Miguel Ángel Bustos Paisajes que Duelen Poemario Inédito Nota Biobibliográfica y Selección de Textos Mauro Morgan MIGUEL ÁNGEL BUSTOS , poeta y escritor argentino nacido en Buenos Aires en 1932. Estudia inglés, francés, portugués e italiano. También cursa la carrera Filosofía y Letras hasta tercer año. En el año 1957, publica su primer libro 'Cuatro murales'. Luego en el 1959 publica 'Corazón piel afuera'. El poemario incluye palabras de Juan Gelman. Entre los años 1960 y 1963 realiza un extenso viaje por el norte d…
Carlos Barbarito Un Poema Inédito Especial para Analecta Literaria A LA PREGUNTA NO RESPONDEN... A la pregunta no responden aquellos que debieran responder desde el fino apetito, la conciencia calibrada a un palmo por encima de la tierra. Cómo decir blanco sin quedar desnudo ante desconocidos, cómo decir negro sin lastimar lo que apenas admite roce. En qué lengua habla. En qué medida esa lengua alcanza oquedades, jorobas, ardores. Cómo entablar diálogo, cómo inquirir acerca de pulsaciones y destellos, la manera en …
La Palabra Itinerante A propósito de la obra de Luisa Valenzuela Juana Alcira Arancibia California State University Pero me consta que hubo otras corrientes más profundas, encontradas. Lo sé porque yo también recorrí esos senderos... Cuarta versión, 38. La vida y la obra se entrecruzan cuando se habla de Luisa Valenzuela. El carácter autobiográfico legible en sus textos permite recomponer el mundo de la autora a través de lo que quiere decir por su palabra. LA VOZ NÓMADE. A Valenzuela le tocó vivir la experiencia d…
Ana María Rodríguez Francia* Versos para Alicia Para Alicia Cámpora Escuchando "Galdson sólo piano" Root I Bronces. Bronces en la noche de abril, casi lamentos, resonancia del tiempo y de la ausencia Bronce que inunda el alma adolorida. La luna, en el misterio, me susurra tu nombre que se aleja de a poco y no puedo entender, en estas horas, el grito de la noche.
Oscar Portela TENGO PARA MÍ Poema seguido de un comentario de Alejandro Drewes A mi maestro Oscar del Barco Tengo para mí que soy yo mismo la sombra que me guía y que se adensa tras de mis ciegos pasos. Seguro estoy de que soy aquel rapaz dueño del daimón que promueve destinos que derivan en la espectralidad de la intemperie- y que sueña el reposo y sin posada, se corona a sí mismo con espinas- mirtos, alas de colibríes, piel de culebras- en el vacio sótano de un castillo parlante. Y tengo para mí la sombra del suicid…
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