El Padre [Selección] poema del génesis no escrito que recita el padre en un tiempo sin espacio ni ilusión reconstruÃmos un momento donde se entrecruzan muchos momentos y el árbol imaginado no es más el árbol tal vez mármol piedra y en la piedra se empieza a ver otra cosa una cara el revés del todo registro de cielo entrevisto en ejercicios finos trabajos de arqueologÃa desenterrando el tiempo nebuloso que despierta y vuelve a nacer como una escritura que no sabe lo que esta haciendo con la fascinación y el…
Habitación, la brisa [Inédito] Especial para Analecta Literaria © 2014 Carlos Bernatek - Analecta Literaria a J. R. Ahora que ha llegado el silencio a este cuarto de hotel, apenas comienzo a recordar cómo he venido. Es esta ciudad que te abruma, te marea con su siseo perpetuo, el tránsito de gente insomne. Aquà hasta el silencio hace ruido. Pero en un instante milagroso, las cosas parecen al menos quietas, detenidas, como murmurando un impulso para que todo se reinicie ¿A qué he venido? Ya va siendo hora de que empiecen a ol…
Foto: Cecilia Barbarito Cuatro poemas [Inéditos] Especial para Analecta Literaria © 2014 Carlos Barbarito - Analecta Literaria A donde va a consistir el invierno… A donde va a consistir el invierno: caridad que no salva ni a una flor y la hora que no señala el mediodÃa. Se dice ave como se dice adverbio , con la misma, unánime laxitud; en los vidrios, el propio reflejo que la mente supone ajeno. Desde alguna parte, una voz, sin oyentes a la vista: a recoger lo que quedó del mÃstico desposorio, del antiguo y perdido …
El Metal del Ombligo y Otros Poemas EL METAL DEL OMBLIGO Se escucha el percutir de máquinas saliendo por esos ojos de obsidiana encendida como el llanto de madera triste como voces de pieles maduras entregadas al fruto del viento. Y abrazo el dedo Ãndice que he mordido para verte dentro de ese espejo lleno, oscuro y silente, como masa grávida que sostiene los huesos poliándricos de tu boca de mimbre rojo. Con el sonido industrial en el ombligo levantas la velocidad dinámica de tus labios ech…
Diez Poemas ARTE POÉTICA A Vicente Aleixandre La nostalgia del sol en los terrados, en el muro color paloma de cemento -sin embargo tan vÃvido- y el frÃo repentino que casi sobrecoge. La dulzura, el calor de los labios a solas en medio de la calle familiar igual que un gran salón, donde acudieran multitudes lejanas como seres queridos. Y sobre todo el vértigo del tiempo, el gran boquete abriéndose hacia dentro del alma mientras arriba sobrenadan promesas que desmayan, lo mismo que si espumas. Es sin duda el momen…
Obra Poética [Selección] De: Asà se fundó Carnaby Street [1970] BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raÃdos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olo…
El Paseo Repentino (Cáceres, 1956) 1 Quizá por la extrema suavidad de sus voces, aún me impresionó más ese súbito permiso que me otorgaron mis padres. Porque desde ayer poseo un flamante permiso para salir de noche. Ha llegado bastante tarde, pero bienvenido sea. Me lo han dado no porque yo tenga una edad ya más que respetable sino porque posiblemente les angustiaba ver que no duermo nada y estudio tanto. No eligieron, de todos modos, la hora más oportuna para darme ese permiso, pues se avecinaba una tormenta que todos pres…
Laberinto [Trece textos poéticos] Valencia, 2013 Texto I Se cuenta que todos los dÃas, en el momento de disponerse a dormir, Saint- Pol Roux hacÃa colocar en la puerta de su mansión en Camaret, un cartel en el que se leÃa: EL POETA TRABAJA. Durante aquellos años, las pasiones nos llegaron con tanta intensidad y frecuencia que apenas tuvimos tiempo de organizar los sentimientos. Cuando saltaron al aire la luz y la armonÃa de las galaxias terrenales, del tiempo y de la vida de aquella ciudad que tantos delitos y am…
Estaba por fin ahÃ, como el rostro de un destino antes descifrable y ahora revelado: un hombre de piedra (el sombrero sobre los ojos, casi palpable la pesada pistola), pero atentÃsimo a las próximas señales del estrago. Ese hombre ahà significaba que todos los plazos se habÃan cumplido; que él, Manolo, pronto serÃa el cadáver de Manuel Cerdeiro, llorado por su mujer, recordado durante un tiempo por alguno de sus paisanos y por sus parroquianos sólo hasta que otro (desde luego gallego, recio, petiso, velloso y cejudo) lo sustit…
El Camino de los Viajeros [Fragmentos]* Viajábamos con voracidad, como si la tierra estuviera a punto de acabarse y hubiera que recorrerla toda, de un extremo al otro, sin darle tiempo siquiera a que continuara girando. Viajábamos sin medida, descontroladamente, para no llegar a ninguna parte, para no quedarnos ni aquà ni allá. Y eso era bueno porque viajando no habÃa ni aquà ni allá, el espacio se convertÃa en tiempo, las cosas no estaban quietas, por lo tanto no nos aburrÃan con su fijeza, además no habÃa que esperar …
Poemas Éditos e Inéditos POEMAS ÉDITOS EN EL CENTRO DEL AGUA En el centro del agua está el germen del fuego, la palabra que bebe en lo oscuro su sueño. En el vientre del mar el silencio se mueve y en su fondo va abriendo la palabra que crece. La palabra madura bajo tierra en la noche mientras su luz espera al gallo que la nombre. Ya se eleva su forma cual ciprés entre nieblas, llama al cielo esa lanza, toca un punto una estrella. Allà encuentra sentido y alguien se hace su dueño, clara y breve la viv…
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