaba la melancolía
y le llovía adentro…
Y madre gritaba desde el patio:
“Deja de contar esas cosas
pasaron hace tanto tiempo…
y la niña es pequeña.
Ella lo que tiene que hacer es aprender a coser
a bordar a zurcir y no tantos cuentos
que no le valen para nada.”
Y padre callaba siempre callaba.
Cuando hablaban de la pasada guerra
su aliado era el silencio
un silencio preñado y a punto de parir.
Y a niña la vida le daba retortijones en la tripita.
Y es que no tenía edad para tantas muertes.
En fin toda esta retahíla
de que si padre
de que si madre
que si la melancolía
que si peso en los hombros
que si superdotada
que si ¡padre qué agobio tan niña y ya sabia!
que si …
que si…
No es más que
cuestión de soledad
cuestión de falta de sonrisas
cuestión de alcanzar al lobo
de la angustia y la tristeza
y sobrepasarle.
Y sobre todo cuestión de recuerdos
hundidos en los recovecos del tiempo.
Y una cuestión importante padre:
la de quitarme de encima la manta de niña sabia
que tanto me ha pesado
durante el camino
y cambiarla por un chal de esos
finitos
un chal de andar por casa.
Y es que no tengo ni tuve nunca fuerza
para llevar a cuestas esa palabra tan gordísima: ¡SUPERDOTADA!.
Pero admito que comí con placer de ella todos los días
sin darme cuenta de que sólo existió en ti.
JUANA VÁZQUEZ MARÍN, es Doctora en Filología (especialista en el XVIII) Licenciada en periodismo, y catedrática de Literatura. Ha publicado diferentes ensayos: El Madrid de Carlos III”, El costumbrismo español en el siglo XVIII, Zugazagoitia precursor de la novela social, San Juan de la Cruz, Historia literaria de España en el siglo XVIII (varios), El Quijote en clave de mujer/es (varios), y El Madrid cotidiano del siglo XVIII, 2011. Ha colaborado en diversos proyectos del Consejo de Investigaciones Científicas, así como en los Suplementos culturales de Diario 16, El Mundo y ABCD. Hoy por hoy colabora en El País, Babelia, así como en Cuadernos del Sur. Aparte de ensayos, artículos de opinión, y crítica literaria, ha publicado los siguientes poemarios, Signos de Sombra, 1993, En el confín del nombre, 1998, Nos+otros, 2003, Gramática de Luna, 2006, Escombros de los días, 2011, Tiempo de caramelos, 2012. Asimismo , ha publicado una novela, Con olor a naftalina, 2008. De ella dijo Ayala-Dip en Babelia, que se trataba de una novela "singular e innovadora". Pozuelo Ivancos, por su parte, escribió en (ABC): “Juana Vázquez recorre en su primera novela uno de los distintos caminos de su renovación posible...".