Paulina Vinderman 5 Poemas* 1) La ventana del hospital da a un baldío espeso de pasto y de botellas rotas (como cicatrices de batallas). Un sauce milagroso crece en la esquina que da al cuartel. Hospital de otro siglo, el dolor que me ata a la silla despintada también es de otro siglo. Las enfermeras corren con los orinales por corredores hundidos y no reparan en él. No estoy acá para curar mi vieja herida ni mi insomnio. Soy hija, se supone que las hijas tienen salud. En plena noche los azulejos blancos destilan una luz…
Norma Padra 5 Poemas 1. MAGNOLIAS Árbol de blancas palomas ...lo veo... Me acerco y se transforma. Me invade el aroma de las magnolias. Las palomas inmóviles dejan en el aire su exquisito perfume... hasta caer. No laten más sus corazones y aún regalan su fragancia.
Enrique Solinas Poemas 1. EL PUEBLO En un pueblo muy chico donde todos nos conocemos los delitos y la nieve se cae como pintura fresca, y la nieve se cae como pintura fresca, vivo. Tengo una casa con patio, perra y padre, y un jardín, y una hermana que todo el día se disfraza de noche. Cuando llega la hora de descansar nos disparamos con gritos pero todos somos malos apuntadores (NADIE QUIERE MATAR A NADIE AQUÍ) Triste es la canción que pasan por la radio (golpean a la puerta). Triste es la canción que viene del jar…
Especial para Analecta Literaria © 2009 Muerte, apelo contra tu rigor. François Villon El bulto se escurría una vez más en la penumbra del fondo de la biblioteca. Benito levantó la mirada del poema a medio hacer, y fijó sus ojos en el rincón donde convergían los estantes de libros, pero no vio nada. La sensación de que algo se movía al fondo de la biblioteca lo asediaba noche tras noche, cuando gastaba sus mejores horas de descanso escribiendo poemas que nunca mostraría, pues a él le bastaba con disfrutar aquella co…
Ariel Petrocelli Dos Poemas Dispersos Especial para Analecta Literaria HOMBRE DE BARRO Trajo su piel el verano zumo del gran temporal, trozo de barro que un niño le dio forma humana, altiva y rural. Clavó sus dedos en dos ojos por donde el barro miró, y al lastimarle la boca el hombre de barro al niño le habló. "Tu eras de barro lo mismo que yo y el alfarero fue Dios pero al final de tus días vendrás a mi tierra, lo quieras o no". De entre su sangre el muchacho sintió el coraje animal y destrozó con sus man…
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