© Fotografía 1988 Ricardo Sánchez Anclao en París Cursé todo el secundario en Buenos Aires sin tener un solo amigo. Por diversas razones no podía aceptar lo bueno y lo malo de las personas. Yo quería que fuesen de una sola pieza. Que fueran como yo las imaginaba. Para colmo me equivoqué de carrera. Tendría que haber estudiado psicología en lugar de otorrinolaringología. En los años de bachillerato lo que más me impedía acercarme a las personas era la maldita manía que tenía de asociarlas a los animales. Para mis visiones inter…
7 Poemas De: Antología Poética [2012] HUMANIDAD Hay un lugar llamado humanidad un bosque húmedo después de la tormenta donde abandona el sol los ruidosos colores del combate una fuente un arroyo una mañana abierta desde el pueblo que va al campo montada en un borrico hay un amor distinto un rostro que nos mira de cerca pregunta por la época nueva de la siembra e inventa una estación distinta para el canto una necesidad de hacer todas las cosas nuevamente hasta las más sencillas lavarse en las mañanas mecer al niñ…
Poemas Éditos e Inéditos 1. RECORDANDO VENECIA DESDE EL SUR Los miércoles Almuerzo con amigos poetas y entre azulados Martinis, pienso en las nieblas de Octubre Imaginando como eligieron los ángeles Brumas tan desconcertantes para su real morada. Busco la ceniza en los ojos de algunos, Cuando empuñaban flameantes espadas, Enhiestos sobre doradas cúpulas o tendidos Sobre un alféizar, junto a un león alado De mirada inquietante. Prefiguro aquel del Caravaggio, Vestido más a la manera de un joven gentilhombre, Sin despleg…
Compadre Mon [Selección] 1943 COMPADRE MON Por una de tus venas me iré Cibao adentro. Y lo sabrá el barbero, aquel que los domingos Te podaba las barbas Como quien poda un árbol de la patria. Y también Domitila lo sabrá, Domitila Que mientras comadreaba tenía entre las manos Unos duendes que hacían pan sabroso hasta el lodo. Y habló de Domitila, porque sin esa cosa... Quizá ni tu revólver fuera un poco de pueblo. Porque ella fue tu risa, fue tu pan y tu catre. ¿Qué hubiera sido entonces de esas cosas humildes Que…
Poemas Éditos e Inéditos De: Ajenos al vecindario (Antología) [2009] ATARDECER DE INVIERNO “Me paro en la luz oscura de la calle oscura y miro mi ventana. Yo nací allí.” Gregory Corso Las luces de los modestos talleres de corte y confección ya se habían encendido al costado de un canal de deshielo que por Zonda y Marquesado bajaban del oeste. Las luces de las melosas fábricas de dulce de membrillo ya se habían encendido sobre el vapor de unas ollas enormes con destino de cielo raso y sin paradas intermed…
Lectura de los dedos Siempre consideró que la frase “no hay nada que festejar” no le decía nada que le impidiera el hacerlo. Había algo y mucho: los colores, la luz, su respiración, los juegos amorosos, sus amplias pestañas indagando sus ojos azul marino más allá de la línea de los pescadores y que existiera la literatura y estar listo para las palabras que musita la vida sin que sean oídas. También se tomaba por alguien honesto pero para probárselo tenía a veces que robar y festejar tanta rectitud. El objeto no tenía importan…
Cuatro Poemas Inéditos FUI AQUEL TRAZO Desdibujado espejo Y un tablero de ajedrez Nunca jugado Ausencia de luz Y fui la no esperada Descosidos párpados Lugar equivocado Rostro impreciso Duda constante Y la última muerte EL SILENCIO DEL ÁNGEL Vaciedad de infierno Luz parpadeante De asombro cotidiano Cuando los ojos callan El prisma convexo Tiembla de ausencia Los astros dispersan Luna de miedos Sombra del arcano Constelación absoluta de infinito El silencio del ángel Y dios aúlla su inocencia
Otorongo a don Ramón Sánchez Era muy de noche cuando llegó una patrulla del ejército a Quebrada Huariacca preguntando por el teniente-gobernador. Sonaban disparos de fusil y el aire de aromas naturales se llenó de olores extraños traídos de otras tierras. Los uniformes de invierno de la tropa se adherían a sus cuerpos despidiendo un vaho acre de sudores de caballo. La selva se puso quieta y silenciosa como esperando la lluvia y hasta el viento se refugió en lo más recóndito de la quebrada. Los colonos, sorprendidos en…
Sensini * La forma en que se desarrolló mi amistad con Sensini sin duda se sale de lo corriente. En aquella época yo tenía veintitantos años y era más pobre que una rata. Vivía en las afueras de Girona, en una casa en ruinas que me habían dejado mi hermana y mi cuñado tras marcharse a México y acababa de perder un trabajo de vigilante nocturno en un cámping de Barcelona, el cual había acentuado mi disposición a no dormir durante las noches. Casi no tenía amigos y lo único que hacía era escribir y dar largos paseos que comenzaban a…
Poemas Éditos e Inéditos POEMAS ÉDITOS SOBRE LOS OBJETOS HALLADOS EN LA COSTA de la percha del confín del mundo colgaba su ojo su ojo desmoronaba su ojo provocaba la catástrofe del sueño de arena. el inmóvil ojo de ginebra el ojo ancho y bello como un mural de Orozco (no el ojo usina) (no el ojo atalaya) el ojo de persianas de agua el ojo transparente como el grito de un ahogado el ojo dibujado con bestias de Altamira el ojo con pupila de océano lunar. el ojo fijo de líquido violento en ojo fijo de líquido en…
Sombras suele vestir El sueño, autor de representaciones, en su teatro sobre el viento armado, sombras suele vestir de bulto bello . Góngora, Varia imaginación . I —Lo echaré de menos; lo quiero como a un hijo —dijo doña Carmen. Le contestaron: —Sí, usted ha sido muy buena con él. Pero es lo mejor. En los últimos tiempos, cuando iba al inquilinato de la calle Paso, rehuía la mirada de doña Carmen para no turbar esa vaga somnolencia que había llegado a convertirse en su estado de ánimo definitivo. Ho…
La guerra en la flor del aire “Salí del nido con el embrión vegetal sobre la frente”, y te chocaste, mamá, con la clemencia de la especulación y no quisiste pudiste la guerrilla del status quo . Y ahí vino el trino de torcaza y su filosofía de ceguera, la tanada de la estirpe sastre y la superación social, el relincho de un alazán indomable que lavabas con sarnol en la laguna, un compañero, un hijo, la poesía. Lucio L. Madariaga Prólogo [Fragmento]
Síguenos en las Redes Sociales