Cuando el capitán Ireneo Morris y el doctor Carlos Alberto Servian, médico homeópata, desaparecieron, un 20 de diciembre, de Buenos Aires, los diarios apenas comentaron el hecho. Se dijo que había gente engañada, gente complicada y que una comisión estaba investigando; se dijo también que el escaso radio de acción del aeroplano utilizado por los fugitivos permitía afirmar que éstos no habían ido muy lejos. Yo recibí en esos días una encomienda; contenía: tres volúmenes in quarto (las obras completas del comunista Luis Augusto Bla…
Pocas personas creerán este relato. A veces habría que mentir para que la gente admitiera la verdad; esta triste reflexión la hacía en la infancia por razones fútiles, que ya he olvidado; ahora la hago por razones trascendentes. Las personas consideradas honestas, son muchas veces las insensibles, las que no se conmueven ante un destino complejo, o las que saben con sumo sacrificio o habilidad mentir para hacerse respetar. No me encuentro en ninguna de estas categorías. Soy modestamente, torpemente honesta. Si llegué al borde del …
Ana Basualdo | Fotografía: Humberto Rivas Al doblar la esquina, lo vio: resplandeciente, posado en el jardín como un plato volador. Sólo en el cine había visto un coche así. En esa calle de polvo, bajo el techo de cinc del garaje de su casa, era tan inverosímil como un transatlántico en un arroyo. Lo miro de cerca, sin tocarlo. Después, como despidiéndolo, paso una mano sobre la carrocería blanca. No había que tomarlo en serio: se iría con la misma absurda fatalidad con que había llegado. Se iría como llegaba y se iba todo, sin …
Don Tomás era un sanjuanino corpulento, de rostro barbado, muy alegre, muy jovial, que tenía una tropa de carros. Había pasado todo aquel día sofocante, caluroso, terrible, en un mísero rancho perdido en el inmenso desierto de su provincia natal, aguardando la fresca hora del crepúsculo, para emprender de nuevo la interrumpida marcha. ¿Qué hizo don Tomás durante tan largas horas? En compañía de don Silverio, el dueño de casa, tallar el naipe, beber sendos vasos de vino y contar imposibles hazañas de troperos. A don Tomás, le agradab…
1. EL ZANJÓN Saliendo de la ciudad hacia el norte, sobre la mano del río, los camiones de la empresa recolectora de residuos se mueven como moscas sobre las pústulas del basural. El límite sur del predio es una cuneta de bordes verdosos, de casi tres metros de ancho, con su sangraza marrón estancada. De vez en cuando los desniveles y la lluvia se encargan de desbordar algo de podredumbre en el río, sin que esto parezca importarle a nadie. Sobre la otra costa de esa herida fea del terreno, merodean los habitantes de la …
Mi padre, caído en el vicio de la bebida, hundíase en los lamentos del que se ve mermado en los derrumbes. Rabioso una noche al sopesar su cadena de desdichas y con licor en el entendimiento, dispuso que nos fuéramos de ese lugarejo. Que nos alejáramos como de una maldición. ¡A donde el destino nos llevara! Recogimos nuestras cacharpas y partimos en las obscuras deshoras, sin dar aviso a nadie. ¡Que nadie supiera de nuestro paradero! Entramos en la oscuridad desolada del camino solitario, en seguimiento de una huella apenas blanquecina. …
1. El Milagro Secreto Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo: -¿Cuánto tiempo has estado aquí? -Un día o parte de un día, respondió. Alcorán, II, 261. La noche del catorce de marzo de 1939, en un departamento de la Zeltnergasse de Praga, Jaromir Hladík, autor de la inconclusa tragedia Los enemigos, de una Vindicación de la eternidad y de un examen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme, soñó con un largo ajedrez. No lo disputaban dos individuos sino dos familias ilustres; la…
© Foto: Rafael Calviño Se registraron dos momentos cardinales (fuera de su nacimiento) en la vida de Severo Caprile. Uno, cuando le remataron la chacra que heredó de su padre y que también había sido de su abuelo. El otro, cuando los compradores del predio (los acreedores hipotecarios), la firma Faruk Hermanos S.A., le ofrecieron en arriendo la misma chacra para que la cultivara. Estos dos sucesos tan contradictorios en apariencia produjeron en Severo Caprile cambios sustanciales y nuevas apetencias, entre otras, la que lo retuvo …
I Aún a esa hora — las diez de la noche — hacía un calor sofocante. El tiempo, cargado desde dos días atrás, pesaba sobre el bosque, sin un soplo de viento. El cielo negro se desteñía de vez en cuando en vagos relámpagos de un extremo a otro del horizonte; pero el chubasco silbante del sur estaba aún lejos. Por un sendero de vacas en pleno espartillo blanco, avanzaba Lanceolada , con la lentitud genérica de las víboras. Era una hermosísima yarará, de un metro cincuenta, con los negros ángulos de su flanco bien cortados en si…
