Ascasubi, en vida, fue el Béranger del RÃo de la Plata; en muerte, un precursor humoso de Hernández. Ambas definiciones, como se ve, lo traducen en mero borrador -erróneo ya en el tiempo, ya en el espacio- de otro destino humano. La primera, la contemporánea, no le hizo mal: quienes la apadrinaban, no carecÃan de una directa noción de quién era Ascasubi, y de una suficiente noticia de quién era el francés; ahora, los dos conocimientos ralean. La honesta gloria de Béranger ha declinado, aunque dispone todavÃa de tres columnas en la E…
Aquella ciudad no ofrecÃa destinos blandos, aquella ciudad marcaba. Su gran sequedad era un aviso; su clima, su luz, su cielo azul mentÃan. Una riqueza fabulosa ocultaba el hierro rojo. Sin embargo era el paÃs del hierro rojo, animales y hombres lo soportaban en el campo y en la ciudad. Ésta tenÃa un aspecto amable y engañoso; engañaban sus calles rectas y limpias, tan hospitalarias que hasta su seno entraban, venidos de ultramar, las chimeneas y los mástiles para mezclarse con los árboles del paÃs, en sus plazas; engañaban las luce…
De: Bote Negro (2013) 3. ¿Qué terror es éste, enraizado en la escritura como oficio y deber, como espinas en la niebla de marzo que ella no puede quitar y sin embargo canta? La dulzura de la fe en las palabras que escapan de su cárcel es semejante a nuestra supervivencia en esta ciudad sin ángeles. Vendrá el sol como siempre, a romperse frente a mi asombro y vendrá la noche como una hilera infatigable de hormigas. Y cerraré este cuaderno, y soñaré con árboles rugosos pero sin heridas. Y con la clemencia de la luz. …
Descubrà la existencia del poeta español Juan Larrea en 1958 a través de su obra Rendición de EspÃritu . Leà esos dos volúmenes —que me esperaban intonsos, en el Instituto de Literaturas Modernas de la Universidad de Cuyo— con deslumbramiento y pasión, descubriendo a un poeta vidente de excepcionales condiciones, y a un hermeneuta que aplicaba a la Historia misma su capacidad revelatoria. Debo decir que ambos mensajes —el sentido de la poesÃa y el destino de América— entrelazados por una mirada profética, me marcaron para s…
La poesÃa de Canarias se puede definir como un hecho singular desde el momento que esta cumple su mayorÃa de edad y se pone a dialogar con poéticas de otras latitudes extrapeninsulares. Esa madurez no supone una tendencia a la homogeneización de la expresión y el contenido sino un afán dialogante que enriquece y, al mismo tiempo, nutre y amplÃa. En esa diversidad estaba la universalidad a la que aspiraba nuestra literatura en unas circunstancias culturales e ideológicas que el academicismo literario denominó modernismo . Realm…
Los poetas suelen rechazar la condición puramente verbal de la poesÃa: la poesÃa, en su calidad de creación literaria pura, inerte. Rimbaud quiso cambiar la vida. Terminó por abandonar la poesÃa y transformarse en comerciante, ¿traficante?, en Abisinia. Maiakovski trató de convertir la poesÃa en instrumento de la revolución. Vicente Huidobro fue un inventor incesante de actos poéticos. Pablo Neruda, encerrado en la cárcel estéril de Residencia en la tierra ("sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes"), se propuso unir desp…
De: No Nada Nunca (1994) Escucha el agua de la canilla rota la gota de sangre del agua la sangre de los enterrados en el rÃo de la plata ametrallados de humedad los ojos llenos de espejos cloacales escucha caen en tu casa De: La pluma y su piar (2001) Qué poemas nuevos fuiste a buscar Félix Luna Dicta el poema Quien lo escribe sabe que esa consigna es cal sólo disimulada cuando el viento Leemos con el ojo repleto de migajas la palabra socavada la tierra levantada …
De: Otro lugar (1992) OTRO LUGAR El espacio cerrado que una vez ocupó la lámpara y el espejo tiene la lentitud gestual de mi cuerpo. Cómo entreabrir el verso y asistir a la misteriosa movilidad de un territorio guardado. La memoria máscara de la sonrisa, nada nos ayuda. Persistimos en lo finito necesario. La soledad emerge como piedra. Sin reinos asisto a mi desnudez. Allà soy único rostro de tu ausencia. ¿Quién ha recorrido este desierto? Al despertar…
P laya nueva del volcán Viento oscilador lleno de neumas Qué callada la playa queda A lo lejos la ola rueda recodos guijarros deja y su dorso en seco golpe explaya el mar sobre la lava fresca Un brazo natatorio bajo rayos avanza aquel trotar de nubes cortas Su envés irisado que alarga cuellos y alza las cabezas R obando a Dios me hirieron balas del fuego amigo Por ver a una madre aparecieron su rostro sus pestañas y cejas El corto andar el jeito que recoge los …
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