En un instante de su condición de joven aspirante a poeta se dio vuelta ante el espejo y pudo intuir una realidad más allá de sí. No ya la de quien puede reconocerse idéntico a los rasgos que lo reflejan y sonreír o hacer una mueca, sino la de quien, apartándose del azogue, dándose la vuelta y quedando a espalda sin poder mirarse, como el personaje del cuadro de Magritte, se percata del otro que también es, se entera como por súbito que es tras si donde ocurre todo, porque el ego miente y no lo que traemos detrás. No basta con d…
1 Decir relámpago es nombrar a Gonzalo Rojas. Oírlo es ya el fuego mismo. Relámpago. Hondura suya en el hacer y deshacer la sintaxis del poema, en el consentir la poesía como respiración otra, como necesidad, como sed diáfana para desentrañar el misterio que excede al hombre y alumbra al poeta. En su fulgor hablante, la poesía de Gonzalo Rojas deslee la linealidad del tiempo en lo sucesivo del Ser, se gesta en el silencio numinoso de las cosas en movimiento y en el acontecer mineral de lo que residente y profundo es humano, …
ÉL Hay un pez en su lengua nadando profundo hacia afuera. Hay un pájaro volando hacia donde la luz insiste, adentro. Nunca ha actuado en perjuicio ajeno; aprendió a ver, a decir o callar, según fuera el momento. Un afable río su rostro. Una hendidura su ceño. En el aire que escurre su camisa escuchas el organillo dócil de su alma escribiendo esto. * Prefiere apartarlos, prefiere no causarles eso de tener ahí al lado lo que sacude el suelo; envuelto en sábanas pulcras como quiso su madre antes que bajara de no sé dond…
Hasta el último hálito, Enrique Lihn fue fiel a su vida. Es la verdad que dice el libro con el que cierra su obra, confirmado por el testimonio de quienes pudieron verle en esos días en que aguardaba el viaje último. Linh desencantó siempre a los que esperaban de él fiel adhesión a credos políticos o posturas literarias. De espíritu crítico, imaginaria y furtivamente creador, supo deshacerse a tiempo de cualquier tipo de militancias incondicionales, por lo que fue siempre un sospechoso para los dogmáticos de izquierda y un sujet…
Somos del linaje oscuro que hacia lo claro viene Hölderlin 1 Tocamos. El tono sureño de una voz de mujer vino del fondo de la casa. ¿Quién? Nada más entreabrir la puerta se dio vuelta hacia adentro y dijo: -Juan, son los muchachos-. Habíamos llamado con antelación y acordamos vernos no más allá de la seis de la tarde, pero un imprevisto en el metro nos retardó. Eran ya pasadas las siete y ahí estábamos esperando verlo. Se trataba de un poeta de verdad y estaba a punto de conocerlo personalmente, me decía. Me acompaña…
De: Nuevo Mundo Orinoco (1959) BOLÍVAR Entre los agostadores los que mantienen abiertos los ojos del cuchillo, entre los crueles, los monstruos del relámpago, entre los animales humanos de la guerra, entre las patas, heridas, llamas, alaridos, brotando de la sangre, despunta al fin Bolívar. Más joven que su muerte andante y próxima tan joven para los años que le esperan tan lleno de furor puro, de esperanzas, tocado por el crimen, como todos, ebrio de un fuego por vencer la muerte pero también capaz de detene…
Síguenos en las Redes Sociales