De: Poemas de Esquina Paradise (2008) 1 Bofetada de luciérnaga para la sed del trino ciñe tus pasos árbol sin lechuza piedra Prometeo en los ramales de tu sombra donde gorrión profundo pisa laberintos. Un naufragio quijote en el gozne te ofreciera Ulises un naufragio sin nave si bien timbre del crepúsculo clava pájaro inverso a un mismo entrepatio de la noche. 2 Delfín alargándose en el cielo del muro lleva Knosos pintado en la mente del otro que interpreta la danza …
Ruiseñor comí de tu carne y me hice adicto al insomnio que ella contagia, por el cual yo ya tenía una afición extraña Oigo venir tu canto mudo aún anudando la noche y el deseo de verte Y no duermo jamás, sólo las horas que muerdo el pan de preso y bebo el agua de su Leteo en el tazón de fierro Quieren que sobreviva a esta locura y responda a tu canto con mi grito por eso duermo poco y muero mucho ruiseñor, escuchándote "ave parlera la que fue niña muda". Me parece la celda no más la emanació…
De: La Ruta Sagrada ¡CUÁNTA SORDERA! Cuánta sordera. Cuánto cable anudado. Cuánto ojo ciego y cuánto mirar a ninguna parte. Cuánta ANESTESIA. ¿Estallará el polvorín de emociones que nos haga ver CUÁNTO? ¿Estallará en pechos, bocas, vientres, ojos y conductos? No. Simplemente se romperá el espejo donde nos miramos para ver nuestros rostros verdaderos. De: Verbo Ungido MUJER EN BLANCO Y NEGRO 1 Me sorprende tu silueta recortada Entre las otras figuras que te enmarcan Un ondulante gri…
ANTORCHAS A LA SELVA La inteligencia se nos vuelve garra y llega a borbotar ácido digestivo utilizado en pruebas externas Laminados, aprendemos a sobrevolar el panorama y lanzarnos sobre cualquier presa a la vista como halcones tenaces golosos, hasta despedazarla en nombre del arte y después sus harapos al sol De tal aprendizaje se trata nuestro presente hambre Temas obras personajes un hecho cualquiera ofrecible una escena cualquiera ofrendable Y otros escapan revelandosé bajo nuestro pico para satisfacción plena d…
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. Miguel de Cervantes ANUNCIANDO PRINCIPIOS Rubia, antes de dar traslado al espacio santo de los laicos cordeles, se habían bañado los amantes en las ansiadas aguas de las culpas seguras. Donde muere el día y nace la osadía, pues aquí, sólo hay una vida y queremos vivirla como si…
ODISEA Hoy ríen las flores de la noche. Perseguidas caen deslumbradas en el centro de tu pecho. Espina por espina se plantó su simiente, y en mitad de la frente un pensamiento, rubor y abrazo interminable que no se agota en ciclos al empezar a renacer un nuevo hombre. Silencio no se oyó sino rumores del aire, de su estertor vahídos, carne que se resiente al doblegar la piel dañada labios. Ahora meditas dentro del escalofrío el final de tu odisea. Tu sudor es mío. No lo apartes pues como agua llena las charcas …
Carolina Zamudio nació en Curuzú Cuatiá, un bellísimo y antiguo pueblo de Corrientes, Argentina, y reside hoy en Puerto Colombia, Atlántico, Colombia. Entre un lugar y otro ha mediado una vida tocada por residencias en Medio Oriente y en Europa; una vida, esa, que en el mundo de un poeta se plasma en valiosa obra de un lirismo que va de lo íntimo y confesional hasta la luz de la experiencia revelada. La poesía de esta autora construye un espacio donde lo cotidiano se enuncia y aspira a lo trascendente. Para que ello suceda, es nec…
BIOGRAFÍA PARA USO DE LOS PÁJAROS Nací en el siglo de la defunción de la rosa cuando el motor ya había ahuyentado a los ángeles. Quito veía andar la última diligencia y a su paso corrían en buen orden los árboles, las cercas y las casas de las nuevas parroquias, en el umbral del campo donde las lentas vacas rumiaban el silencio y el viento espoleaba sus ligeros caballos. Mi madre, revestida de poniente, guardó su juventud en una honda guitarra y sólo algunas tardes la mostraba a sus hijos envue…
AL GARETE Insomnio es que le dicen a eso de pensarse en la hondura del Cosmos mirando a un techo oscuro cuando dormir a todos los descansa. Pensarse polvo del infinito sin arribar a dónde. Incalculable de cielo arriba, abajo, todo. Y estarse así acostado inmerso en el misterio en tan pequeña cama de lo vivo, solo, enredado a las sábanas del nunca acabar con esta cosa de flotar perdido. Y siempre la esperanza de llegar a un cuándo bajo la almohada del soñar despierto. IMPOS…
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