A veces pienso en mi viejo. O es un barco que parte o esa gente vagabunda que trae el verano o simplemente una luz en el río. Entonces me siento en la costa y pienso en mi viejo. Para todos, para mí mismo, la historia comienza el día que hizo volar en pedazos al Raquelita, en el 28. Era una chata de once metros con un motor Regal. El viejo tenía la maldita costumbre de mojar un papel retorcido en el carburador, luego quitaba el cable de una de las bujías, lo arrimaba al block y con la chispa encendía el papel y con el papel uno …
Primer momento: El cuidador de una plantita. Él acaba por convencerse de que su sentimentalidad, aptitud de simpatía, que viene desde tiempo luchando por recuperar, está agotada, y en los sufrimientos de este descubrimiento cavila y halla por fin que quizá el cuidado de una plantita endeble, de una mínima vida, de lo más necesitado de cariño, debiera ser el comienzo de la reeducación de su sentimentalidad. Ocurre que pocos días después de esta meditación y proyectos en suspenso, Ella, sin sospechar tales cavilaciones pero movid…
Adelanto de Libros Gardel, Carlos Gardel, si vú plé . Así exigió el hombre de la capucha luego de aporrear la puerta y lanzar guiños cómplices a los murciélagos, dueños nocturnos del barrio. Era el portador del Mensaje, el emisario de lo remoto; el sayal gris: percudido por siglos y travesías. De pronto el embozo fue echado hacia atrás, con lo cual la portera -que siempre se alarmaba ante aquella aparición- pudo entrever los cabellos amarillentos y largos hasta los hombros aunque anudados en un extremo, a modo de coleta…
ALIMENTOS Yo miraba a la gente cuando comía: Alzaba la mano con escasa ceremonia y con ella alzaba el brazo que iba hacia alguna parte del mundo, un mundo familiar habitual y plagado de sus propios olores, y después la llevaba hacia su boca. El mundo cambiaba y su boca también. Y luego continuaba la misma rutina. La boca, el brazo, el movimiento de los maxilares. El resultado de todo esto era un vientre hinchado, una boca y dos manos quietas. Así, poco a poco, la gente se devoraba el mundo mientras el mundo se dejaba devo…
1. LA ABANDONADA Ahí mesmo me despedí / de mi infeliz compañera. / Me voy -le dije-, aunque me agarre el gobierno, / pues infierno por infierno, / prefiero el de la frontera. JOSE HERNANDEZ Hubo una vez o había una vez o es un eterno, miserable presente en el que marchan, marcharon o marcharán por el desierto (si es que eso es un desierto), ambos a caballo (si es que eso es un caballo), él, los ojos cortados a tijera de escritorio, colocados a golpes de maza sobre el cráneo chato, ojos donde bailan los …
© 2010 Analecta Literaria 1. AURA EN EL SUBTE Estoy leyendo Aura , de Carlos Fuentes. Y el viaje se hace lento, en el verano el viaje es largo y pegajoso. Ahora la señora Llorente dice que no hay jardín en la casa -¿Cuál jardín, señor Montero?-, sólo un patio oscuro donde se cultivan plantas de sombra. Pero el joven historiador desde el tragaluz observó cinco, seis, hasta siete gatos incendiados, y desde ese sitio oyó sus aullidos, en soledad; los vio encadenados, uno al otro, chamuscados por el fuego. Pero no hay j…
ANA MARIA SHUA nació en Buenos Aires en 1951. Estudió en la Universidad de Buenos Aires, donde recibió una Maestría en Artes y Literatura. Se ha desarrollado profesionalmente en literatura, periodismo, publicidad y cine. Ha publicado más de una veintena de libros, recibiendo numerosos premios y distinciones por su producción infantil-juvenil. Sus cuentos figuran en antologías editadas en diversos países del mundo. Algunas de sus novelas han sido publicadas en Brasil, España, Italia, Alemania y los Estados Unidos. Entre otros diarios y …
Como mi abuelo estaba convencido de que nadie en esta vida puede vivir sin, por lo menos, una pasión, le sugirió a mi abuela que empezaran a jugar a la escoba de quince. Mi abuela dijo "sí" a regañadientes. Era un sí que estaba a medio camino entre la negación y el condicional. Y ahí quedó el asunto. Al día siguiente mi abuelo salió a comprar el mazo de cartas. Las sacó de la caja y las dejó con provocación sobre el mantel de hule en el que mi abuela ya había puesto la mesa para comer. El dibujo del mantel era cuadrillé y …
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