Manuel Acuña Nota Biobibliográfica y Selección de Textos Omar Antonio Falabrini Médico y poeta, nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 27 de agosto de 1849. Vivió en una época en que la sociedad mexicana era dominada por una intelectualidad filosófico-positivista, además de una tendencia romántica en la poesÃa. Hijo de Francisco Acuña y Refugio Narro. Recibió de sus padres las primeras letras. Estudia posteriormente en el Colegio Josefino de la ciudad de Saltillo y alrededor de 1865 se trasladó a la México, donde ingresó en calid…
¡Bienvenido a Analecta Literaria Omar Antonio Falabrini! No cabe duda que FACEBOOK, originalmente un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard, se ha convertido en una plataforma que permite desarrollar una o más redes sociales, en relación con la situación académica, lugar de trabajo o región geográfica, de sus usuarios. También se ha convertido en un facilitador de las relaciones interpersonales, profesionales, académicas y sociales. Gracias a FACEBOOK nuestra revista ha logrado contactar a escritores, especialistas acadé…
¡Bienvenida a Analecta Literaria Paula Anta Zarza! Cuando a fines del 2007 Luis Alberto Vittor convocó a un pequeño grupo de jóvenes periodistas para fundar Analecta Literaria el recuerdo que en mi mente perdura con mayor fuerza de aquel dÃa inaugural es el del nerviosismo y la ansiedad con que todos llegamos a esa primera reunión. El rasgo común que nos asimilaba a todos los convocados era la poca o nula experiencia en el campo del periodismo cultural. No necesariamente un anciano, pero si un hombre maduro, bastante mayor que todos …
Hugo Mujica 6 Poemas Éditos y 5 Poemas Inéditos (EDITOS ) 1. ALBA quieto, como no moviéndose para que la sangre no rebase la boca quieto, como sintiendo un pájaro herido en la palma de la mano sin cerrar la mano sin abrir los ojos. hay una fe que es absoluta: una fe sin esperanza.
Paulina Vinderman 5 Poemas* 1) La ventana del hospital da a un baldÃo espeso de pasto y de botellas rotas (como cicatrices de batallas). Un sauce milagroso crece en la esquina que da al cuartel. Hospital de otro siglo, el dolor que me ata a la silla despintada también es de otro siglo. Las enfermeras corren con los orinales por corredores hundidos y no reparan en él. No estoy acá para curar mi vieja herida ni mi insomnio. Soy hija, se supone que las hijas tienen salud. En plena noche los azulejos blancos destilan una luz…
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