Mi padre, caído en el vicio de la bebida, hundíase en los lamentos del que se ve mermado en los derrumbes. Rabioso una noche al sopesar su cadena de desdichas y con licor en el entendimiento, dispuso que nos fuéramos de ese lugarejo. Que nos alejáramos como de una maldición. ¡A donde el destino nos llevara! Recogimos nuestras cacharpas y partimos en las obscuras deshoras, sin dar aviso a nadie. ¡Que nadie supiera de nuestro paradero! Entramos en la oscuridad desolada del camino solitario, en seguimiento de una huella apenas blanquecina. …
Si oyera que alguien preguntara por el hombre más cabal y de razón de que tuviera noticia yo respondería: -Se llama Juan Huakinchay. -¿Juan Huakinchay? -Ésta es su historia. Nació a la sombra del Padre Ande, en las Lagunas de Huanacache, las hoyadas que atesoraban las aguas cerreras y la pasión de Cuyo. Su padre murió en edad temprana, en la travesía a San Luis y dejó sola en el terrible mundo a una joven viuda con dos tiernos hijitos. A padecer incontables pobrezas quedaron la madre y los dos frutos de su vientre; así, en diario lucha…
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