de: Piel Lacerada (2013) UNA MUJER ES Una mujer se hace de los detalles de ella. Una mujer aprende amar jugando al amor, anudando sus sueños a la cola del papagayo. Una mujer comienza a ser montada en el columpio queriendo atrapar estrellas, queriendo atraparlo todo. Una mujer es cuando se encuentra con la rosa y se desnuda para descifrar, su belleza. MI CASA Y YO Miro mi casa y me siento, me toc, me respiro. Ela soy yo. La quiero, la amo. Cada rincón es uno…
1.- EN EL NOMBRE DE BORGES Si como dijo Nietzsche, toda actividad humana está complicada con el milagro, el arte podrÃa constituirse en el principal paradigma de tal aseveración y, en este aspecto, la figura de Borges merece un capÃtulo aparte. Tildado casi hasta el ocaso de su existencia de “escritor elitista”; acusado de no representar una literatura argentina, sino europeizante; combatido, por estas razones, por la intelligentzia de distinto signo ideológico, pero sustentada en una misma raigambre popular; manosea…
No éramos sino tres amigos. Los dos de la confidencia, en cuyo par me contaba, y el descubridor de espantosa fuerza que, sin embargo del secreto, preocupaba ya a la gente. El sencillo sabio ante quien nos hallábamos, no procedÃa de ninguna academia y estaba asaz distante de la celebridad. HabÃa pasado la vida concertando al azar de la pobreza pequeños inventos industriales, desde tintas baratas y molinillos de café, hasta máquinas controladoras para boletos de tranvÃa. Nunca quiso patentar sus descubrimientos, muy ingeniosos …
NOCHE ESTIVAL Por la ventana abierta de mi cuarto entra el viento encendido que viene del oeste, entra el perfume de las flores del patio, entran la luna y las estrellas, y en medio del bochorno de la noche entra también una mágica luciérnaga, un minúsculo universo que se basta a sà mismo y deja en la penumbra sus improntas de luz para desvelo de la mente absorta. De: Continuidad de la noche (1993) EL TIEMPO IRREPARABLE Quién iba, entonces, a pensarlo. Lo cierto es que mi padre está muert…
En un instante de su condición de joven aspirante a poeta se dio vuelta ante el espejo y pudo intuir una realidad más allá de sÃ. No ya la de quien puede reconocerse idéntico a los rasgos que lo reflejan y sonreÃr o hacer una mueca, sino la de quien, apartándose del azogue, dándose la vuelta y quedando a espalda sin poder mirarse, como el personaje del cuadro de Magritte, se percata del otro que también es, se entera como por súbito que es tras si donde ocurre todo, porque el ego miente y no lo que traemos detrás. No basta con d…
Hay poetas que requieren lectores y hay poetas que requieren partÃcipes de su aventura. Oliverio Girondo es de los últimos. Intentar acercársele por el lado de lo consabido y presupuesto es renunciar de antemano a su compañÃa; renunciar, por consiguiente, a la aventura más alta y honda que haya emprendido nunca un poeta de los nuestros. La crÃtica oficial, epidérmica y chambona, le regateó mezquinamente su lugar, atareada como siempre en remontar poetas nonagésimos. Muy pocos revelaron a esta voz gigantesca: los que seguÃan, paso a pa…
Ascasubi, en vida, fue el Béranger del RÃo de la Plata; en muerte, un precursor humoso de Hernández. Ambas definiciones, como se ve, lo traducen en mero borrador -erróneo ya en el tiempo, ya en el espacio- de otro destino humano. La primera, la contemporánea, no le hizo mal: quienes la apadrinaban, no carecÃan de una directa noción de quién era Ascasubi, y de una suficiente noticia de quién era el francés; ahora, los dos conocimientos ralean. La honesta gloria de Béranger ha declinado, aunque dispone todavÃa de tres columnas en la E…
Aquella ciudad no ofrecÃa destinos blandos, aquella ciudad marcaba. Su gran sequedad era un aviso; su clima, su luz, su cielo azul mentÃan. Una riqueza fabulosa ocultaba el hierro rojo. Sin embargo era el paÃs del hierro rojo, animales y hombres lo soportaban en el campo y en la ciudad. Ésta tenÃa un aspecto amable y engañoso; engañaban sus calles rectas y limpias, tan hospitalarias que hasta su seno entraban, venidos de ultramar, las chimeneas y los mástiles para mezclarse con los árboles del paÃs, en sus plazas; engañaban las luce…
De: Bote Negro (2013) 3. ¿Qué terror es éste, enraizado en la escritura como oficio y deber, como espinas en la niebla de marzo que ella no puede quitar y sin embargo canta? La dulzura de la fe en las palabras que escapan de su cárcel es semejante a nuestra supervivencia en esta ciudad sin ángeles. Vendrá el sol como siempre, a romperse frente a mi asombro y vendrá la noche como una hilera infatigable de hormigas. Y cerraré este cuaderno, y soñaré con árboles rugosos pero sin heridas. Y con la clemencia de la luz. …
Descubrà la existencia del poeta español Juan Larrea en 1958 a través de su obra Rendición de EspÃritu . Leà esos dos volúmenes —que me esperaban intonsos, en el Instituto de Literaturas Modernas de la Universidad de Cuyo— con deslumbramiento y pasión, descubriendo a un poeta vidente de excepcionales condiciones, y a un hermeneuta que aplicaba a la Historia misma su capacidad revelatoria. Debo decir que ambos mensajes —el sentido de la poesÃa y el destino de América— entrelazados por una mirada profética, me marcaron para s…
La poesÃa de Canarias se puede definir como un hecho singular desde el momento que esta cumple su mayorÃa de edad y se pone a dialogar con poéticas de otras latitudes extrapeninsulares. Esa madurez no supone una tendencia a la homogeneización de la expresión y el contenido sino un afán dialogante que enriquece y, al mismo tiempo, nutre y amplÃa. En esa diversidad estaba la universalidad a la que aspiraba nuestra literatura en unas circunstancias culturales e ideológicas que el academicismo literario denominó modernismo . Realm…
Los poetas suelen rechazar la condición puramente verbal de la poesÃa: la poesÃa, en su calidad de creación literaria pura, inerte. Rimbaud quiso cambiar la vida. Terminó por abandonar la poesÃa y transformarse en comerciante, ¿traficante?, en Abisinia. Maiakovski trató de convertir la poesÃa en instrumento de la revolución. Vicente Huidobro fue un inventor incesante de actos poéticos. Pablo Neruda, encerrado en la cárcel estéril de Residencia en la tierra ("sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes"), se propuso unir desp…
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